Quién diría que el atractivo hombre con el que te besaste en un antro, sería tu jefe al día siguiente.
Elizabeth Wood, una jóven, que tras una salida de amigas, se topa con un atractivo hombre. Pero sin saber, que aquel hombre, sería su perdición.
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Hoy es el gran día!
Empiezo mi primer día de trabajo en Smith Corporation. Estoy muy nerviosa y ansiosa a la vez, no sé que pasará hoy.
Me levanto de la cama, camino hasta el armario, saco la ropa interior y entro al baño para poder ducharme. Cuando termino, camino de nuevo hasta el armario para tomar la percha con la ropa que ya tenía preparada con un día de anticipación.
Me cambio, camino hasta el baño para secarme el pelo con el secador, decido dejarlo suelto mostrando mis hermosos rizos, me maquillo ligero y bajo para poder desayunar. Preparé unos waffles para mi junto con un café y para Bucky, le preparé algo de comer para desayunar también.
Cuando termino de desayunar, le dejo mucha comida a Bucky en su plato, junto con otro tazón de agua, camino hasta la sala, tomo mi celular y lo guardo en mi bolso, cojo las llaves del auto y comprobando que todo esté en su lugar, salgo rumbo a mi auto.
Cuando llego, lo abro, dejo mi bolso en el asiento de copiloto, lo enciendo y comienzo a manejar hasta la empresa. Solo tardo 30 minutos de ida y lo mismo para volver. Aparco en el estacionamiento de empleados que hay, me miro en el espejo si mi maquillaje no se corrió, me sonrío dándome ánimos y bajo.
Miro mi reloj de muñeca, veo que son las 7.30hs, voy con 30 minutos a mi favor, sonrío y camino hasta dentro de la empresa. Allí veo a Michelle, la cual me saluda con la mano y sigue atendiendo a un hombre de traje, camino hasta el ascensor, lo pido y espero a que llegue. Cuando las puertas se abren, paso y siento como alguien entra también conmigo. Me giro y veo a Tom.
-Hola Tom.-Le digo con una sonrisa. Este me sonríe también.-
-Hola Lizzy, estás hermosa.-Me dice mirándome atentamente, me sonrojo.-
-Gracias, Tom. Tu no te ves nada mal.-Le digo riendo. Este me regala una sonrisa encantadora.-
Pasa el tiempo, todavía no he llegado a mi piso. Con Tom hablamos de cualquier cosa, a veces hace chistes muy malo, de los cuales me río por la forma en que los dice. El rubio, también me dijo que tenía que ir a mi piso, para hablar con alguien allí.
Cuando Tom dice un chiste, nos reímos a carcajadas, he de decir que e hombre estaba muy cerca de mí. Las puertas se abren de golpe, revelando una hermosa silueta, Chris o el Señor Smith, está allí parado con los brazos cruzados y con un rostro cabreado que daba miedo.
-Bueno Lizzy...Te veo más tarde. Adiós.-Me dice Tom y besa mi mejilla, para luego irse por un pasillo.-
-A mi Oficina ¡Ahora!-Grita Chris y se aleja a grandes zancadas. Para luego cerrar de un portazo la puerta.-
Frunzo el ceño. ¿Y a este que le sucede?
Camino hasta la pequeña Oficina que me habían enseñado la recepcionista, dejo mis cosas allí, tomo una libreta y una pluma, para poder anotar los pedidos del Señor Smith.
