Algo Verdaderamente Dulce

Capítulo 1. Algo verdaderamente dulce

Nuestros héroes se encuentran tomando un descanso en Ciudad Fluxus luego de que Ash haya ganado su séptima medalla de gimnasio, en estos momentos por petición de Serena se encuentran paseando por la ciudad, en circunstancias normales habrían partido al Ash ganar su medalla, pero en esta ocasión había 2 razones por las que decidieron quedarse.

1.- Korrina está de visita para descansar de su entrenamiento.

2.- Serena le pidió a Ash que se quedaran unos días para descansar.

Las visitas de Korrina se habían vuelto más frecuentes, ya que ella tenía ganas de pasar tiempo con sus amigos y más en concreto con un chico en específico, así que usaba las excusas que podía para verlos. Y con respecto a lo otro, desde un tiempo a la fecha Ash se había vuelto muy propenso a aceptar lo que Serena le pidiera, ahora si Serena pedía algo que el pudiera hacer o que no le resultara «extraño», él se esforzaba por cumplirlo, aunque normalmente le pedía cosas simples, y cuando le pidió un descanso por un par días, no tuvo problema en cumplir su petición, después de todo, la liga no iría a ningún lado.

—Chicos, tengo algo de sed —dijo la rubia conocida como Korrina.

—Yo también hermano, vamos por algo de beber —dijo ahora Bonnie la menor del grupo.

—Me parece bien —contesto Clemont — Chicos ya volvemos —dijo mientras se alejaba con las rubias, dejando a Ash y a Serena solos.

—Bien —respondió el azabache.

—Nos vemos en el Centro Pokémon —hablo la peli miel conocida como Serena.

—Serena —ella volteó — ¿Te parece si vamos al parque?

—Claro —respondió ella afirmando con la cabeza un poco sonrojada.

Estas situaciones también se habían vuelto constantes desde su salida de Ciudad Romantis, pues desde que Korrina los visitaba, ella se quedaba a solas con Ash y claro, Pikachu, aunque había veces en las que el pokémon de su amigo se iba a jugar con los demás, en su defecto, dejándolos solos. Como ahora que los pokémon se habían quedado en el centro pokémon para descansar.

—Serena ¿Quieres un helado? —preguntó señalando un puesto de dicha golosina, ella solo asintió —Enseguida vuelvo.

—Claro —respondió un poco sorprendida por la actitud del chico «Ash ha sido muy lindo y atento conmigo últimamente, ¿Qué habrá cambiado hasta ahora?»

—Ten Serena, te traje de vainilla tu favorito— dándole el helado.

—Gracias Ash —sonriendo dulcemente «Que lindo de su parte, ¿Y cómo sabe cuál es mi sabor de helado favorito? Bueno, no importa».

Los chicos luego de comer su helado, decidieron pasear por un rato, vieron tiendas de ropa, por petición de Serena obviamente, algunos lugares para jugar, lo típico de una cita, aunque Ash no lo pensara así y Serena se negara a aceptarlo. Ya eran las 3 de la tarde y decidieron ir a almorzar a un local que Serena había visto un poco atrás.

—Ash, es aquí —dijo Serena señalando un pequeño lugar parecido a una casa entre todos los edificios.

—Bien, entremos —abriéndole la puerta a Serena.

Una vez en el local se dieron cuenta de que era un café con temática maid, ambos miraban la decoración estilo cabaña y a las camareras atendiendo a los clientes, era un lugar bastante acogedor, pero alcanzaron a ver que estaba bastante lleno y las meseras estaban bastante cansadas, de hecho una iba tan distraída que termino chocando con Ash.

—Perdone, no veía por donde iba —dijo la chica de cabello azul— ¿Eh, Ash, Serena?

— ¿Jessica? —dijeron los 2 al mismo tiempo, ella asintió — ¿Trabajas aquí? —ella les dijo que era a medio tiempo porque necesitaba el dinero.