CAPÍTULO 16

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Chispa

El aire estaba cargado de calor y olor a sangre. Ruidos espeluznantes y largos lamentos cruzaban el aire.
Estaba todo oscuro y solo las cenizas alumbraban parte de la estancia. Me acerque a la salida de dondequiera que estuviese y oí pasos, gire para que no me vieran y conseguí contener un grito; aquellos seres eran inhumanos, incorpóreos. Sus armaduras resonaban y sus afiladas espadas reflejaban la muerte. Me recorrió un escalofrío.

Cuando estuve seguro de que no había nadie, salí de allí. Camine por caminos de ceniza y no me acerque a los ríos morados por los que parecían pasar almas de criaturas olvidadas que pedían a ayuda en lamentos y gritos. Al poco tiempo escuche pasos y me quede paralizado, cuando aparecieron las figuras me miraron sorprendidas.

— ¡es verdad! — grito una de ellas.

— el señor tenia razón — soltó el otro con expresión triunfante. — ¡tenemos que llevarle ante el!

— quien es el señor — pregunte. Pero no conseguí ocultar el miedo en mi voz.

— el guardián del inframundo — contestaron al unisono. — bienvenido elegido.

Di un paso hacia atrás mientras el guardia se acercaba decidido, salí corriendo pero las almas de los ríos habían salido y me agarraban por los pies. ¿Pero como?, pensé. Me mire las manos y solté un grito ahogado. Yo también era un espíritu.

Sentí un dolor intenso en la cabeza y me desmaye.

Una suave voz que no logre reconocer me susurro: ¿Eres tu? No deberías haber venido. El te busca y ya te ha encontrado.

Me desperté encadenado a unas extrañas cadenas ancladas al suelo. Perecían de cenizas así que tire de ellas pero se contrajeron mas sobre mis brazos.

Unas antorchas moradas iluminaban la estancia. Allí no se oían lamentos ni gritos sino que estaba todo en un silencio espeluznante. Forcejee con las cadenas pero se apretaban mas. Cuando solté un grito de dolor otra cadena salió del suelo u me agarro el cuello, me lleve las manos a este y otras dos me agarraron de los pies y me inmovilizaron al suelo.

— ja ja ja — su voz reflejaba toda la maldad y terror contenido en una risa. — esas cadenas fueron construidas para apresar incluso al portador de la gema fantasma. No saldrás de aquí Chispa, y sin ti no se cumplirá la profecía.

Intente abrir la boca para responder pero unas manos esqueléticas me taparon la boca con fuerza.

— hay.... Como me temía. Tendré que pasar a el plan B — río con malicia.

Una especie de araña salió de la de la pared y camino hasta mi. Se subió a mi pecho y abrió sus mandíbulas dejando ver una especie de tubo. Fue saliendo de su boca y cuando llegó a mi pecho se detuvo.

— bien, hagamos un trato. Si me das tu poder volverás con tus amigos pero ya no serias el elegido de la magia — Soltó con desprecio.

Las manos esqueléticas dejaron de hacer presión para darle la respuesta.

— ¡jamas! — Grite a pleno pulmón.

— me lo imaginaba — dijo — entonces este lo sacare a la fuerza — me dijo mientras daba la orden de continuar a la criatura. — disfrutare con tus gritos de agonía pero lo mejor es que como ya estad muerto nunca parará ese dolor —.

El tubo empezó a perforar las capas externas de mi alma apresada por cadenas. No pude contener el cristo de dolor mientras perforaba hacia dento en busca del poder oculto.

— ¡para! — grité — ¡para! —.

Si hubiera estado vivo las lágrimas caerían mojando la estancia pero nada sucedía en mi cuerpo, solo el dolor estaba presente.

El Despertar OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora