Todos los días que pasaban, Christian me enamorada cada vez más. Nuestro trato en el trabajo ya no era el mismo de antes. Nadie sabía que estábamos juntos, por lo que evitábamos tratarnos cariñosamente frente a los empleados de Christian.
Hasta que un día, Christian se cansó de estar escondiéndonos y decidió hacerlo oficial.
Lo único malo de esto, era que tendríamos a la prensa detrás nuestro y sinceramente, no estaba preparada para aparecer en las revistas o en televisión.
Mi madre estaba enojada por no decirle de mi relación al igual que mi mejor amiga. Pero quien más molesto estaba, era mi padre. Quién quería conocer en persona a quien estaba robándose a su retoño, Palabras textuales de él.
Hoy era un día soleado, por lo que decidí colocarme un vestido verde agua sencillo, me puse unos zapatos cómodos y dejé mi cabello suelto.
Salí de la casa, tomando todas mis cosas y saludando cariñosamente a mi querido Bucky, que últimamente estaba dejándolo de lado. Pero hace pocos días, lo saqué a pasear, pasamos un precioso día madre e hijo perruno.
Conduje hasta la empresa, mientras cantaba las canciones que pasaban por la radio. Estacioné donde había un lugar vacío, bajé tomando mis cosas y comencé a caminar hasta dentro del establecimiento, no sin antes, cerrar mi vehículo.
Voy hasta recepción, saludo a Michelle con un beso de mejilla, hablamos un poco de todo lo que pasó estos últimos días. Cuando ya es hora de empezar mi trabajo, me despido y comienzo a caminar hasta el ascensor.
Llegó hasta mi puesto de trabajo, dejo mis cosas sobre una de las mesas y coloco los otros papeles y carpetas sobre mi escritorio, prendo el ordenador, sentándome para terminar lo que Christian me había pedido ayer.
No era nada de otro mundo, sólo traducir unos documentos.
No pasan ni 10 minutos, cuando lo veo bajar del ascensor, lucía muy guapo con esa ropa. Llevaba una camisa color salmón con una corbata negra y pantalones y saco, del mismo color.
Al verme que estaba embobada viéndolo, sonrió satisfecho. Me sonrojo, apartando la mirada y sigo con los papeles. Lo escucho abrir la puerta de la oficina, deja dos cafés sobre el escritorio.
-Buenos Días, Preciosa.-Dice caminando hacia mí y besándome cariñosamente.-
-Buenos Días, Chris.-Le digo sonriendo.-
-Te he traído un café como te gusta y compré unas donas también.-Dice, tendiéndome el café con una pequeña bolsa con as donas.-
-Muchas Gracias, Cariño.-Le digo, besándole la mejilla.-
Christian me sonríe pícaro, se acerca a mí, tomándome de la cintura y comienza a besarme. Sentimos como la puerta se abría, nos separamos, viendo a la secretaria del piso veinte, con una sonrisa falsa.
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EL JEFE
RomanceQuién diría que el atractivo hombre con el que te besaste en un antro, sería tu jefe al día siguiente. Elizabeth Wood, una jóven, que tras una salida de amigas, se topa con un atractivo hombre. Pero sin saber, que aquel hombre, sería su perdición. ...