Un olor exquisito me hace despertarme. Abro mis ojos, sintiendo con mi brazo que el cuerpo de mi prometido no está a mi lado. Me levanto colocándome una bata, camino hasta el baño para asearme un poco.
Al terminar, coloco unas pantuflas en mis pies fríos y comienzo a caminar hasta la cocina, siguiendo aquel delicioso olor. Cuando llego, puedo ver a Christian cocinar Wafles solo en ropa interior Calvin Klein.
Christian+Ropa interior: Deliciosa vista.
Me acerco despacio hasta él y lo rodeo con mis brazos, haciéndolo sobresaltar por mis manos heladas.
-Buenos Días, Dormilones.-Dice sonriendo. Se gira, abrazándome y besando mis labios, luego se pone de cuclillas y abre la bata, dejando ver mi panza, la cual besa.-Hola mis amores, les he hecho Wafles. Espero que tengan mucha hambre.-
-Si, Mucha.-Digo riendo, mientras acaricio su cabello azabache.-
-¡Excelente! Siéntate y es sirvo.-Dice, girándose colocando lo que había preparado en un plato.-
Sonrío al ver un plato lleno de Wafles algo quemados, niego y tomo uno con el tenedor, colocándolo en mi plato. Le coloco un poco de fruta y sirope.
-¿Qué tal están?-Dice atento, mientras como el primero bocado.-
Siendo sincera, si le quitas el sabor a quemado, la consistencia está deliciosa.
-¡Ricos, Amor!-Digo sonriendo.-
-Ya lo sabía.-Dice haciendo muecas graciosas.-¡Seré un gran padre!-
-Si que lo serás.-Digo riendo.-
Desayunamos entre risas, consejos de Christian sobre el embarazo, ya que ha estado leyendo y quiere que todo salga bien. A la media hora, Christian se prepara para el trabajo y se marcha, dejándome a cargo de Bucky, quién estaba pendiente de mí.
Termino de lavar todos los trastes, ordeno un poco la cocina y me sirvo un poco de zumo de naranja. Camino con Bucky detrás de mí hacia el sofá, prendo la televisión, colocando una serie.
Cuando termino de ver los capítulos que me faltaban, habían pasado alrededor de dos horas, me pongo de pie, decidiendo hacerle una visita a Christian. Ya que este me dijo que no pise ningún lugar más, que no sea la empresa, a casa de mis padres o lo suyos o nuestra casa.
Termino de alistarme con un vestido que deja visible la pequeña pancita que llevo. Tomo todas mis cosas, le doy un beso en la cabeza a Bucky y salgo de allí, tomando un taxi.
El Señor del Taxi me ayuda a bajar cuando llegamos a la empresa, le agradezco y camino lentamente hasta la entrada del establecimiento. Con una sonrisa, camino hasta el puesto de trabajo de Michelle.
-Buenos Días, Michelle.-Digo alegre.-
-¡Hola, Lizzy! Te hemos extrañado mucho por aquí.-Dice con una mueca de tristeza.-
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EL JEFE
RomanceQuién diría que el atractivo hombre con el que te besaste en un antro, sería tu jefe al día siguiente. Elizabeth Wood, una jóven, que tras una salida de amigas, se topa con un atractivo hombre. Pero sin saber, que aquel hombre, sería su perdición. ...