El Despertar Oscuro

CAPITULO 20

Aquos

La cabeza me daba vueltas; el silencio se apoderó del coliseo; Tinieblas había desaparecido.

A continuación las nubes se empezaron a teñir de rojo y la luz se empezó a extinguir.

- ¿¡Que esta pasando!? - Grito Incendio asustada.

- ¡No lo se! - La grité, mientras me invadía el pánico.

Una sombra se movía entre las nubes, gigantesca, poderosa.
Los elfos dirigieron su mirada al cielo y gritaron de júbilo. Un rugido ensordecedor les respondió y la sombra descendió hacía el coliseo.

Las escamas brillaban, sus garras eran afiladas como espadas de plata, sus ojos demostraban toda la maldad contenida, sus alas negras tapaban el sol.

El dragón paso sus enormes ojos rojos por todos nosotros, de su garganta salio un rugido de triunfo y después escupió un fuego negro que ascendió por el aire y creó una explosión que se expandió en todas direcciones.

Alcé la mirada al cielo y vi como una enorme sombra se acercaba amenazante al sol.

- El fin de la luz a llegado, es hora de que la oscuridad tome el poder - Rugió el dragón.

La sombra seguía avanzando amenazante por el cielo dispuesta a tragarse el sol.

- Lo veis elegidos, todas las personas y criaturas que confiaban en vosotros... Las habéis decepcionado y pagaréis por ello - Rugió el dragón de nuevo.

Un rayo morado inundo el coliseo; el dragón se giro y alzó el vuelo. Ascendió hasta quedar dentro de la sombra de la luna; unos cuernos morados se alzaron en su cráneo, sus alas se abrieron mientras unos huesos las atravesaban y las sombras cubrían las alas para crear una niebla oscura, por su lomo crecieron unos puntiagudos huesos que llegaban hasta su cola y esta creció hasta transformarse en una espada morada, sus ojos cambiaron de color y una profunda oscuridad los consumió.

Soltó un rugido y la luna se cernió sobre el sol, los últimos rayos de esperanza se extinguieron dejando una profunda pesadilla. El dragón empezó a descender y transformarse en lo que de verdad era. La Pesadilla.

La espada de la cola ahora la empuñaba con destreza y una capa de niebla volaba tras el.

- ¡Y ahora jamas podréis detenerme! - Nos dijo Tinieblas mientras dirigía su espada hacia el último rayo de luz que al sol le quedaba.

- Aquos.... Si no sobrevivimos.... Quiero decirte que lo siento por todo lo que te he hecho sufrir - Sollozó Incendio.

- No tienes porque sentirlo, saldremos de esta, te lo prometo - La tranquilice mientras la besaba fugazmente.

- ohhh que bonito los enamorados.... Que pena que pronto no podrán volver a estar juntos, tengo algo preparado para todos vosotros - Río amenazador.

Cuando el rayo de luz se extinguió un rayo negro cruzo el cielo hasta la espada de Tinieblas y el la clavó en el suelo dejando que la oscuridad se propagara por el coliseo.

- Y me asegurare de que no me detenéis - Nos dijo mientras la oscuridad se acercaba rápida y hambrienta - adiós elegidos, y hasta nunca -.

La oscuridad llego y nos atrapo, sentía como me quedaba debilitado muy rápido y como una herida se habría en mi pecho y sangre azul se derramaba por el suelo, Incendio gritaba y sollozaba de dolor mientras el mismo liquido rojo salia de ella, y de mis amigos. El líquido corrió hacia la espada de Tinieblas y los símbolos de los elementos quedaron grabados en la hoja de la espada.

Tinieblas río, de su espalda crecieron un par de alas y alzo el vuelo hasta Rapton, le dijo algo al oido y unos guardias fueron a por nosotros. Después todo se volvió negro y no pude ver nada mas.

...

Nada había ocurrido, yo había vuelto del instituto, no había tenido que hacer un trabajo no traspasé un portal no salvaría al mundo. Todo había vuelto a la normalidad.

Volvía a casa y las calles estaban vacías, nubes de tormenta amenazaban con llover toda la noche así que me apresure ha llegar a casa.
Llamé al timbre pero nadie respondió y me acorde de que estaba solo, saque la llave y abrí la puerta. Mi mochila aterrizó sobre el sofá, me prepare un chocolate caliente con unas nubes flotando sobre el como a mi me gustan, cuando término de fundirse lo eché en una taza y coloqué tres nubes en el chocolate, subí a mi habitación puse la música a todo volumen y empecé a beber mi delicioso chocolate con nubes, al cavo de un tiempo me quede dormido.

Era una pesadilla... Esto no tendría que estar pasando... El agua se acercaba rauda y decidida hacia mi en un torrente de muerte. Yo intentaba desesperado que el agua me obedeciera pero sin resultados, quedaba muy poco tiempo el agua se acercaba y mis mayores temores se hacían realidad. Mis poderes habían desaparecido.

El torrente de agua impacto sin piedad sobre mí, sentí como algunas costillas crujían, el impacto me hizo dar vueltas sin control por la masa de agua, pataleaba con la esperanza de salír a la superficie para respirar pero cuanto mas subía mas se alejaba la superficie de mi. Sentía mis pulmones arder sin aire y en un último intento de que mis poderes volvieran abrí la boca en busca de aire, pero eso empeoró todo; mis pulmones se inundaron y yo caí hacia las oscuras profundidades, una sombra apareció delante mía mientras mi ultimo aliento subía en forma de burbujas a la lejana superficie.

...

El sudor empapaba mi frente, mis manos temblaban del terror y cogí aire con un ultimo esfuerzo y me di cuenta de que seguía vivo ¡VIVO! Pensé. Mi respiración se fue calmando y pude averiguar donde estaba.

Todos mis amigos estaban moviéndose intranquilos, como si estuviesen en horribles pesadillas. Me dolía todo el cuerpo y aun sentía el agua arrollarme sin piedad y mi piel humeda. Intenté levantarme pero mis fuerzas fallaron, la visibilidad era muy mala y solo podía oír unos ronquidos gracias al eco de la celda. Sin fuerzas y cansado, el sueño pudo conmigo, solo que esta vez fue tranquilo.

Sentía un pelo suave sobre mi cara y una respiración acompasada, desperté con Incendio sobre mi hombro profundamente dormida, no me había despertado solo, unos aleteos y gritos me habían despertado y ahora la curiosidad me empujaba a averiguar de donde venían esos sonidos, con cuidado deje a Incendio dormida y me levante para ir en busca de los sonidos.

Empecé a caminar, cada paso que daba resonaba por la celda; cuanto mas me adentraba mas grande y oscura se hacía, seguí caminando por la enorme celda. Una puerta apareció delante de mi, iluminada por unas antorchas, no había ningún guardia guardando la puerta así que me acerque y empuje con suavidad, la puerta no puso resistencia y entre en un largo pasillo iluminado por antorchas. Los rugidos aleteos y ronquidos se escuchaban mucho mas desde allí, y decidí averiguar de una vez que eran esos ruidos.

El pasillo parecía interminable, las antorchas empezaron a separarse y los rugidos se oían mas cerca. Caminé mas despacio, en la pared ya no había piedra sino unos gruesos barrotes llenos de arañazos y marcas de dientes. Me recorrió un escalofrío pero seguí caminando, solo que no me di cuenta del enorme ojo ámbar que me estaba mirando.