⟮ las crónicas de alaska ryddle: libro 2 ⟯ siguientes libros disponibles en mi perfil.
Conocerse a sí misma y aprender acerca de su pasado trajo consecuencias que nunca hubiera imaginado, y Alaska pronto comenzó a interrogarse si hubiera sido mejor...
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( ☆. 𝐶𝐻𝐴𝑃𝑇𝐸𝑅 𝑇𝑊𝐸𝑁𝑇𝑌 𝑂𝑁𝐸 ) 𝚏𝚎𝚕𝚒𝚌𝚒𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜.
El cuerpo de Alaska estaba siendo agitado levemente, y cuando comenzó a sentirlo unos quejidos escaparon de sus labios. Todo su cuerpo dolía y escuchaba un entraño silbido en sus oídos. A pesar del dolor, la chica se reincorporó sin prisa, abriendo los ojos de paso y observando la Cámara, ya no había rastros de Ryddle y el Basilisco estaba inmóvil en un rincón. Harry Potter apareció en su campo de visión.
-¿Cómo lo has matado? ¿Dónde está Ryddle?
-Ha terminado todo bien -Respondió Harry, agarrando el diario para enseñarle a Alaska el agujero hecho por el colmillo-. Ryddle ya no existe. ¡Mira! Ni él ni el basilisco.
Era algo difícil de creer que Ryddle hubiera desaparecido para siempre, pero le reconforto saber que la pelirroja estaba a salvo.
-Vamos, salgamos...
-¡Me van a expulsar! -Se lamentó Ginny, incorporándose torpemente con la ayuda de Harry-. Siempre quise estudiar en Hogwarts, desde que vino Bill, y ahora tendré que irme y.. ¿qué pensarán mis padres?
Fawkes los estaba esperando, revoloteando en la entrada de la cámara. Dejaron atrás el cuerpo retorcido e inanimado del basilisco, y a través de la penumbra resonante regresaron al túnel. Alaska oyó cerrarse las puertas tras ellos con un suave silbido.
Tras unos minutos de andar por el oscuro túnel, a los oídos de los chicos llegó un distante ruido de piedras.
-¡Ron! -Gritó Harry, apresurándose-. ¡Ginny está bien! ¡La traigo conmigo!
Oyó que Ron daba un grito ahogado de alegría, y al doblar la última curva vieron su cara angustiada que asomaba por el agujero que había logrado abrir en el montón de
-¡Ginny! -Ron sacó un brazo por el agujero para ayudarla a pasar-. ¡Estás viva! ¡No me lo puedo creer! ¿Qué ocurrió?
Intentó abrazarla, pero Ginny se apartó, sollozando.
-Pero estás bien, Ginny -Dijo Ron, sonriéndole-. Todo ha pasado. ¿De dónde ha salido ese pájaro? -Fawkes había pasado por el agujero después de Ginny.
-Es de Dumbledore. -Dijo Harry, encogiéndose para pasar.
-¿Y cómo has conseguido esa espada? -Dijo Ron, mirando con la boca abierta el arma que brillaba en la mano de Harry.
Alaska desvío la mirada hacia ella, tampoco se había fijado en ella antes pero era comprensible, había estado todo el camino en silencio y perdida en sus pensamientos. Temiendo lo que pasaría cuando salieran de aquel lugar, ¿si Harry decía la verdad sobre ella, que pasaría? No podría ser peor que antes, además, ella intentó ayudarlo hasta que Ryddle la dejó inconsciente, eso debía darle puntos de alguna forma.
