Capítulo 21 Pt.2: Reversa.

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Narra Christian:

Natalia se metió a mi despacho para tratar de seducirme, le dije que mi corazón le pertenecía a Lizz, pero ella se me tiró encima igual. En eso, escuchamos un ruido de algo cayendo contra el suelo, al girarme, mi corazón de latir.

Elizabeth.

¡Esto no puede estar pasando!

Alejo inmediatamente a la mujer de encima de mí, escucho como se queja, pero no le doy importancia, ahora lo que más importa es mi ángel. La cual está a punto de llorar junto a la puerta.

Me parte el corazón verla de esa manera y por mi culpa.

Intento acercarme, pero ella se aleja. Eso duele como los mil demonios. Le intento explicar lo sucedido, pero ella grita furiosa.

¿Y cómo no estarlo? Yo también lo estaría si la viese de esa forma.

En estos instantes estoy odiando con toda mi ama a Natalia.

Lizzy grita que la deje en paz, que me aleje de ella y lo que más dolió.

Qué me odiaba.

Veo como comienza a alejarse, pero frena en la puerta y dice unas palabras hacia Natalia, que me dejaron sorprendido. Luego salió corriendo de mi despacho.

Rápidamente corro detrás de ella, la veo intentar irse en el ascensor, pero la detengo. Ella aparta de mano de un manotazo, intento hablarle, pero ella dice que ya no me ama.

Se que es mentira...

¿Lo es?

Mi inseguridad entra en acción.

Cuando intento detenerla, las puertas se cierran y ella se va. Grito su nombre, pero se que ya no me escucha. Apoyo mi cabeza contra el metal de las puertas, pequeñas lágrimas caen por mi rostro.

Suspiro derrotado, inmediatamente mis sentimientos cambian a un enojo y odio puro. Mis puños se cierran por inercia, me giro y comienzo a camina a paso apresurado hasta mi despacho, dónde se que está la causante de todo esto.

Entro abriendo las puertas estrepitosamente, ella está sentada sobre mi escritorio, viendo sus uñas con desinterés. Al percatarse de mi presencia, me mira sonriendo.

Mis ojos se oscurecen por el enojo.

Quiero matarla. Pero me llevarían a la cárcel...

¡Ya no importa nada si no tengo a Lizzy conmigo!

Camino a grandes zancadas hasta ella, la tomo fuertemente de los brazos y la bajo de un tirón. Escucho su jadeo sorprendido, pero no me importa.

-¡Suéltame Chris, me lastimas!-Dice intentando zafarse de su agarre, pero la ignoro y tiro de ella, caminando hasta la puerta.-

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