CAPITULO 15

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-¿Vecinos?- me pregunta Leticia y yo asiento -¿La de al lado?- vuelvo a asentir, aunque de forma lenta -Oh, Gastón me habló de ti, no debiste ser asi de timida, no soy de las madres que espantan las novias a sus hijos, él ya es grande y tu pareces una buena chica- sus palabras congelan la sala.

Pareciera como si Leticia fuera el unico ser viviente en el departamento. Creo que ni siquiera pertaneabamos ¿Acaso dijo "novia"?

-Mama ¿Nos das un segundo?- Gastón es el primero en animarse a reaccionar. Su tono es nervioso y sé que por dentro esta rezando el Padre Nuestro una y otra vez para que ninguno abra la boca

-Claro, yo voy a preparar algo para comer- dice la mujer en tono alegre y luego le arrebata la bolsa a su hijo, para empezar a caminar hacia lo que parece ser la cocina.

Ni bien el rubio de Leticia se pierde de mi vista, camino hacia la puerta. Un segundo más en este lugar y soy historia.

Trato de esquivar el cuerpo de Gastón para llegar a la salida, pero él me detiene y estallo

-¿Acaso te volviste loco?¿Como le vas a decir a tu mamá que somos novio cuando...- no alcanzo a terminar de hablar cuando Gastón estampa sus labios contra los mios, es decir, ¡ME ESTA BESANDO!

Trato de apartarlo, pero él me apriciona contra la pared. Sin encontrar ninguna otra salida, hago lo primero que llega a mi mente: lo muerdo.

Él suelta un gemido de dolor y cuando se aleja, veo como su labio sangra...y bastante, tal vez fui algo dura, pero se lo merecia

-Aww, juro que mi intencion no habia sido verlos, pero venia a preguntarle algo a Toncito y entonces los veo tan...tiernos, la verdad y...ya me voy, pueden seguir y ustedes dos, vengan conmigo- Gastón  esta de frente a mi y dandole la espalda a su madre, por lo que soy la unica que puede ver la sangre que fluye de su labio. Emilia aun esta en shock y Braian la tiene que llevar del brazo para poder seguir a una Leticia radiante hasta la cocina.

La sala vuelve a estar silenciosa

-¿Porque hisiste eso?- pregunto en un susurro. Recien ahora que el silencio nos inunda y pienso con la cabeza en frio, soy capaz de entender la magnitud de lo que acaba de ocurrir

Acabo de dar mi primer beso

Nunca en mi vida me habia detenido a pensar sobre como soñaba que fuera este momento, pero sin dudas no seria así.

Una venganza, un mal entendido, un vecino que detesto y un beso.

Nada mas, nada menos.

-Mi mamá. Ella estaba entrando y te iba a escuchar- explicó -Ella siempre se sintio mal conmigo por mi modo desalineado, pero nunca me importó, sin embargo hace un mes, ella me llamo llorando porque alguien le habia dicho que yo, el que detesta cualquier visio que me destruya, me habia empezado a drogar. Ese dia, en un intento desesperado para que no creyera algo tan absurdo, le dije que yo nunca habría hecho algo así y que hasta habia empesado a salir con una chica que era muy buena, sensible y...mi veci...- no lo deje continuar, que mi palma ardio contra su mejilla

-Nunca mas ¿Me oiste? NUNCA MÁS vuelva a hablarme, no quiero que me metas en ningun plan tuyo, ni que te me vuelvas a acercar- no se porque estaba reaccionando así, tal vez sentia rabia o verguenza, no lo sé.

De nuevo camine a la salida, esta vez sin que nadie me lo impidiera.

Ya estaba bajo el umbral cuando lo recorde. Me giré a verlo y lo encontre con la mirada perdida en el beige de la pared

-Y por cierto- mis palabras atrajeron sus ojos azules hacia mi -Ya me entere sobre los mensajes y la golpiza a Matias, ademas de tu actividad de espantarme cualquier chico- sus rostro mostro sorpresa al escuchar mis palabras -Agradece que no hare la denuncia pero deja de molestarme ¿Si? Creo que ya estamos a mano- y sin darle tiempo a responder, sali de su departamento y entré al mio.

Cerre la puerta y apoye la puerta en ella para luego deslizarme hasta quedar sentada en el suelo

Mi primer beso

El primero y tuvo que se con alguien que odio y que ademas me uso para salvarse. Cada día me dan más ganas de enamorarme-notese el sarcasmo-.

Lentamente fui cerrando los ojos hasta que sin querer me quede dormida.

*******

-¡Jessica! ¡Abre ya, puedo escucharte detras de la puerta!- los gritos de alguien a lo lejos me despertaron. Estaba sobre algo frio y duro ¿Donde?.

Abri los ojos lentamente y al darme cuenta que estaba en el suelo de mi sala, los recuerdos del beso volvieron haciendo que mis ganas de no verlo nunca más crecieran

-¡Jessica!¡Abre ya mismo si no quieres que tire la puerta abajo!- hablando de Roma...

-Creo que ademas de media neurona tambien tienes memoria a corto plazo ¿Que parte de "No quiero volver a verte" no captas?- aun no abria la puerta y tampoco tenia intenciones de hacerlo.

Escuche como soltaba un suspiro de frustración y luego nada. En algun momento se iba a aburrir.

Me levante del suelo para caminar hasta la cocina y me empese a preparar la cena. Al parecer habia dormido bastante porque ya estaba de noche.

Despues de limpiar todo me dio antojo de helado, pero en el departamento no habia ni una cucharada ¿Salir a comprar o quedarme e irme a dormir? Toda la tarde me la habia pasado durmiendo. Helado allá voy.

Tome dinero, las llaves, mi movil y sali rumbo a la heladeria que quedaba en la esquina, de otra manera no hubiese ido.

*******

Donnatto

Las letras brillaban con luces de neon llamando la atencion de cualquiera que pasara.

El lugar era un negocio familiar y se notaba en cada detalle. Era acojedor y, aunque se trataba de una heladeria frecuentada, nunca perdia esa sencilles que enamoraba

-Hola Jess, ¿Los mismos gustos de siempre?- la voz de Cristina fue la primera en recibirme

-Sí, Cris, los mismo de siempre- ella es la que me atiende la mayoria de las veces

-¿Ya conseguiste un novio o seguimos con esa idea de forever alone?- tambien fue la primera amiga en este lugar.

Ella es una castaña de ojos celeste que tiene veintiún años, pero que aun no empezo a estudiar porque no tiene los ahorros suficientes. Nos conocimos cuando vine a pedir empleo, aunque resulto que ya estaban todos los lugares ocupados y termine trabajando en la cafeteria.

-Aun sigo solita- dije con cierto orgullo y ella negó con la cabeza

-No no, esta noche termina tu solteria- estaba por replicarle, pero ella ya habia desaparecido.

Espere pacientemente mi copa de helado, pero al ver que Cristina se tardaba, decidi ir a tomar asiento.

Para que la espera se hiciera más amena, saque el movil y empese a revisar las redes, hasta que un carraspeo a mi lado me hizo volver mi atención a la heladeria

Ay no, tiene que ser una broma

¡No seremos un cliché!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora