CAPITULO 6

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-Ni loca- mis ojos estaban clavados en las personas que no paraban de gritar a cada segundo en la famosa montaña rusa a la que Braian queria que subiera

-Oh vamos, nada malo te pasará a mi lado- lo miré con una ceja alzáda

-¿Te has dado cuenta de lo azucarado que sonó eso?- pregunté con una mueca

-Tal vez, pero ¿que tiene eso de malo?- preguntó claramente confundido

En ese momento los recuerdos volvieron a mi mente

Era un dia más de mi vida. Por ese entonces tenia unos catorce años.

Estabamos en una plaza y frente a mi, una niña mas pequeña jugaba feliz con sus padres.
En ese momento una pregunta apareció en mi mente y sin analizarla bien, la solté

-Abu, ¿Porque mis padres no esta conmigo? Nunca me contaste esa historia- mi abuela parecio palidecer, pero rapidamente se repuso.

Se acomodó mejor en la banca y mirando la misma imagen que yo estaba observando antes, empezó su relato

-Ella era algo rebelde ¿sabes? Tu abuelo y yo intentamos hacerla razonar, pero lo unico que logramos fue que se huyera de casa

》Estuvo un mes sin volver. Cuando lo hizo, ya no estaba sola, tenia un bebe en su vientre...estaba embarazada de ti

》Cuando le preguntamos sobre tu padre, ella dijo que no tenia importancia, solo era un imbecil que le habia jurado un amor eterno que solo duró un mes y medio

》Nunca se le volvió a preguntar por él. El tiempo pasó, tu creciste y ella, despues de seis años, se volvio a "enamorar" sin embargo, él no te aceptaba y le dio a elegir: él o tú...creo que la respuesta no es complicada

》Ese dia peleamos con ella y te abandono para mudarse con el que, hasta el dia de hoy, es su marido, aunque a ese idiota tampoco le fue del todo bien. Según dicen, ella le ha sido infiel innumerables veces.

Las palabras de ese dia me hicieron ver el mundo de otra manera.

Los amores de libros o peliculas me empezaron a parecer tan imposibles como tocar el viento. Las palabras o promesas me resultaban tan falsas como ese juramento de amor eterno que habia relatado mi abuela y el amor me empezo a parecer una simple ilusión.

Si no habia existido el amor de una madre hacia una hija que habia llevado en su vientre por nueve meses ¿Como iba a existir el amor verdadero entre dos desconocido? Era algo claramente imposible

Desde ese entonces preferí dejar el amor en los libros, el unico lugar donde en realidad existe.

El mundo real ya tiene demasiado problemas como para agregar nuevos.

-Varias cosas, pero estamos en un parque, ya habrá tiempo para hablar de esos detalles- dije finalmente, respondiendo a su pregunta anterior.

Braian parecia querer decir algo, pero rapidamente empecé a caminar dejandolo atras. Sé que estaba siendo grosera, pero eso era lo ultimo que me preocupaba en ese momento. Lo unico que deseaba era esta sola en mi habitacion, para poder dedicarme plenamente a odia a mis padres. Traer esos recuerdos no me habia sentado muy bien.

-¡Jess!- su voz se entremezclaba con el murmullo propio de las multitudes -¡Detente!- volvio a gritar, esta vez mas cerca.

Apreté mas mi ritmo.

Frente a mi ya podia ver la puerta de salida siendo atravesada por varias personas.

En ese momento me detuve, olvidando completamente a Braian y me tomé el detenimiento de observar a mi alrededor.

A un lados habia una niña que iba acompañada por sus padres, igual a la de ese dia. En otra parte, una pareja parecia tan concentrada en su discusión que no eran consientes del espectaculo que le estaban ofreciendo a varios curiosos. Por un momento los imaginé como mis padres y no pude evitar sentir un pinchazo en el pecho. Justo en la herida, esa que el vacio y la tristeza parecian abrir una y otra vez.

-Jess- su voz aliviada me hizo regresar a la realidad y relajar los puños que sin notar habia cerrado firmemente -¿Estas bien? Parecias palida- cerré los ojos un momento y luego me giré a verlo, junto a él ya estaba Lucy, su hermanita, una niña tambien rubia, solo que a diferencia de Braian, tenia los ojos grices.

-Sí, solo me sentí mal y necesitaba aire- le dije con mi mejor intento de sonrisa, aunque tambaleó demasiado como para ser real. Braian al parecer lo notó, pero decidio no hacer ningún comentario, algo que agradecí enormemente

-¡Algodon de azucar!- el grito emocionado de Lucy me hizo dibujar una sonrisa involuntaria.

Aun era inocente. La realidad no había corrompido su mundo en el que no existia la maldad solo la ingenuidad. Aún estaba a salvo.

-¿Quieres uno?- le pregunto su hermano y ella asintio rapidamente.

Braian suspiró mientras buscaba el dinero en su bolsillo y luego se lo tendió para que Lucy corriera al puesto ambulante que se encontraba frente a nosotros.

La canción de la calesita llenaba el ambiente junto al aromas de las palomitas. La gente reia, otros gritaban y luego estabamos nosotros: dos adolescentes callados, mirando a una niña comprando algodon de azucar.

Observar eso, me hizo sentir mal. Braian se estaba perdiendo de toda la diversión por mi culpa

-Hey- lo llame para atraer su atención -¿Que te parece si vamos al puesto de tiro al blanco?-

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-Llegamos- dijo mientras detenia el auto frente a mi edificio

Braian se habia ofrecido a traerme y luego de algunas insistencias, habia logrado convencerme.

-Sí, gracias- dije mientras abria la puerta.

De pronto las imagenes de ese dia llegaron a mi mente y no pude evitar sonreir

-Hoy me divertí mucho- dije con la puerta abierta pero aun sin bajarme

-Yo tambien y Lucy ni hablar- dijo con una sonrisa, seguramente recordando alguna de las travesuras que su hermanita habia hecho en el parque

Nos quedamos así, en silencio, por unos segundos, cada uno perdido en sus pensamientos, hasta que decidí romper el silencio

-Bueno...adios- dije besaba su mejilla e internandome en el edificio con las mejillas encendidas.

¡No seremos un cliché!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora