Narrador omnisciente :
— ¡Sueltenme! — un hombre, castaño,amarrado a una silla grita con todas sus fuerzas, hacia el chico moreno,alto y de cabello negro que se encontraba frente a él.
Otro chico esta revolviendo y destrozando todo lo que encuentra a su paso,tratando de encontrar alguna pista de lo que están buscando.
— ¡Donde están! — grito el pelinegro,propinando un fuerte golpe en el rostro de el hombre atado a la silla.
Lo único e importante para el hombre,es que no encuentren lo mas preciado que tiene y que por una estupidez,podría estar apunto de perder.
— ¡Ya les dije que salieron hace una hora y no han vuelto! — las mentiras eran lo mejor que podía decir,sin importar lo que suceda,él ¡Nunca! Dirá la verdad.
— ¡Ja! ¿Piensas que somos estúpidos? —se acerco el chico castaño, de piel clara y con un lunar en el cuello.
Los dos chicos ya estaban bastante molestos de que el hombre,no dijera ni una sola palabra de lo que necesitan. Una semana,en tan sólo una semana,se enteraron de su paradero,y en menos de una hora su casa ya estaba echa pedazos.
— Tenemos dos días,¡dos malditos días vigilando todos tus movimientos! Y sabemos que no están contigo. — el castaño,jala hacia tras el cabello de el hombre.
— ¡Son unos malditos! ¡Yo jamás! Escuchen muy bien ¡Ja-mas! Les diré donde están. — si, el hombre tenia miedo,pero no lo iba a dejar notar,pase lo que le pase,el no dirá nada.
Los dos jóvenes, golpearon sin piedad alguna a el pobre hombre,¿como puede ser posible que haya arruinado su vida de esta forma? Y no sólo su vida, también arruino la vida de sus hijos.
— ¡Son mis hijos y no diré nada! — el hombre,tenia muy claro que sus hijos correrán mucho riesgo si los dos tipos los encuentran.
A pesar de que cometió un error,y se podría decir que el error mas grande que a cometido en su vida,cuidara de sus dos tesoros lo mas que pueda. ¿por qué? Sencillo,se lo prometió a la segunda mujer que mas amo en este mundo. La madre de kendall, que sin importar lo que sucedía, ella, siempre lo apoyo y ayudo a pagar las deudas que tenia.
Cuando ella murió, le prometió que cuidaría de sus hijos, que no los dejaría solos y que tendrían que matarlo antes de quitarle lo único que tiene.
Él nunca olvidara,el amor que ella le dio a su hijo,Carlos y kendall no son hermanos de sangre. Pero aun así a ninguno de los dos les importo y los criaron con el mismo amor y cariño.— ¡Eran! Tus hijos. — recalco el moreno,haciéndole saber que haba hecho mal la frase. — ¿o que no te acuerdas que los apostaste? —
La ira que transmitía la mirada de el papá de los chicos era demasiada, si las miradas mataran,las dos tipos ya estarían muertos,pero para su desgracia no es posible asesinar con un simple mirada.— ¡HABLA DE UNA VEZ MALDITA SEA! — grito el chico castaño.
Pero,el hombre no se movía,tenía la mirada clavada en el suelo, sintiendo la sangre brotar de sus heridas y bajar lentamente por su piel,manchando su ropa.
El moreno se movía por toda la residencia, analizando todo a su paso,miraba todo el desorden hecho por su compañero.
Algo entre todo el desorden llamo su atención, se acerco agachándose para poder agarrar aquel objetó, que podría servirles de mucho.— Mira lo que me encontré — hablo con un tono burlón. Haciendo que el hombre quitara la vista del suelo y lo mirara con los ojos abiertos de la sorpresa.
— No — susurro para si mismo.
Se lamenta para sus adentros el haber sido tan tonto al no esconder el aparato.Recuerda haber llamado a sus hijos hace unos días, pero no recuerda haber borrado de la bandeja de salida la llamada.
— Pero mira nada mas ¿que tenemos aquí? — levanto el brazo para mostrarle el aparato,a su compañero. — Un teléfono celular —
El moreno prendió el celular y lo miro unos segundos, revisaba cada aplicación los mensajes de texto, llamadas entrantes y llamadas de salida. Ahí fue donde detuvo su búsqueda. Miro atentamente sus ultimas llamadas,dándose cuenta que solo había una y era del día domingo,hace muy poco tiempo.
El hombre en la silla,bastante preocupado y nervioso,comenzó a gritar y a moverse descontrolado. En un movimiento muy ágil, logro soltarse de las ataduras. Se levanto lo mas rápido que pudo, aprovechando que el castaño no lo veía,y corrió,corrió con todas las fuerzas que le quedaban. Su meta era llegar donde el moreno y hací lo hizo,cuando llego golpeo a el hombre haciendo que el aparato caiga al suelo.
El aparato se destrozo por la fuerza de la caída, y el moreno miro al papá de los chicos.
— ¿piensas que con solo hacer eso... — se detuvo a señalar el teléfono destruido — salvarás a tus hijos? Que iluso — concluyó con burla.El señor pena,los miro y ahora si que tenía miedo.
— Hagas,lo que hagas los encontraremos y no sabes lo mucho que los haremos sufrir... Así que no importa si nos dices donde están o no. Al final los encontraremos,así como te encontramos a ti — termino de hablar el castaño.
Y tenían razón, él sabia,sabia perfectamente que los encontrarían,pero si el podía hacer la búsqueda mas larga,lo haría.
— Por lo visto no hablarás. — comento el pelinegro.
— Les pagare de otra manera... Pero dejen a mis hijos en paz... Por favor — suplico entre lágrimas.
— No... Liam.... Matalo — ordeno con voz grave y furiosa.
— No,no volveré a poner un pie en prisión. No por asesinato. —
— Hagamoslo ambos — y dicho y hecho. Los dos sacaron sus armas,se miraron y sonrieron maliciosos.
— P-por f-fav-favor — seguía suplicando.
Y de repente,uno,dos y tres,el ruido de las armas siendo disparadas hicieron eco en todo el lugar. Las balas hicieron impacto en el cuerpo del hombre.
El dolor que sentía físicamente,no se compraba con lo que sentía al saber que sus hijos corren riesgos,que ya no los volverá a ver que por su culpa esta en esta situación.
Las personas, actúan por impulso y por eso,no se dan cuenta de el Daño que causan a los que nos rodean,no pensamos en que lo que hacemos los podría lastimar de una u otra manera. Pero también sabemos,que ya sea por una adicción o una deuda, nada justifica todo el dolor y sufrimiento que podemos causar.
Comenzó a sentir los párpados pesados,su cuerpo cada ves estaba más débil.
Y es cierto, vio toda su vida pasar frente a sus ojos,pero sólo le importo recordar a su mujer Margarita y la suerte que tuvo en conocerla, la bendición que le dio un hijo,Carlos, el fruto de su amor. Luego llegó a su mente Kathy,la mujer que que lo saco del hoyo donde se encontraba, lo ayudo infinidad de veces, lo amo de una manera fantástica, una mujer feliz con su nueva familia Carlos,kendall,ella y el.A el ultimo sus hijo,lo único que le quedaba de las mujeres que mas amo.
Recuerda,como kendall peleaba con Carlos por un juguete, como el rubio hacia infinidad de bromas tanto a el como a su hermano. A Carlos siempre grabando esos momentos, que apenas hace poco los tenía junto a él,como eran felices juntos. La felicidad plasmada en los rostros de sus hijo,ya no estará ahí y todo,por su culpa,por haber sido tan estúpido, por no medir las consecuencias.— Ya vámonos Zayn — dijo Liam,mirando la sangre saliendo del cuerpo inmóvil del hombre.
— Muy bien, Liam. Aun nos falta encontrar a esos bastardos. — ambos chicos salieron de el lugar y se fueron como si nada hubiera pasado.
La puerta se oyó cerrarse,el hombre en el suelo ya no tenia fuerzas,quería aferrarse a la vida,pero le es imposible, siente que no puede mas.
— Perdonenme hijos.... L-los A-amo — dijo en un susurro inaudible y sin mas el hombre cerro los ojos,su corazón dejo de latir,ya no sentía nada,simplemente murió.
La casa quedo en total silencio,el sonido que causaba el aire al entrar por la ventana,hacia ver mas triste aquella escena.
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Nuestra Salvación/kogan Y Jarlos/
RandomUna apuesta Cuatro chicos Amor Demasiadas pruebas que superar para ser felices. Hola...espero que les guste. ??? Voten y comenten! xD Prohibida su copia o adaptación