CAPITULO 13

1 0 0
                                    

-¿De verdad le diras eso?-

Despues de entrar a mi departamento y bañarme, aparecio Emilia con mis pertenencias, para invitarme a su departamento a almorzar

-Puede que no, la verdad anoche era el alcohol el que hablaba- dije en tono monotono.

Mi presencia estaba frente a Emilia, pero mi mente volaba en mil direcciones y todas referidas al mensaje de esta mañana.¿Quien era? No lo sé ¿Porque me seguía a mi? Tampoco lo sé ¿Lo conocia? Tal vez, por lo que habia dicho en el mensaje daba a entender que sí ¿Era alguien con una inocente obsecion? La golpiza que recibio Matias no dejo mucho a la imaginación

-¡Jess!- el grito de Emi logra sobresaltarme.

-Si si, ¿Que pasa?- pregunté sobresaltada

-Nada, solo que te estoy hablando, pero no me escuchas- ¿Debia contarselo a mi mejor amiga? No, solo lograria asustarla.

-Emi ¿Porqué crees que me huian todos anoche?- preguntécon la mirada perdida mas alla del cristal de la ventana.

-No lo sé, ¿Te habias lavado los dientes?- dijo mientras soltaba una risa, pero mi preocupacion no me permitio seguirla. Inmediatamente su sonrisa se borró -Oh vamos, seguro que lo de anoche fueron alucinaciones del alcohol, no debes preocuparte-

Si ella supiera lo de los mensajes estoy segura que no pensaria lo mismo.

-Si, seguro debio ser eso- digo con indiferencia y ella sonrio satisfecha

El resto de dia pasó lento y doloroso. Emilia no dejaba de hablar y reir, mientras que yo trataba de disfrazar mi preocupacion con la mejor de las sonrisas.

La cabeza no me paraba ni un segundo. Todos me parecian sospechosos y a la vez ninguno.

Siempre que salia un nombre, rapidamente encontraba algo que lo desvinculaba hasta que pensé en Braian y todo empezo a encajar.

Solo bastó con que él llegara, para que esto ocurriera.

El dia que la profesora me puso junto a Matias, él dijo que lamentaba no haber sido el afortunados.

"-Esta bien, no te dejare sola con el bombonazo rubio, ojos miel y cuerpo marcado que no deja de mirarte, porque soy una amiga- dice sarcastica y yo ruedo los ojos"

"-¡Jess!- me giro hacia la dirección en que grito mi amiga y la encuentro junto a Braian.

El me mira de arriba a abajo, totalmente sorprendido"

Él siempre estaba ahí. Sabe mi nombre, mi dirección, mis horarios.

-Es él- las palabras salen de mis labios sin que pueda detenerlas, pero tampoco me importa haber llamado la atención de Emi, de todos modos se lo iba a decir.

-¿Quien?- pregunta claramente confundida

-Es Braian- mi explicación parece dejarla aun mas confundida -Ayer Matias recibio una golpiza y tengo motivos para creer que él fue el culpable- Emilia se queda en silencio procesando mis palabras -Necesito que me lleves a su casa-

-No tengo ni idea de que me estas hablando, pero no quiero verme envuelta en ninguna de tus locuras, te lo aviso de antemano para que lo vayas sabiendo- aclara seria y yo asiento

-Si si, como digas, solo necesito averiguar su direccion para que me lleves y despues te puedes ir si quieres- digo apresuradamente y ella rueda los ojos

-Sé donde vive- dice luego de unos segundos en silencio y yo la miro esperanzada

-¿De verdad?-

-Solo sube antes que me arrepienta- rapidamente le obedesco y luego de unos minutos ya nos encontramos con rumbo a la casa del psicopata.
Las calles demasiado transitadas van quedando atras y las casas lujosas van haciendo acto de precencia. Si mi memoria no falla, nos estamos dirigiendo directo a uno de los barrios mas caros de la zona

-Emi ¿Estas segura que no te confundiste?- pregunto cuando detiene el auto frente a una mansion. Detras de las rejas se ve que es blanca, con un gran jardir y derrocha encanto.

-Por supuesto que no, Sebastian vive justo ahí- se defiende mientras señala una mansion parecida un poco mas adelante ¿Quien lo diria? El molesto habia resultado ser rico, pero no de esos que viven alardeandolo. Eso le suma otro punto.

-Gracias, si quiere irte antes que toque el timbre no tengo problema- digo y me paro el la vereda, sin embargo ella no se va, sino que incluso apaga el motor

-Sigo creyendo que es una locura, pero no te pienso abandonar, nena- sonrio mientras la veo estirarse al asiento de acompañante -Pero tampoco me pienso bajar y que me tilden de loca junto a ti, tengo una reputacion que mantener-

Sacudo la cabeza y finalmente toco el timbre.

Pasan solo unos segundos, cuando una señora me abre. Es rubia, de ojos verdes, vestida elegantemente y que no debe superar los cincuenta.

-Hola, disculpe la molestia, pero estoy buscando a Braian Smith ¿Él vive aquí?- pregunto atropelladamente y la mujer sonrie

-Hola, soy su madre, pasa que ya lo llamo- me invita abriendo más la puerta y yo rapidamente niego con la cabeza

-No hace falta, solo será un minuto- me justifico, aunque solo quiero evitar entrar a la casa en donde se encuentra su hijo psicopata. La mujer asiente y yo casi no puedo evitar suspirar aliviada de que no haya insistido.

Luego de unos minutos de espera, la puerta se vuelve a abrir y del otro lado aparece Braian.

Al verlo, todo lo que tenia pensado decirle desaparece de mi mente. Un leve escalofrio me recorre completa y las manos me empiezan a sudar

-¡Jess! ¡Que sorpresa!- exclama al verme y solo necesito esas palabras para que mi sistema vuelva a ponerse en funcionamiento.

-Vamos a ir directo al grano ¿Que te hace pensar que puedes actuar sobre mi vida solo porque se te de la gana?- él me mira como si no comprendiera y eso hace que mi rabia aumente

-¿A que te refieres?-

-¿A que me refiero?- saco el celular de Matias y se lo tiendo -A esto, ya me di cuenta que eres tu, no trates de seguir ocultandolo- Braian lee atentamente los mensajes como si fuera la primera vez. Por un momento temo haberme equivocado, temo que haya sido una locura como dijo Emilia, pero luego recuerdo las coincidencias y me tranquilizo. Veo como su mandibula se tensa y murmura alguna maldicion por lo bajo

-¿Y bien?- pregunto mientras tomo una postura desafiante

-No soy yo el que te envio este mensaje- dice finalmente y lo miro con una ceja alzada

-¿Ah no?¿Entonces quien?-

-No te lo puedo decir- murmura mientras aprieta el movil en su mano. Él sabe quien es

-Bien, si tu no eres entonces no tiene que preocuparte que haga la denuncia y lleve los mensajes, el numero, y el testimonio de Matias para colaborar- digo desafiante y él me mira con, lo que parece ser, una chispa de miedo

-No lo hagas- pide y yo sonrio

-¿Me diras quien es?-

-No-

-Bien, entonces nos vemos en la comiseria- dicho esto le arrebato el telefono y empiezo a caminar hacia el auto de Emilia, la cual me mira sorprendida

-¡No hagas la denuncia!- lo ignoro y sigo caminando hasta que mis dedos tocan la manija y todo se congela -¡Fue Gastón!- grita desesperado -¡Si lo denuncias y lo decubren irá a prision!

¡No seremos un cliché!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora