Capitulo 5. Lluvia dorada.

2.9K 16 0
                                    

Solo para mayores de edad, si eres menor NO SIGAS LEYENDO.

El amo y yo seguíamos a lo nuestro, sexo guarro, folladas por el culo, gargantazos, ni una copa, ni una peli, ni charlas tontas de como nos iba en la vida, ni siquiera me recogía de la estación de trenes para llegar a su garaje, sólo lo hizo la primera vez en su moto. Yo, le contaba cosas sobre mi, él a mi no. No sabia casi nada de su vida. Lo que le gustaba en el sexo y su cuerpo me lo sabia de memoria, fuera de ahí, sólo sabia su lugar de trabajo y su fobia a los perros.

Su fobia a los perros la descubrí cuando, en vez de quedar en su garaje, quedábamos en unos pinares, donde trabajaban las putas. Allí entre pinos y matorrales podíamos follar al aire libre sin que nadie nos viese. Y eso de tener putas a la vista del amo, le ponía mas cachondo. Pero si se acercaba un perro su cara se volvía blanca y salíamos corriendo hasta otro matorral.

Mientras que se la mamaba de rodillas en aquellos pinares, al amo se le ocurrió una cosa.

- me voy a mear en tu boca y te lo vas a tragar.
- ni de coña.

Ya en casa, en el chat, haciendo videoconferencia, me ordenó que meara en un vaso y probara mi orina.
Seguía pensando que ni de coña. Fui la cocina, cogí un vaso y lo llene de zumo de manzana, lo mas parecido que encontré a la orina.
Delante de mi cam, me bebí el vaso entero.

-¡EA! Ya está, pesado.
- ¿te crees que me vas a engañar?. Eso no es meado. Hazlo. Mea en el vaso y pruébalo.

Así hice. Me moje los labios con mi orina. Y wuacccc sabia a almendras crudas.

A la siguiente cita me convenció para probar su pis. Milagrosamente no sabia como el mio: agua salada. No estaba tan mal.

- ahora tragátelo.

Y así hice.
Le costó su trabajo aprender a mear empalmado, por lo visto había estado practicando en casa.
A partir de ese momento, mientras se la mamaba gustosa, cuando veía que apretaba, directamente abría la boca, esperaba a que se me llenase de su orina y tragaba. Y él mas contento que unas pascuas. Eso me gustaba, el tenerlo contento, lo que no me gustaba era cuando me insistía en que me bebiera entre buches, casi todo la primera orina de la mañana.

En el garaje me llenaba entera de su lluvia dorada, calentita por mi cuerpo, se meaba en mi boca y para no tragármela, la dejaba caer sobre mi cuerpo y luego cuando se enfriaba me refrescaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el garaje me llenaba entera de su lluvia dorada, calentita por mi cuerpo, se meaba en mi boca y para no tragármela, la dejaba caer sobre mi cuerpo y luego cuando se enfriaba me refrescaba. Me gustaba mamársela, me gustaba complacerlo, me gustaba que me la metiese por el culo y que yo sin titubeos me la metiera luego en la boca. Me hacia sentir especial. La única tía que no le ponía ascos a nada.
Entre el olor a orina, mierda de mi culo, flujos y semen, no había quien se sentara a mi lado en el tren. Aprendí a llevarme un kit de aseo personal y a ducharme con agua fría, en único grifo que había en el garaje. Me marchaba orgullosa de allí. Había conseguido una tras otra cumplir con los deseos del amo. E incluso yo misma le pedía que se meara en mi boca. Seguía esperándolo con el estomago vacío todas las mañanas, me duchaba, me depilaba el coño cuando hacia falta, recogía mi casa, la limpiaba, hacia la comida y a esperar. Podrían pasar días, semanas o meses; en verano el amo desaparecía, y nunca le preguntaba por su ausencia, no formaba parte del contrato.

En los matorrales, fue donde tuve uno de mis orgasmos mas intensos de mi vida.
Ese dia no teníamos mucha prisa, así que se la comí mas despacito, con la boca bien ensalivada, me dedicaba a pasarle la lengua desde el inicio desde su polla hasta la punta, le lamia los huevos, le lamí desde el ano pasando por los huevos hasta que me metía la polla entera en la boca, después de media hora dedicada a darle placer con mi boca, me agaché agarrándome a la rama de un árbol, me subí el vestido y me penetro por el culo bruscamente, siempre lo hacia así, decía que era mejor una metida a lo bruto y así la segunda entraba del tirón. Después de la primera paraba porque yo le empujaba para que me la sacara. Dolía ¡joder!, pero me reía, no se podía ser mas bruto. Eso si, a la segunda era verdad, que solo sentía placer.
Me dio fuerte, tan fuerte que los labios de mi coño se abrían y se juntaban otra vez, (tocaban las castañuelas, aplaudían, o como quieras decirlo). No podía aguantar el silencio y me puse a gritar de placer. Fue espectacular, un orgasmo intenso, largo e histérico.
Grite tanto, que las prostitutas que trabajaban por allí, se asustaron y llamaron a la policía. Desafortunadamente para mi, llegaron tarde. Y digo desafortunadamente porque hubiese sido un sueño cumplido para mi. Que me coja la policía follando y me digan: - señorita, vístase .

Un dia, me dio la impresión de que el amo estaba muy enfadado por algo, que no tenía nada que ver conmigo.
Estaba muy serio, cabreado...nunca me dijo el por que, es mas, lo negaba, decia que, lo que le pasaba, era que estaba muy muy cachondo.

- vas a abrir bien la boca y me voy a cagar en ella- me dijo.
- ¿como?¿qué?
- lo que has oido.

(Dios y la virgen santa, a este se la ido la pinza)

Yo como siempre tan sumisa, tan enamorada, al final acabe abriéndola mientras que el amo apretaba y apuntaba hacia mi boca.

(Bolitas! Son Bolitas!, menos mal joder!)

Tres bolas de mierda cayeron en mi lengua, no olía a nada y tenia un sabor a ajonjolí....noooo! No me lo trague pero mi lengua recogió el sabor.
El amo se dio la vuelta, me aseguré que vió lo que había echo y enseguida lo escupí, fui directamente a por mi bolsa de aseo, agua, y enjuague bucal, me daba con las uñas por la lengua por que no tenia cepillo dental.

- ostias que pestazo- dijo el amo.- me ha cortado todo el punto.
- pues entonces para que lo haces?
- yo que se....
- jajajaja

EA! Ya cumplí otro de sus deseos.

Sin cubo no hay paraiso (+18) Actualizada Y CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora