-Correte, niña, tengo cosas que hacer- me empujó levemente hacia un costado, pero como mi terquedad es mayor que todo, lo ignoro y vuelvo a obstaculizar su camino-Por favor, solo necesito que me respondas algo simple:¿Porqué te alejaste de mi cuando supiste que era Jessica Simeone?-
-Solo no queria problemas-
-Pero no aparentas ser alguien que le huya a los problemas, al contrario, pareces de esos que los buscan- él, al escuchar mis palabras, se pone a reir, logrando que lo mire con una ceja levantada
-Eres lista, ahora entiendo porqué le gustas-
-¿Le gustas?¿A quien le gusto?-
Deja de reir y luego sube al auto sin que pueda impedirlo. Oh no, no escaparás tan facil esta vez.
Rapidamente abro la puerta del copiloto y trepo al auto.
-Respondeme- exijo y el suspira resignado
-Antes cierra la puerta- pide. Sin pensarlo, obedesco y entonces el mismo sonido de las puertas que sentí en el auto de Gaston se hace presente. Estoy encerrada.
-Responde y luego abre la puerta- exijo y el vuelve a reir
-Soy el mejor amigo de Gaston y lamento decirte que lo segundo no se podrá- dice antes de darle vida al motor
-¿Como que no...?- mis palabras se pierden cuando el acelera el auto y salimos a una velocidad superior a la permitida para circular en el centro -¡PARA PARA!- los gritos me queman la garganta, pero no importa, le tengo terror a las altas velocidades -¡POR FAVOR!- me ignora una vez mas y empiezo a llorar.
No se cuanto tiempo pasa hasta que siento el auto detenerse y saltar los seguros.
Tengo el rostro empapado y el corazon latiendo ferozmente, nunca tuve tanto miedo en mi vida
-Yo lo lamento, no crei que hablaras en...-
-¡CALLATE!- grito histerica -¡Te dije que pararas!¡Te lo pedí por favor y me ignoraste, ahora no digas que lo sientes!- abro la puerta con furia, pero cuando intento salir corriendo sin importar el dolor del pie, mi cuerpo choca contra algo -o alguien- y casi caigo, de no ser porque unos brazos me atrapan
-Ahí la tienes, Marshall, pero ni sueñes que se repita- al escuchar a Jonathan, me separo de la persona que me abraza y me encuentro enfrente de mi edificio...y de Gaston
-¿Tu fuiste el que me mando a "secuestrar"?- pregunto sin expresión para no interferir en su respuesta.
Él asiente e intenta acercar su mano a mi rostro para secar mis lagrimas, pero se lo impido.
-No quiero que vuelvas a acercarte a mi- escupo con rabia haciendo que me mire confundido
-Jessi...-
-NO, si no te alejas tu, me vere en la obligación de hacerlo yo, no pienso soportar ningun problema mas por tu culpa- sentencio y el me mira sorprendido
-Jessi, yo...-
-Jessi nada, no te quiero volver a...-
-NO- ahora en mi turno de mirarlo sorprendida -Ya estoy cansado de callarme la boca, de ser...- negandome a seguir escuchando, empiezo a caminar lo mas rapido posible hacia el interior del edificio. Gaston no hace nada para detenerme, al contrario, abre las puertas para mi.
Si la situación hubiese sido otra, probablemente preferia subir por las escaleras, antes que recibir un favor de su parte, pero no me queda otra.
Ingreso en el ascensor junto a él y cuando empezamos a subir, él se hacerca a los botones, aprieta algo y luego se siente un crujido, una sacudida y despues nada.
Ya no hay movimiento. No subimos ni bajamos, estamos quietos, atrapados...
-¡¿COMO SE TE OCURRE?!- grito cuando analizo la situacion y el causante.
Gaston se encoje de hombros
-Tenias que escucharme- responde con indiferencia mientras se coloca frente a mi
-¿Y no me lo podias decir de una manera normal?- pregunto y él niega
-No me hubieses escuchado-
-Tienes razon, nunca te escucharé, eres un idiota- trato de buscar mi movil, pero quedo dentro de mi bolso en...
-¡La heladeria! Santiago querra matarme cuando se de cuenta que no estoy- me lamento en voz alta y es ahí cuando todo sucede muy rapido como para poder reaccionar.
Gaston se abalanza sobre mi y me empieza a besar con fiereza.
Trato de empujarlo, lo araño, lo pateo, pero parece blindado. Nada lo desvia de su objetivo y entonces me dejo llevar.
Nunca en mi vida habia besado a alguien y el primero fue robado por la misma que me robó el segundo.
Cuando el aire nos empieza a faltar, él se separa solo unos centimetros
-Eres mia- solo hacen falta esas dos palabras, para que la burbuja se rompa y la realidad me vuelva a golpear.
Nuevamente empiezo a forcejear, pero esta vez toma mis manos y las atrapa sobre mi cabeza dejandome completamente indefensa
-Eres mia- repite
-No soy tuya ni de nadie, no confundas a las mujeres con objetos, idiota- aclaro y el rie sin separarse ni soltarme
-Si lo eres, mia y solo mia-
-Tengo novio y no es mi dueño, menos lo vas a ser tu- dijo aferrandome a la ultima esperanza, pero inmediatamente me arrepiento.
Él vuelve a besarme, sin embargo, aprieto mis labios para impedir que lo profundise. Me intenta besar con mas fiereza, pero no doy brazo a torcer. Finalmente se aparta y me mira con los ojos ardiendo de furia
-Te dije que no soy tuya- digo con burla, pero en vez de enojarse mas, dibuja una sonrisa lobuna antes de atacar mi cuello y empiezar a ¿succionarme?
¿Acaso es un vampiro? Aunque no sentí los colmillos.Forcejear es en vano y él lo sabe tanto como yo, sin embargo no pierdo las esperanzas. Luego de un momento, finalmente se separa y observa mi cuello satisfecho
-Ya llevas mi marca, eres mia- dice burlón, pero yo lo miro sin comprender
-¿Que marca?-
-Cuando te veas al espejo lo sabras-
Y luego me vuelve a besar. Esta vez me vuelve a tomar desprevenida y vuelvo a caer en su juego
-¿Que crees que pensaria tu "novio" si nos viera ahora?- pregunta con la respiración agitada a centimetros de mi boca
-Que me sigue amando como el primer dia al igual que yo- respondo y él vuelve a arremeter contra mi boca
-¿Y ahora sigue pensando lo mismo?-
-Si, exactamente lo mismo- digo desafiante y cuando intenta volver a besarme, lo ataco con un golpe bajo aprechando que está desprevenido. Inmediatamente cae al suelo aullando de dolor y yo aprovecho para atacar los botones del ascensor, pero ninguno parece servir de algo. Cuando estoy a punto de tocar un boton que llama mi atención, unas manos me toman de la cintura y me obligan a girar
Estoy por darle vuelta la cara de una bofetada, que tres palabras me dejan congelada
-Me gustas, Jessi-
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¡No seremos un cliché!
Romance"No somos fríos por falta de sentimientos, sino por abundancia de decepciones" Con padres desconocidos y teniendo casi dieciocho sin haber tenido ningun novio, concidero que el amor solo existe en los libros. En la vida real no existe tal sentimient...