Capítulo 3. Tarde de dulces recuerdos

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Amanece en Ciudad Fluxus y nuestros héroes ya se han levantado, a excepción de Serena. Al despertar Korrina y Bonnie vieron a Serena dormir con una enorme sonrisa y además de que estaba hablando dormida.

—Ash... Me gustas —...decía Serena mientras seguía sonriendo.

—Bueno, eso no es nuevo —hablo Korrina luego de escuchar a Serena.

—Ya lo sé, casi siempre es así —le comento Bonnie.

—Chocolate... Ash... sabe a chocolate —eso dejo a ambas chicas un poco sorprendidas y más porque Serena empezaba a respirar entre cortado y estaba sonrojada.

—Eso sí es nuevo —dijo Bonnie aún sorprendida.

En ese momento Serena abrió lentamente los ojos, y se encontró con las miradas interrogativas de ambas rubias, lo que la puso nerviosa.

—Bu—buenos días chicas —dijo ella un tanto nerviosa.

—Buenos días —dijeron las 2 al mismo tiempo sin apartar la mirada.

— ¿Paso algo?

—No sabemos, ¿Paso?—pregunto de vuelta Korrina.

—Si ¿Paso? —la secundo Bonnie.

— ¿Qué, de que están hablando? —Serena se estaba poniendo nerviosa y un tanto extrañada.

—No lo sé, Bonnie, ¿Tú crees que Ash sepa a chocolate? —hablo Korrina, con esto Serena se puso increíblemente roja —Dinos Serena, ¿Paso algo con Ash?

—No lo sé, Bonnie, ¿Tú crees que Ash sepa a chocolate? —hablo Korrina, con esto Serena se puso increíblemente roja —Dinos Serena, ¿Paso algo con Ash?

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—N-no s-se de qu-que me ha-hablas —contesto totalmente nerviosa y desviando la mirada.

—Serena.... —ella vio como la acusaban con la mirada —Dinos...

—Eh, eh, bue-bueno—... como no sabía que decir, solo lo gritó —¡AYER ASH ME BESO! —para meterse bajo las sabanas.

— ¡¿QUE?! —gritaron las rubias.

Luego de una pelea por sacar a Serena de las sabanas, ella les conto todo lo que había pasado en la tarde anterior, incluyendo como Ash la había salvado de esos sujetos, claro, excluyendo la parte de la fotografía que les saco la dueña y la del sitio del café, al final les termino contando como Ash le robó su primer beso.

—Awww 😍 que romántico 😍 —dijeron las 2 rubias, que literalmente tenían los ojos brillando de la emoción.

— ¿Por qué mi hermano no puede ser así, siempre? —la pequeña Bonnie se lamentaba.

— ¿Siempre?—pensó con duda Serena.

—Ojalá que fuera así siempre conmigo... —susurro Korrina sin que nadie la escuchara — ¿Y qué vas a hacer ahora?

— ¿A qué te refieres? —preguntó Serena.

— ¿Qué vas a hacer con Ash? No me digas que no harás nada luego de eso —la regaño un poco.

Algo Verdaderamente DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora