Don't Forget Me. «Camren»

Capitulo 69.

Cap 69.

*POV Camila.*

El gran miedo se había esfumado de mi corazón cuando ella dejó de temblar, después de haber besado su frente. Una tranquilidad enorme se apoderó de mi y caí en un profundo sueño.
Desperté sin la acogedora compañía a mi lado, sin Lauren.
Me levanté de golpe buscándola por la habitación sabiendo que no se encontraría en el lugar. Bajé rápidamente y solo estaba mi madre y mi padre desayunando. Ambos me miraron dudosos, y confundidos.

-¿Dónde está Lauren?.

Pregunté turbada, esperando alguna respuesta.
Ellos se miraron entre sí, para luego dirigir su mirada a mi y negar rotundamente.
¿Estará bien?, ¿Por qué se habrá ido sin decir nada?.
Volví a subir a mi habitación para tomar una ducha rápida, cambiarme y salir de casa. Subí al primer taxi que pasó frente a mi, con dirección a la casa de Lauren, si algo le pasó juro que no lo soportaré y moriré.
En el taxi no lograba dejar de mover mis piernas y mis manos. A penas ver su gran casa asomarse por la ventanilla no pude dejar de sentirme inquieta, realmente estaba aterrada. Bajé del taxi y olvidé pagarle al chofer, me disculpé por el error y volteé hacia la casa.
El peso en mi pecho desapareció al instante de verla saliendo de su casa y subiendo a su motocicleta. Desvió su mirada, dirigiéndola hacia donde me encontraba yo.
Corrí hacia ella desesperada, abrí mis brazos y la abracé fuertemente. Estaba bastante preocupada por ella y por su estado. ¿Quién va a estar tranquila después de que tu nov... amiga haya tenido un ataque de ansiedad por droga?.

Lauren: ¿Qué haces aquí?.

Habló a mi oído sin separarse de nuestro abrazo.

-Solo quería ver si te encontrabas bien, pero veo que te estoy quitando tiempo. Creo que ibas a algún lugar.

Me separé de ella para observarla y ese hermoso brillo de sus ojos me alegró completamente.

Lauren: Estoy bien. Gracias por lo que hiciste ayer, realmente muchas gracias. -guardó silencio.- Y claro que no molestas, ¿Te gustaría ir conmigo?. -sonrió de costado.- de hecho, quiero presentarte a alguien muy especial para mi. Me encantaría que me acompañaras.

-No quiero molestarte, posiblemente esté arruinando algo.

Hablé con humildad, no quería molestarla en nada.

Lauren: Por favor, ven conmigo. -tomó mi mano, estaban muy frías, pero suaves como nunca.- por favor, Camz.

Con ese corto sobrenombre caía rendida a sus pies. Amaba que me llamara de esa forma y ella lo sabía muy bien.
Asentí levemente y subí tras ella, enredando mis brazos al rededor de su cintura. Mis dedos no aguantaron la cercanía y comencé a acariciarla con cuidado. Ella volteó para observarme sobre su hombro, obviamente se dio cuenta de mi acto. Para mi impresión sonrió con sus labios juntos y volvió la mirada hacia delante para partir y dirigirse a algún lugar.
Apoyé mi cabeza en su espalda, logrando sentir sus respiraciones aceleradas. Cerré mis ojos para disfrutar aquel momento.
Al instante de aparcar su motocicleta abrí mis ojos y me impresioné bastante al ver el lugar en el que nos encontrábamos.
Ella bajó primero que yo y me ofreció su mano para que lograra bajar. Ahora su mirada era nostálgica, la cual en este momento entendía completamente.

Guardé silencio y tomé su mano. Ella inmediatamente entrelazó nuestros dedos fuertemente y caminamos hacia la entrada. Su mano temblaba exactamente igual o más que ayer, y yo la acariciaba con mi pulgar.
No dijimos ninguna palabra hasta que llegamos al lugar. En la piedra decía el nombre y luego su apellido no se notaba del todo, estaba bastante gastado.

Lauren: Camila, mi madre. -me observó para luego volver la mirada a la lápida.- Madre, ella es Camila.

Su voz salió rota en la última frase. Solté su mano y la abracé de costado, escondió su cabeza en el espacio de mi cuello... su respiración golpeaba contra el y me erizaba.
Me alejé y besé su mejilla dulcemente. Ambas nos arrodillamos frente aquella lápida.