Desde las Sombras

En el nombre del rey. Parte II

El silencio pareció primar en la sala unos momentos, hasta que el brujo salió de su estado de aturdimiento y estupefacción y pudo recuperar el habla.

—¿Insinúas que aquella demonia de rango mayor va a intentar evitar la destrucción de aquellas creaciones que su mismo padre tanto aborrece? ¡Es imposible! Una auténtica hija del demonio no podría asumir una postura semejante.

—Dije que es la hija de Lucifer—admitió Amatis—, no dije que fuera su orgullo—puntualizó—.De hecho, cuando conocí sus orígenes me pareció difícil aceptarlos puesto que no cuadraban con su personalidad. Ella ha mostrado una extraña y peculiar devoción por la humanidad que no encajan en su condición demoníaca. Pero yo desconozco el motivo que despierta tal conducta y jamás me he puesto a indagar al respecto. Aunque esas cuestiones no son relevantes ahora—hizo un gesto con su pálida mano, restándole importancia al asunto—. Lo que es relevante es que esa poderosa demonia, que posee la habilidad de viajar en el tiempo, entre otras cualidades, viajará desde su línea temporal en el futuro, donde la humanidad ya ha perecido, hasta nuestra línea temporal en la actualidad, el pasado para ella, para evitar que este plan se lleve a cabo.

—¿Cuándo pasará eso? Me refiero, a ¿en qué momento llegará?

—Diez días antes del apocalipsis de la humanidad...el cual será en diez días exactos—comunicó Amatis.

—¿Entonces ella ya está en el mundo humano? ¿A qué esperamos para ir a matarla?—el brujo se envaró.

—No es tan fácil Merliot...no solo podemos "matarla". Su esencia está diseñada para durar eternamente. Solo podemos deshacernos de los cuerpos humanos que habita, pues por alguna extraña razón tampoco asume nunca su auténtica forma demoníaca y vive en forma parásita de sus anfitriones mundanos.

—¿Cómo nos deshacemos de ella en ese caso?

—Hasta el momento, he aprovechado la ventaja de que Johanna no posee conocimientos exactos de la forma en la que la humanidad perecerá, y mucho menos conoce quienes son los responsables directos, y he apelado a nuestro antiguo vinculo "de amistad", ya que ella era la prometida del difunto rey, despistándola lo suficiente para que no intervenga en nuestros proyectos—indicó—. Posteriormente he enviado a algunos subterráneos oscuros que trabajan para mí, para deshacerse de sus anfitriones y así enviarla de nuevo al infierno. Pero cada vez que hago esto ella retorna al pasado, o sea a nuestro presente, desde su futuro, el cual permanece inmutable gracias a mis visiones. Estas me permiten anticiparme a los hechos y mantener el equilibrio en la Línea Temporal Original, para que todo fluya como debe ser.

Merliot masajeó sus sienes, pues ciertamente era difícil entender todo ese tema del tiempo y ya se había liado considerablemente.

—No entiendo eso de las líneas temporales su Majestad —Amatis no podía culparlo por su incomprensión, ya que resultaba muy compleja aquella concepción, de manera que, armándose de la paciencia que carecía, le explicó nuevamente las cosas, de forma más concreta.