「 o c h o 」

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-¿Cómo estuvo todo?

Mi padre me recibe con expresión adusta y una pose que en otro momento me hubiera causado gracia. Está sentado en el sillón reclinable con un periódico al revés entre las manos, los lentes algo ladeados y el cenicero a su lado vacío. Papá ni siquiera fuma, pero supongo que este es su intento de lucir serio e intimidante para imponer respeto a su única hija.

Le hago señas indicándole que todo está bien. Me mira de arriba a abajo, como buscando indicios de que miento.

-Mingyu dijo que él te traería.

Ruedo los ojos y vuelvo a hacer señas, esta vez con algo de brusquedad.

"Vino a dejarme, pero no quiso entrar."

Papá se limita a asentir para luego reacomodar sus lentes. Quiero decirle que el periódico está al revés, pero me parece una pérdida de tiempo. Me despido con la mano y doy la media vuelta antes de que pueda decirme algo más.

Me encierro en mi habitación y me quedo de pie en el centro abrazándome a mi misma. Siento ganas de echarme a reír cuando veo mi reflejo en el espejo de cuerpo completo junto a la puerta. Tal parece que no basta un par de jeans y algo de delineado para volver a ser la yo de antes.

Qué fracaso.

Doy un par de vueltas y termino dejándome caer sobre la cama como un peso muerto. Estoy agotada en todos los sentidos posibles.

Luego de salir huyendo, Mingyu me alcanzó y me trajo a casa en su lindo Chevy remodelado. Cuando salimos de los estacionamientos pude ver a Hoseok discutiendo con el mismo chico que le ordenó subir al escenario cuando estaba conmigo.

Ni siquiera intentó seguirme.

No sé cómo sentirme al respecto. Estoy considerando la opción de alejarme sin más, o tal vez hacerle caso a papá y cambiarme de escuela. Tal vez lo que necesito es un reinicio, más que un botón de pausa.

Hago un esfuerzo y vuelvo a levantarme, me quito los jeans negros para cambiarlos por un short de dormir color gris. Estoy a punto de quitarme el crop cuando siento que abren la puerta de mi habitación.

Cierro los ojos con fuerza, intentado alinear mis chacras con Neptuno y todo el maldito sistema solar si es necesario para no discutir con papá. Odio que haga eso. Creo que a veces olvida que aún puedo escuchar, y que sigo siendo un ser humano que merece algo de privacidad.

Sigo dándole la espalda a la puerta, hasta que oigo ese ligero sonido que se produce cuando alguien traga con demasiada fuerza.

Giro sobre mis talones descalzos y de haber podido, habría dado un chillido.

-¡Shh, no grites! -El chico da un paso apresurado y me cubre la boca con ambas manos. Aprovecho la cercanía para golpearlo en la ingle con la rodilla, y es él quien suelta un chillido.

-Imbécil. -Hoseok aparece en mi puerta y da un grito ahogado mientras aparta al chico de mí tomándolo por los hombros con algo de brusquedad.- ¿Eres retrasado o algo así? ¿Eh? -Lo vuelve a golpear en el pecho para alejarlo de mi metro cuadrado.

El chico me da una mirada extrañada hasta que la comprensión llega a sus ojos. Pone cara de haber recordado que es el hijo de la reina de Inglaterra y luego se da un sonoro golpe en la mejilla.

-Perdón, yo...ah, lo olvidé. -Murmura. Sus mejillas adquieren un leve tono rojizo y hace una reverencia a regañadientes en mi dirección, aunque nadie se lo pidió. El gesto desentona totalmente con su apariencia: camisa negra, jeans negros, chaqueta negra de cuero, cabello rubio.

talk - jhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora