Diario de Ana Rivera

Reflexiones

Le doy una última calada a mi habano y oigo la puerta abrirse.

A- ¡¡Clara lárgate te he dicho que no quiero ver a nadie!!

M- (silba) Madre mía… sí que estas tocado tío, ¿no será por lo del hall?

No, en estas galerías no hay secretos. Me levanto y me dispongo a servir una copa del whisky más fuerte de mi despensa y tirar el habano dado que ya lo he acabado.

A- ¿Quieres una?

M- No, gracias estoy de turno.

A- Soy tu jefe, yo mando, toma.

M- Esta bien, pero señor director, ¿no cree que no da buena imagen que su jefe de planta se haya emborrachado?

Lo dice y ambos reímos, Miguel es único para las bromas y para levantar la moral, recuerdo cuando éramos niños y mi madre cancelo la boda con Carlos porque mi padre había regresado, yo estaba muy triste y a él se le ocurrió ir a la azotea y tirar esos aviones de papel que tanto me gustaba hacer.

Lo pasamos en grande… en la azotea… ahí bese a Laura… Laura mi mejor amiga…

M- ¿En qué piensas?

A- (sonrió) En Laura

M- Tío vi lo que paso y también te oí hablar con ella… creo que no merece esto…

A- En eso estamos de acuerdo —interrumpo.

M- No me refiero a eso.

A- ¿Qué quieres decir?

M- Sabes perfectamente lo que quiero decir, si de verdad la besaste, no me creo que le hayas dicho que todavía quieres a Cristina.

A- Cristina está muerta joder –digo balbuceando, no creo que me haya entendido.

M- Cálmate, te entiendo. –me tiro en el sofá y él me sigue.

A- ¿Y porque me pides entonces que la olvide?

M- ¡NADIE TE PIDE QUE LA OLVIDES! Nadie la va a olvidar, Cristina era una tía cojonuda, quiero decir, se paso toda su vida intentando ayudar a su madre
y lo consiguió, ayudaba a todos y siempre te ponía una sonrisa pasase lo que pasase por so corazón, era grande –empiezo a llorar de nuevo pero me corta— ¡ERA GRANDE! Era muy grande y todos lo sabemos, pero tienes
que darte una oportunidad, no es traición ¿me oyes? ¡No es traición! Ella querría que fueras feliz y Laura lleva mucho tiempo intentando que lo seas
y demostrándote lo importante que eres para ella ¿La vas a dejar ir? Mira Alberto, hay decisiones en la vida que nos definen como personas y si la dejas ir te vas a arrepentir, Valencia está muy lejos…

A- Quizás tengas razón… tengo que pensar, oye ¿porque has venido? ¿necesitas algo?

M- Si, he venido a verte porque creo que mi hermano esta casi convencido para volver ¿sigue libre su puesto?

A- ¡Eso es maravilloso! No me digas más… ¡Paula! —Nos echamos a reír— Si, aun no he
contratado a nadie, que vuelva cuando quiera –me levanto.- Y ahora si me disculpas tengo trabajo.

M- ¡Si, señor! —abre la puerta— ¡Nos vemos mi Sargento! —cierra y se va.

No sé qué haría sin ellos, tienen tanta razón, quizá Miguel este en lo cierto y debería correr a por Laura y plantarle un beso de película ¿o debería dejarla marchar como ella ha decidido? Ojala alguien me dé la respuesta que estoy buscando…

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Siento la espera lectores de DDAR
Prometo que el próximo llegará antes😘 ¿Vosotros que creeis que debería hacer Alberto? ¡Quiero leer vuestras ideas! A la más creativa le dedicaré el capitulo siguiente🙌