Capítulo 22. El Bosque Errante: El Alba de la Evolución y el Resurgir de Ash

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Después de 2 derrotas aplastantes en contra de Shota y el líder del gimnasio Fractal, Édel, nuestro protagonista sufrió una especie de depresión, mientras que Greninja se encontraba seriamente lastimado debido a la batalla y Shota decidió dejar al grupo para prepararse para la Liga, todo esto causó que Ash decidiera irse al bosque para estar a solas.

Al día siguiente amanecía en Ciudad Fractal y en la recepción del Centro Pokémon junto al fuego podemos observar a Serena, Clemont y Pikachu, los cuales nunca se fueron a dormir

—Aun no regresa —decía una triste peli miel.

—No, pero ¿Que podíamos hacer? —respondía el inventor.

— ¡Buenos días! —saludaban las rubias, ya que Korrina se fue a dormir con Bonnie por petición de Clemont — ¿Y Ash?

—Salió por un momento —dijo Serena

—No se preocupen, el regresará para el almuerzo —contesto el chico tranquilizando a las chicas a excepción de la chica de cabello miel, aunque la preocupación de los chicos aumento aún más al enterarse por parte de la Enfermera Joy de que Greninja también había desaparecido.

En ese instante en puntos separados del bosque se encontraban Ash y Greninja, ambos estaban pensando en sus recientes derrotas.

—Yo debí ser más fuerte —se reprochaba a sí mismo el chico, el cual estaba sentado en un tronco caído.

Mientras que Greninja se encontraba en la rama de un árbol recordando las palabras que su entrenador le dijo mientras creía que dormía.

«Perdón por lo de hoy, Greninja, si yo fuera mejor hubiera mejorado tus habilidades, si tan solo fuera mejor podría utilizar tu verdadero poder, perdóname por no ser un entrenador adecuado para ti» ambos se sentían culpables por sus recientes fracasos.

Mientras que afuera del Centro Pokémon Serena veía el bosque esperando ver regresar al chico, pero en ese momento su paciencia terminó, ella iría a buscar a su novio y lo traería de vuelta, después de un rato de caminar por el bosque, la chica al fin encontró lo que buscaba.

—Ash —dijo la chica suspirando tras haber encontrado al chico, el cual solo la observo

—Lo siento, no debí irme de repente —contesto fríamente y agachando la mirada.

—Si hay algo que te moleste puedes decírmelo, sabes que yo te escucharé —decía Serena con amabilidad a la vez que se acercaba a Ash — ¿Al menos puedo ayudarte en algo? —pero el azabache seguía sin responder

—Se cómo te sientes, yo también lo sentí cuando perdí en el Performance, pero no... —pero fue interrumpida por Ash que finalmente se levantó y le respondió molesto

¡¿QUÉ ES LO QUE PUEDES ENTENDER TÚ SERENA?!

La chica jamás espero esa reacción y se encontraba sumamente sorprendida, pero no tardó en reaccionar de la misma manera ¡ENTONCES DÍMELO!

¡ESTO NO ES TU PROBLEMA SERENA, SOLO LÁRGATE DE UNA BUENA VEZ Y DÉJAME SOLO! —respondió el chico dándole la espalda a su novia, aunque una parte dentro de él le decía que lo acababa de hacer estaba terriblemente mal, pero no tuvo tiempo de reaccionar ya que recibió el impacto de una bola de nieve golpeándolo en la cabeza, el volteó y se encontró con la imagen de Serena con la cabeza agachada hacia el suelo.

—El Ash que yo conozco siempre está animado y al frente de los demás, es tan positivo y siempre se esfuerza, ¡Nunca se rinde hasta el final! —dijo Serena al fin levantando la mirada mientras que sus ojos azules estaban llenos de lágrimas mientras le arrojaba más bolas de nieve las cuales terminarían por derribar al chico —¡TÚ NO ERES EL ASH DEL QUE ME ENAMORÉ! —grito para finalmente salir corriendo.

Algo Verdaderamente DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora