Epílogo: El Primer Día del Resto de Nuestras Vidas.

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En una bella tarde en Ciudad Fluxus podemos observar a una pareja de jóvenes adultos paseando por la ciudad tomados de la mano, a simple vista parecen una pareja normal, como las muchas que se pueden observar a lo largo de la ciudad. Ella se detiene en los diferentes locales de ropa y accesorios y aunque a él no le agrada demasiado ir de compras, le encanta ver la sonrisa que a ella le produce hacerlo y también que en muchas ocasiones le pida su opinión sobre algunos vestuarios.

Después de un largo rato de compras ambos decidieron ir a cenar algo, cerca del gimnasio de la ciudad había un local parecido a una casa que estaba rodeado de varios edificios al que decidieron entrar, el amablemente le abrió la puerta del lugar y se ofreció a dejar pasar a su acompañante, quién le sonrió con dulzura, y una vez dentro del local se dirigieron a una de las mesas más apartadas.

A pesar de no ser el lugar más elegante de la ciudad a ambos les gustaba bastante el acogedor aspecto similar a una cabaña que tenía el local, ya que les traía agradables recuerdos sobre una de sus primeras citas, una vez sentados decidieron quitarse los lentes negros que tenían, nuestra pareja se trataba nada más y nada menos que de Ash Ketchum, el maestro pokémon, Campeón de Kalos y ganador de las Ligas Hoenn y Alola, y de Serena, la Reina de Kalos por 4 años consecutivos y la Maestra de Concursos de Hoenn.

Ahora nuestros protagonistas tenían 22 años de edad, Serena vestía blusa negra con detalles rojos, una falda roja a tablas con rombos blancos y unas medias de seda color negro, su atuendo resaltaba su estilizada figura y su cabello ya era tan largo como al comienzo de su viaje y en el que usaba un listón azul como moño; mientras que Ash utilizaba unos pantalones azul marino combinados con una elegante cazadora negra con detalles azules y ahora ya no usaba gorra, aunque cubría su cabello con la capucha de su cazadora.

Después de una tranquila comida los 2 decidieron ordenar un pastel de chocolate como postre, el cual degustaban con una gran sonrisa mientras cada uno le daba de comer al otro con su propio tenedor.

—Sabes que de todos los pasteles que he comido durante todos mis viajes, este es por mucho mi favorito —comento Ash, con el paso del tiempo su voz se había hecho más grave.

— ¿Alguna razón en especial, amor? —le pregunto Serena con dulzura, la voz de la chica también se había vuelto más melodiosa.

—Por supuesto cielo, el sabor de este pastel me recuerda a cuando probé tus deliciosos labios por primera vez —respondió, a pesar de llevar casi 6 años de noviazgo Ash seguía teniendo el talento de hacer ruborizar a la joven de cabellos color miel.

—Basta cariño, me haces sonrojar.

—Te ves muy hermosa sonrojada, mi Reina de Kalos, además aún recuerdo la vez que trabajamos aquí y lo hermosa que te veías vestida de camarera —esa respuesta ocasiono un sonrojo aún mayor en Serena.

—Pues tú también te veías muy apuesto vestido de camarero — comento la chica y ahora el ruborizado era Ash.

Después de que terminaran de comerse el postre, los jóvenes decidieron ponerse los lentes de nuevo, a pesar de que todo Kalos sabía que ambos tenían una relación desde que llegaron de nuevo a la región, en cuando obtuvieron los títulos de Reina y Campeón respectivamente fue cuando la prensa y las oleadas de fans comenzaron a asediarlos a niveles desorbitantes, lo cual era un poco molesto para ambos, pero ese era el precio por ser las figuras más importantes de Kalos.

Una vez fuera del local la pareja decidió volver a casa Ash eligió a su Pidgeot y ayudo a su novia a subir en el ave, después de unos cuantos minutos ambos se encontraban en las afueras de su departamento ubicado en Ciudad Luminalia, ya que debido a los múltiples compromisos que ambos tenían que cumplir decidieron vivir en la abarrotada ciudad.

Algo Verdaderamente DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora