Don't Forget Me. «Camren»

Capitulo 22.

Capitulo 22.

*POV Camila.*

Normani: ¿Eres tonta o te haces?.

-Creo que lo soy.

Normani: ¿Por qué lo provocaste?, si no hubiéramos estado contigo te podría haber hecho algo peor, y Lauren lo mataba.

-Pero estoy bien, ¿sí?, y no volverá a hacerme algo.

Normani: Si no fuera por Lauren seguramente no estarías tan bien. Pero te agradezco que nos defendieras. -me abrazó con fuerza.- Y no lo vuelvas a hacer.

Me fui a la habitación de invitados para dormir, y como lo llevaba haciendo hace demasiado tiempo, lo último en lo que pensé antes de dormir, fue en Lauren.
En cada acto con los que ella me hacía enamorarme aún más.

Desperté soltando un suspiro y refregando mis ojos para espantar el sueño, el que no se quitó en todo el transcurso del día hasta que Lauren me llamó para avisarme que se encontraba afuera.
Cuando salí Lauren la vi hablando por celular y al miraron cortó de inmediato como si la hubiera descubierto haciendo algo malo.

-Hey, ¿Con quién hablabas?.

Lauren: Era.. -dijo algo nerviosa.- un número equivocado.

-Oh, está bien, ¿Nos vamos?.

Lauren: Claro, sube. -sonrió, besando mi mejilla.- ¿Recuerdas la primera vez que subiste a la moto?, casi me matas.

-Sí, si lo recuerdo. -reí, abrazándola con ternura y acariciando su cintura .- Que vergüenza.

Lauren: Fue muy tierno tu miedo por subir. -río, volteando su cabeza y conectando nuestros labios unos momentos.- Ya vámonos.

No sé a dónde nos dirigíamos por tener mi cabeza apoyada contra su espalda, y es que me encantaba sentirla cerca.
Llegamos a un edificio bastante alto, aquel que siempre miraba cuando pasábamos en auto con mis padres. Nunca supe qué había dentro, si oficinas, consultas o algo como eso.
Ella tomó mi mano y entramos corriendo por las escaleras hacia lo más alto de este, pareciera como si estuviéramos escapando de algo o alguien.

-Me estoy cansando. -hablé jadeando, deteniéndola para yo poder respirar.- ¿Por qué no subimos por el ascensor?, ¿Quieres matarme?.

Lauren: Ya falta poco, Camz. Vamos.

Me crucé de brazos y negué, frunciendo el ceño como niña pequeña, y al parecer le causó ternura porque besó mi frente, arrodillándose para tomar mis piernas y llevarme como un saco en su espalda..
Yo reía y pataleaba mientras sentía como todo la sangre de mi cuerpo se iba a mi cabeza. Comencé a dar golpecitos en su trasero, haciéndola reír.
Unos cuatro pisos más arriba ella me bajó y logré ver el lugar. Estábamos en la última planta del edificio, el que consistía en ser una piscina con demasiados pétalos de rosas rojas, que no lograban cubrir el agua por completo, pero aún así seguían siendo demasiadas.

-Mi amor. -mordí mi labio, abrazándola con fuerza.- Esto es muy lindo, pero.. no sé nadar.

Lauren: Tranquila. Yo te enseñaré. -me dio un delicado beso.- Dicen que soy buena enseñando, ¿Sabes?. Pero si te ahogas, la culpa será tuya.

Reí y besé su mejilla, separándome del abrazo para que ella pudiera sacar su camisa, solo quedando en sujetador.
Ella me sonrió y me quitó la camisa con lentitud, por si yo me negaba, lo que no hice a pesar de la gran vergüenza que me daba.
Luego de unos segundos ella desabrochó mis vaqueros y me los quitó, no despegando su mirada de la mía.
Yo miré al suelo, no sintiéndome intimidada por ella, sino asustada por si algo de mi cuerpo no le gustaba. Tenía miedo de no atraerle de esa manera.
Ella se apegó a mí y tocó mi barbilla, levantándola para que la observara.