「 d i e c i s i e t e 」

3.7K 386 119
                                    

ANTES DE LEER:
Primero, quiero darle las gracias. ¡Ya somos 5000 leídas!

No tienen idea de lo feliz que me hacen sus comentarios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No tienen idea de lo feliz que me hacen sus comentarios. Leo cada uno de ellos, y cada día me convenzo más de que son unas preciosuras. Les adoro.

Segundo: vIERON EL VÍDEO DE BANGTAN?!?!1!3!133!!!
[quierolloraraxulio]
Jeon Jungkook, te mereces el cielo completito.

Ahora sí, disfruten del capítulo.
–Blue


🔕

—Minnie...

Oigo la voz de Hoseok titubeante, y al instante cierro los ojos con fuerza. No tengo energías para lidiar con él en este momento. Ni siquiera puedo lidiar conmigo misma. Me siento inversa, completamente hundida en un torbellino de emociones que se arremolinan en torno al chico sentado a mi lado.

Siempre en torno a Jung Hoseok.

El castaño suelta un suspiro cansado y veo de reojo como remueve con frustración su flequillo hacia atrás. Creo que está esperando a que yo haga algo, pero me limito a girar por completo hacia la ventanilla. Una palabra más y voy a-

—¿Por qué lo besaste? —Farfulla al cabo de unos segundos. Algo en su voz me deja bien en claro que está cabreado conmigo, y no sé si reírme o llorar.— Después de esto, él no va a dejarte en paz. Maldición, Sunmin. Eso fue tan jodidamente...irresponsable.

Me quedo pasmada. Estoy flipando, en serio. La rabia sube como bilis por mi garganta, y la impotencia de querer decir tantas cosas y no poder hacerlo, termina por sobrepasarme. Esbozo una sonrisa a pesar de que los ojos se me llenan de lágrimas, y me esfuerzo en respirar hondo para no tener una maldita crisis de pánico dentro del automóvil.

Pero ya es muy tarde, porque de pronto, la cabina del 4C me parece más pequeña que una cajita de fósforos.

Por alguna razón, mi cerebro comienza a recopilar información que en algún momento fue importante, pero que yo misma decidí desechar, como el pequeño peluche azul que un desconocido dejó frente a mi puerta hace un par de días. Luego, recuerdo gritos. Gritos incesantes y desgarradores, repitiéndose una y otra vez. Alguien estaba suplicando por piedad. Y yo lo veía, lo veía y no hacía nada por ayudarlo.

Siento de manera casi palpable los sollozos desesperados de Boo el día en que fue a verme al hospital y Taehyung tuvo que decirle que yo ya no podría hablar. Recuerdo a Yoongi intentando calmarla y las lágrimas cayendo por sus mejillas níveas. Hasta ese entonces, jamás había visto a Yoongi llorar.

Por un instante, veo a mi mamá. Se notaba triste, como siempre que papá llegaba del trabajo. Tenía ojeras grisáceas, el cabello lacio y la misma nariz respingona que yo. Un día me obsequió una caja de lapiceras y me confesó que yo era la única razón que tenía para seguir viviendo.

talk - jhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora