CAPITULO 8

5 1 0
                                    

-¿No te cruzaste con Braian?- el dia que Emilia me salude con un "Hola Jess" creo que se acaba el mundo

-Si, pero se puso a conversar con Marchall y decidí bajar, sentia que estaba de más ¿Vamos?- dije con tono desinteresado

Emilia asintió e iba a decir algo, cuando la melodia de su celular la interrumpió. Hizo un gesto para que aguardara y cuando leyó la pantalla, una sonrisa tonta se le dibujo en los labios. Genial, ahora tambien sobro aca.

-Hola- se mordio el labio y me dedico una mirada nerviosa, asentí dandole a entender que no pasaba nada y luego empecé a caminar alejandome. No debe ser muy comodo estar hablando con tu novio y que alguien te esté mirando como si estuviese a punto de vomitar.

Emilia ya habia quedado media cuadra atras, pero aun podia escuchar sus risas de tonta enamorada y alguna que otra frase extra azucarada. Asco.

No viendome capaz de soportar ningun otro "No, yo más", saqué los auriculares y despues de hacer todos los malabares para lograrlos desenredar, los enchufe a mi celular y con la dulce voz de Jesse & Joy hise el recorrido hasta la escuela.

Luego de una tres canciones, ya me encontraba en la puerta de la secundaria.
Aun con los auriculares activados, caminé hacia la plaza de enfrente. Al parecer era la segunda vez que llegaba con tiempo de sobra, porque las afueras aun se encontraban algo vacías.

Camine pacientemente hasta encontrar un banco libre y sin pensarlo dos veces me senté para disfrutar los minutos que faltaban hasta el toque de timbre.

Estaba sonando Me soltaste, cuando alguien toca mi hombro llamando mi atención. Habia estado tan desconcentrada que no habia notado al chico que tenia sentado a mi lado. Rapidamente me quité los auriculares

-Perdon por molestarte, pero acaba de tocar el timbre-

Adios a los minutos que habia ganado llegando temprano. Ahora igual deberia correr si es que queria llegar medianamente a tiempo

-Oh, gracias por avisarme- dije mientras me levantaba de un salto y empesaba a juntar mis cosas

-Descuida, aun estás a tiempo- a simple vista parecia de esas personas que siempre aparentan estar felices

-¿Y tu no entras?- pregunté cuando ví que no tenia intenciones de pararse.

Negó con la cabeza.

-Yo ya egresé el año pasado- dijo risueño, mientras que me daba un golpe mental. Obviamente no iba a entra si ni siquiera llevaba mochila.

-Oh, entonces adios...y gracias- grité mientras corria a las puertas aun abiertas.

La portera pareció apiadarse de mi, porque espero a que entrara para cerrar las puerta y luego empezo la carrera por los pasillos hasta que llegue a la puerta de mi aula que -como era de esperase- ya estaba cerrada.

Timidamente toque la puerta y desde adentro se oyó un pase. Cuando abrí la puerta, todos voltaron a verme.

Odio llegar tarde solo por eso.

Generalmente llego con los minutos justos, pero suficiente para entrar con los demás, sin embargo esta semana ya voy llegando dos veces fuera de hora. Sin duda que voy de mal en peor.

-Oh, Simeone- volví mi atención hacia la profesora Diaz. Al menos no fue de nuevo con el amargado de matematica pensé con alivio -Justo llega a tiempo- la mire con una ceja alzada ¿Acaso no ve que llegue tarde? -Estoy asignando los grupo para el trabajo que haran para la semana que viene-

-Ah- eso fue lo unico que salió de mis labios al escuchar la palabra trabajo y semana que viene en una misma oración

-Usted irá con Angeleri-

¡No seremos un cliché!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora