Capitulo 6.

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Capitulo 6.

Al día siguiente desperté con una estúpida sonrisa en mi rostro sin ninguna razón aparente. Sin embargo, lo primero que se me pasó por la mente, fueron esos bonitos ojos y esa bonita sonrisa que poseía Camila. Esa sencillez, esa belleza. Ella.
La chica me llamaba tanto la atención, que mi mente podría estar girando alrededor de ella por todo un día y yo no tendría ningún problema con eso.
Era tan hermosa, pero no era esa belleza común, como la de muchas chicas, sino que era una belleza interna que se complementaba con su físico, pero Camila al parecer no le daba mucha importancia, hasta dudaba que supiera de ello, y eso me encantaba de ella. Que no se diera cuenta de que cualquier persona podría caer en sus brazos sin problema alguno.

Estaba yendo a la escuela, y estaba tan distraída, que tuve que frenar de golpe, casi yéndome hacia adelante con brusquedad, y agradecí que aquello no hubiera pasado.
Otra vez casi la atropello con mi moto.

-Camz. -grité.- ¿Se está haciendo una costumbre?

Suspiré algo asustada, viéndola fijamente por si algo le había pasado, sin embargo, ella solo estaba aferrada a un libro, mientras se reía con nerviosismo.

Camila: Lo siento mucho, es solo que estaba pensando en otra cosa. No vi que venías.

-Deja de pensar en eso, porque no pienso ser la culpable de tu muerte. -reí.- Debemos dejar esta sincronización, ¿Si?

Seguí con mi camino hasta el estacionamiento, y esta vez entré a clases, porque me sentía bien, sin ninguna preocupación, y sin ningún odio dentro de mi. Aquel que siempre estaba, tanto hacia las clases, los profesores, como a mis compañeros.
Me sentía estable para poder entrar a clases y prestar algo de atención, sin embargo, fue todo lo contrario.
Me distraje toda la clase, porque mi mente continuó pensando en Camila, por lo cual, no sirvió de nada entrar, al no entender nada. Parecía una niña, solo me faltaba escribir su nombre en las esquinas de mis cuadernos, y ya me daba por perdida.

Al terminar, fui rapidamente al comedor para buscar a Camila, tenía una idea para salir con ella. Solo de eso me sirvió la clase.
Cuando la vi, moviendo su cabello, y riendo con sus amigas, por un momento no quise acercarme, pero de igual manera lo hice. No podía dejar que mis propias barreras me impidieran acercarme.

-¿Camz, puedo hablar contigo?

Me senté a su lado, colocando mis manos sobre mi regazo, algo nerviosa por considerar la opción de ser rechazada. Y no era que me rechazaran siempre, sino que tenía algo de miedo que ella, al ser tan impredecible, se negara.

Camila: Hey. -sonrió con alegría.- Claro, ¿Qué sucede?

-¿Cenemos juntas?

Fui algo directa, más de lo que quise haber sido. Hasta a mi misma me dio miedo, y pensé que lo había arruinado, pero para mi suerte no fue así. Ella solo sonrió un poco más, y lamió sus labios, mirándome fijamente a los ojos.

Camila: Por supuesto. -asintió, quitando algunos cabellos de su rostro, colocándolos tras de su oreja. Que hermosa se ve.- Me encantaría.

Estuvimos unos segundos mirándonos y sonriendo, sin hacer nada más, y fue lo mejor que me ha pasado en meses, a pesar de ser algo tan simple y accesible.

Camila: hm.. Lauren. Ellas son Ally y Dinah. -las apuntó con su dedo índice, desviando la mirada.- Mis mejores amigas, falta una, Normani, que está enferma.

-Un gusto.

Les di una pequeña, pero amable sonrisa y me volví nuevamente hacia Camila. La que me miraba fascinada, lo que no entendí en lo absoluto, puesto que yo no tenía nada fascinante.

Don't Forget Me. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora