Quién diría que el atractivo hombre con el que te besaste en un antro, sería tu jefe al día siguiente.
Elizabeth Wood, una jóven, que tras una salida de amigas, se topa con un atractivo hombre. Pero sin saber, que aquel hombre, sería su perdición.
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Ya han pasado 2 meses desde que trabajo en Smith Corporation. Todo ha estado tranquilo, uno que otro enojo con mi jefe, pero nada fuera de lo normal. He conocido un poco más a Michelle, la recepcionista. Resulta que ella es muy buena amiga, hemos congeniado mucho todo este tiempo.
Tom por otra parte, ha sido lindo conmigo. Me ha invitado a cenar, pero nada más que eso. El rubio me había dicho que quería ser algo más que amigos, a lo que yo le había respondido que me diera tiempo, que era muy pronto. El aceptó, me dijo que esperaría el tiempo que sea.
Hoy he llegado temprano al trabajo, pasé por la cafetería y compré 2 cafés, uno con caramelo para mí y otro negro sin azúcar para mi jefe. Caminé hasta mi despacho, saludando a todos los que se me cruzaban por el camino, saludo a la recepcionista, quien solo me da una pequeña sonrisa falsa, la ignoro y llego hasta mi oficina, dejo los cafés sobre la mesa y prendo el ordenador. Pasan los minutos, escucho el sonido del ascensor, tomo el café de Chris y salgo de allí. Lo veo salir de allí con su magnífico porte elegante.
-Buenos Días, Señor Smith. Su café.-Le digo con una sonrisa y le entrego el recipiente.-
-Buenos Días, Señorita Wood. Gracias por el café.-Me dice con una sonrisa. Se estaba yendo a su despacho, cuando para y se gira.-
>Señorita, la espero en mi despacho en 5 minutos.-Dice y vuelve a caminar hacia su despacho.-
Narra Chris:
Ella es tan hermosa, atenta, inteligente y, sobre todo, Sexy. Desde el primer día que a vi en aquella discoteca, no pude quitármela de la cabeza. Se veía tan guapa y hermosa, que me cautivó en un instante.
No he podido tener sexo con nadie, porque siempre aparece ella en mi mente. Es como una sirena, te cautiva con una sola mirada.
En su primer día, se veía tan preciosa, pero mi felicidad de verla se esfumó cuando la vi con el idiota de Tom Cooper. Me enojé tanto que la traté mal, luego cuando lo pensé en frío, me arrepentí mucho. Aunque, se veía muy sexy, enojada. Cuando mi mirada viajó hacia su escote y sus carnosos labios, mi mente empezó a formar imágenes prohibidas. Cuando se marchó, tuve que correr de inmediato al baño, para poder masturbarme pensando en ella. Sí lo sé, parece enfermo, pero prefiero hacer eso, a que usarla solo para mi satisfacción o usar a alguien más.
Ahora, la llamé para que estuviera en mi despacho en 5 minutos. Se veía tan hermosa con esa ropa, la hacía ver tan inocente y eso me encantaba. Escucho como tocaban la puerta, supongo que es ella.
-Adelante.-Digo alto para que se me escuche. Ella entra con una pequeña sonrisa.-
¡Por Dios! Que hermosas piernas.
Tengo que controlarme, no puedo excitarme o tendré un gran problema con ella estando presente, no quiero que se sienta acosada o incómoda.
-¿Señor, Me necesitaba?-Me dice Lizzy mirándome atentamente.-
Claro que te necesito...
-Si, siéntese, por favor.-Le digo con un ademán. Ella asiente y se sienta, cruzándose de piernas.-
Su pollera negra se levanta y puedo ver sus preciosos muslos, además de parte de sus bragas negras. Trago saliva, nervioso.
¿Qué cree que hace? ¿Quiere que me descontrole y la haga mía aquí?
-Bien, Señorita.-Digo aclarando mi garganta.-Quería proponerle algo. Tengo un viaje de negocios, y usted tiene que venir conmigo.-Le digo rápidamente mirándola, ella me mira sorprendida.-
-¿Señor, Porqué a mí?-Me dice si poder creérselo.-
-¿Por Qué no? Además, es mi secretaria. Y como ella, tiene que acompañarme a cada lugar donde vaya. Allí, tiene que anotar cada cosa importante de las reuniones y estar pendiente de mi agenda. Como también, atender mis llamadas y todo lo que usted ya sabe.-Le digo y ella asiente.-
-Bien. ¿Puedo saber a dónde vamos?-Me dice mirándome.-
-Claro. Vamos a Miami. Partiremos con mi avión privado. Solo será una semana. Si acepta, nos iremos mañana temprano, para llegar cuanto antes.-Le digo poniéndome frente a ella, apoyado en mi escritorio.-
>¿Qué dice, Señorita Wood? ¿Viene conmigo?- Ella me mira nerviosa, mueve sus manos sobre su regazo, Le doy una sonrisa encantadora y ella se sonroja. Me encanta cuando hace eso.-
-Si, Señor. Voy.-Dice ella segura, después de meditarlo.-
Me ha alegrado el día.
-Perfecto, Señorita. Mañana la paso a buscar a la 06 hs Am.-Le digo sentándome en mi sillón.-
-¿Cómo sabe mi dirección?-Me dice confundida.-
¿Qué estará pensando? ¿Qué soy un acosador o Psicópata?
-Señorita Wood, es mi empresa. Se todo de mis empleados.-Le digo de manera simple.-
Ella asiente y se despide con una sonrisa. Sonrío, ella a aceptado venir conmigo a Miami. Nosotros 2 solos en una ciudad.
