¡No seremos un cliché!

CAPITULO 18

Lunes.

Como odio los lunes

Los detesto

Los domingo seria mas lindos si no exitieran

Aunque estarian los martes en su lugar...

Pero hoy es lunes

Conclucion del dia: debo levantame temprano...

Y odio los lunes.

A la peresa que ya me caracteriza por las mañanas, hoy debo sumarle mi esguinse. Otro motivo para mi mal humor.

Miro la hora 07:30.

Tenia planeado levantame más temprano, pero el boton de posponer se vio muy tentador...tres veces, para ser exacta y ahora me atenia a las consecuencias de mi peresocidad, si es que esa palabra existe.

Con los ojos casi cerrados, caminé -o arrastré- hasta el baño y cuando el agua fria me golpeó el rostro, logre despavilarme un poco, solo un poco. Agradecí enormemente el haberme bañado en la noche, de otra forma ya estaria descontando la idea de llegar a tiempo a clases.

Cuando ya estoy alistada y veo que solo tengo veinte minutos me decido por comprar algo para desayunar en el camino.

Cierro mi departamento y despues de asegurarme que todo está en su lugar, empiezo con la dura tarea de caminar, gracias al cielo los ascensores andan, de otra forma ya me estaria dando un ataque

Me adentro en el ascensor y justo cuando las puertas estan por cerrarse, alguien se cuela dentro.

Hoy no es mi dia

-Hola- el tono frio que usa me descoloca, esperaba algun comentario molesto.

-Hola- respondo con tono sorprendido, algo que hace quererme golpear la cabeza contra la pared del ascensor. Gaston dibuja una media sonrisa, pero no acota nada.

Veo los numeros correr a un ritmo mas peresoso que yo por las mañanas y eso es muy lento.

Cuando al fin veo que marca la planta baja, dibujo una sonrisa inconciente y me posiciono delante de la puerta anciosa por salir. No digo que estar cerca de Gaston me haga senti incomoda, pero su silencio me perturba un poco.

Las puertas al fin se abre despues de lo que parece ser una eternidad y salgo lo mas rapido que mi nueva amiga, "la bota", me lo permite, lo cual es medianamente igual a una abuelita.

Al salir afuera, los rayos del sol matutino me encandilan y entrecierro los ojos, pero puedo percibir claramente la sombra que pasa a mi lado: Gaston.

Él camina hacia el auto que ví el dia que conocí a su madre.

Cuando ya está a punto de entrar en el, se gira hacia mi con una sonrisa. Mis mejillas se encienden al analizar la situación en la que me encuentro. Estoy parada en la entrada del edificio, observandolo y él mirandome con socarroneria. Idiota. Rapidamente le quito la mirada.

Ignorando la manera en la que empezó mi mañana, quiero que hoy sea un buen dia, pero para eso debo llegar a tiempo a clases y no con los minutos, o segundos, contados.

A pesar de ser "la hora píco" la vereda se encuentra bastante liberada, algo que agradesco, no seria muy agradable tener que caminar por la multitud con mi pie en las condiciones que está

-Sube que te llevo- al buscar a Gaston con la mirada, lo encuentro a mi lado. Va con el auto a mi ritmo y la ventanilla abierta.

-No gracias, estoy bien- la verdad me agradaria ir en auto, pero Emi no va en el suyo y no quiero molestar a Santiago.

-Tienes que hacer cinco cuadras con el pie así y solo faltan quince minutos, no seas terca- insiste, pero vuelvo a negar

-Ya te dije que estoy bien, si hubiese querido ir en auto habría llamado Santi- aclaro y sigo con mi camino sin esperar respuesta.

Por unos segundos no escucho nada, pero luego está la acelerada y él ya se encuentra nuevamente a mi lado.

-Sube, no puedes ir caminado- su tono vuelve a ser el mismo que usó en el ascensor.

Me giro hacia el y luego le enseño mi movil.

-¿Ves esto? Ahora lo voy a usar para llamar a Santiago y el me vendra a buscar ¿Contento? Ya puedes irte- sin darle tiempo a responder, empiezo a buscar en mis contactos hasta que el nombre "SantiElMejorLejos" aparece, sonrio inconcientemente mientras recuerdo el dia que tomo mi movil y él mismo se agendo así.

Estoy por pulsar el verde, cuando el movil desaparece de mis manos

-Devuelveme eso- exijo al ver a Gaston frente a mi.

-¿Santi el mejor lejos?¿Acaso son novios?- estoy a punto de negarlo, pero entonces una idea llega a mi mente

-Sí, desde hace tres semanas, ahora dame eso si no quieres que te rompa todos y cada uno de los huesos cuando se entere que le robarte el movil a su novia- amenazo, pero él no hace más que apretar mi movil, tanto que casi puedo escuchar la pantalla crujir -Gaston, lo vas a romper- digo, pero al ver que me ignora, me armo de valor y tomo su mano intentando quitarselo.

Trato que abrir sus dedos, pero es evidente que tiene mas fuerza y no hay nada que hacer

-¿Sabes qué? Cuando quieras dejar de comportarte tan infantil, me lo devuelves, ya sabes donde vivo- digo con cansancio, sin embargo, cuando intento alejarme, unos brazos me toman de la cintura y mi espalda choca contra su pecho -Oh vamos, Gaston, no tengo tiempo para jueguitos, ya estoy llegando tarde a clases y todo por tu culpa- exijo intentando liberarme de su agarre, pero me resulta tan imposible como sacarle el movil.

-¿Vas a subir al auto?- pregunta con la cabeza apoyada en mi hombro y yo niego, no voy a dejar mi orgullo -Entonces no tienes tantas ganas de llegar a clases, porque no te soltare hasta que subas- dice y luego empieza a oler mi cabello ¿Y ahora que bicho le picó?¿Acaso le agarro complejo de perro?.

Empieza a ajustar mas su agarre y estamos en una posición que se puede malinterpretar facilmente, especialmente por la vecina de enfrente, que es bastante buena para divulgar información ajena. Adios orgullo, fue lindo mientras te pude mantener a salvo.

-Esta bien- digo finalmente en un casi-susurro.

Gaston deja de oler mi cabello y besa mi oreja, haciendo que un escalofrio me recorra completa

-¿Que dijiste? No lo escuche- dice con tono burlón y yo hiervo de rabia

-No lo voy a repetir, ahora sueltame ¡ya!- exijo en medio de un forsejeo vano

Se mantiene en silencio por unos segundos y luego deja un beso en mi cuello.

No caere.

Dos roces...

Tres...

Cuat...

-¡Esta bien, me subiré a tu estupido auto, ahora sueltame de una vez!- grito y el rie, para finalmente dejarme libre. En otro momento probablemente estaria corriendo, pero hoy la bota me lo impide y él lo sabe. Idiota.

A regañadientes, me subo en el asiento de copiloto bajo su mirada burlona.

-No puedo creer que Jessica Simeone este sentada en mi auto, a veces el orgullo no es suficiente- se burla. Doble idiota.

Estoy por bajarme, que siento un sonido que me resulta conocido. Cuando tiro de la manija y la puerta no se abre lo confirmo: acaba de trabar las puertas.

-Acaba de abordar el "Marchall express" ahora abrochense los cinturones y preparense para...-

-Solo arranca que ya son 07:53 y aun debo desayunar- interrumpo su discurso sin sentido y él suelta un bufido

-Siempre aburrida- murmura por lo bajo, pero no opino nada. Estoy mas preocupada por mi desayuno

Moriré si no llego a tomarlo.