talk - jhope

「 c u a t r o 」

Hoy es día miércoles. Son apenas las nueve de la mañana y ya estoy agotada. Luego de insistirle a mi padre para que me dejara quedarme en casa otra vez, y recibir una respuesta negativa unas quince veces, me encuentro arrastrando mis pies perezosamente por los pasillos de la escuela.

El día es una mierda por varias razones. Yoongi solo me dice monosílabos desde el lunes, Boo probablemente estará todo el día pegada a Jimin, y Taehyung apenas me habla. Está enfadado conmigo por no haberle contado al respecto y por "haber permitido que Hoseok me tratara así".

Si tan solo supiera que Hoseok es un sol andante, Taehyung estaría rogándome para que arregle las cosas con Hoseok.

Aunque creo que nunca hubo nada, así que ni siquiera puedo repararlo.

Por alguna razón, no me dirijo al salón. Mis pies me llevan como por instinto al laboratorio de biología, después de todo, de nada me servía entrar a clases. No podría concentrarme ni aunque el mundo dependiera de ello.

Me quedo de pie a unos metros de la puerta. No soy consiente de que ya he subido los tres pisos hasta que la gran puerta gris del laboratorio aparece frente a mí. Doy una larga respiración antes de dar un par de pasos y tomar el pomo.

—¡Hoseokie! —Una voz aguda proveniente del otro lado de la puerta me hace soltar la manilla y dar un paso atrás. Frunzo el ceño mientras mi mente comienza a funcionar a mil revoluciones por segundo.— ¡Yah, Oppa! ¡Qué pesado eres!

Se escucha una risa cantarina y melódica, seguida de un suspiro.

—Oppa, ¿ni siquiera vas a mirarme?

—Hye, ¿cómo me encontraste? —No puedo reconocer el tono que Hoseok está usando, jamás lo había escuchado hablar así.— Ya vete.

—¡Oppa, no seas grosero conmigo! —Chilla y vuelve a reír.

Ella tiene una risa tan linda, y yo ni siquiera puedo hacer eso.

—Lo siento. —Su voz de pronto suena apagada.— Es un mal día. ¿Qué necesitas, Hye?

—Quiero pedirte algo, Oppa.

Como siga llamándole "oppa" voy a aventarla de las escaleras.

—¿Qué cosa?

Hay un silencio y luego una nueva risita.

—¡Salgamos otra vez, oppa! —Grita y puedo oír un golpecito. Probablemente ella dio un brinco para captar la atención de Hoseok.— He estado muy sola desde que nos separamos. ¿No me quieres, oppa? —Su aegyo es tan exagerado que probablemente un unicornio acaba de morir. Retrocedo un paso más luego de analizar lo que ella acaba de decir.

¿Está con su novia? ¿Terminaron?

Tras un largo silencio, ella vuele a chillar.—¡Sé que tú también me extrañas! —Resopla y otro golpecito, puedo imaginarla dando un salto otra vez.— ¿O es que esos rumores con la calladita son verdad?

¿Qué?

—¿Qué?

—¡Sabes bien de que hablo! —Exclama refunfuñando.— Oppa, nada de eso es cierto, ¿verdad?

Sé que debo irme, que no debería escuchar esto, pero mis pies se mantienen pegados al suelo.

—Por supuesto que no. —Suelta Hoseok. De pronto, su voz se eleva violentamente.— Nada de eso es verdad.

—¡Qué alivio! —Chilla la chica mientras aplaude. Qué exagerada. Oigo movimiento, y luego Hoseok da un fuerte suspiro cansado.

—Hyeji. ¿Qué estás haciendo?

—Estoy sentándome en el regazo de Oppa. ¿Duh? —La chica suelta otra risita musical, y definitivamente asumo que sigo aquí de pie por puro masoquismo.

—Hye...no creo que-

—¡Oppa! ¡Eres tan lindo!

—Suficiente. —Vuelvo a oír movimiento. Una silla arrastrándose, y luego pasos.— Si no te vas tú, me voy yo.

La puerta del laboratorio se abre estruendosamente, y Hoseok aparece frente a mí con los labios fruncidos y unas ojeras que podrían considerarse enfermizas.

Me quedo pasmada, estoy apretando las manos con tanta fuerza que comienzo a hacerme daño en las palmas.

—Minnie...—Murmura. A sus espaldas, aparece la silueta de Hyeji, que al instante se pega a Hoseok como una estampilla.— No es-

—Sabía que ibas a estar aquí. —Volteo al oír una voz grave a mis espaldas, Taehyung me observa atentamente desde el último tramo de escaleras. Me sonríe tranquilamente, como si la tensión en el ambiente no fuera palpable.— ¿Vamos?

Le dirijo a Hoseok una pequeña sonrisa, y me obligo a no llorar frente a él. Hago una rápida reverencia y cojo la mano de Taehyung al vuelo, mientras tira de mi rápidamente escaleras abajo.

Cuando llegamos al primer piso, espero un largo sermón y cosas como "¿Por qué eres tan masoquista, Sunmin?". Así que me sorprendo cuando Taehyung me abraza con fuerza contra sí, envuelvo mis brazos a su alrededor y finalmente me quiebro.

Me quiebro como una ramita seca que ha estado soportando por años el peso de una roca encima.

—Somos amigos desde los nueve, así que siéntete con total libertad de empapar mi uniforme. —Bromea. Le doy un golpecito en el hombro, aún así no lo suelto. Nos quedamos así por unos dos minutos, hasta que Tae interrumpe el silencio.— Tu padre me llamó.

Me alejo ligeramente para observarlo con el ceño fruncido. Taehyung juega con mechones de mi cabello, por su expresión, sé que no sabe cómo empezar.

—Iré al punto, Minnie. —Suspira y vuelve a abrazarme.— Te han citado en dos semanas. Encontraron algo nuevo en tu caso. Algo que podría ayudarte a recordar qué pasó el día en que perdiste la voz.