13.- Planes

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— ¿Nikolai?— arg, como detesto que me despierten. Conozco la voz de la empleada que hace el aseo. Nadie más en esta cada me llama Nikolai. Ruedo en la cama, cubriéndome la cabeza con el grueso cobertor— su padre le está esperando.

— Ya voy— gruño. Estúpidos vampiros que no se quisieron largar de mi habitación. ¿Para qué carajo me quiere mi viejo ahora? ¿Qué mierda es tan importante que no puede esperar a que me levante yo? Solo meto los pies en los zapatos y camino a la salida.

— hare el aseo... ¿no sabe dónde están las llaves de las habitaciones?

— Ni puta idea— están en mi mochila para variar. Mishka llega, dando saltitos.

— algunas puertas están trabadas.

— no se— respondo, pasando de largo. Mi viejo no está en la sala, pero lo escucho en la cocina. No tengo hambre, quiero dormir como en coma todo el día. Tengo que aguantar a Drew y al idiota ese ahora también.

— ah, Niko...

— ¿Qué quieres?— me dejo caer en una de las sillas, alcanzando la caja de cereal. Meto la mano para agarrar un puño y llevármela a la boca.

— ¿estás bien?

— ¿ah? Claro que si ¿me veo mal?

— no, no es por eso. Me han dicho que has ido frecuentemente al hospital, pero no te he visto— tsk, como no. Sé que le preocupo al viejo, pero la verdad para mí es muy agobiante estar con él ahora— ¿pasa algo?

— no... Espera, sí. Tengo un proyecto final sobre empleos, ya vez como se ponen de pesados con esa mierda, no quiero quebrarme la cabeza si puedo hacer el trabajo en el hospital.

— ah, era eso— mucha gente cree que nos parecemos, pero yo nunca he pensado que nos parezcamos— está bien entonces. Les diré a algunas personas para que hablen contigo.

— no lo ocupo.

— no te preocupes— joder que no me preocupo, pero no pienso ni de broma hacer un trabajo falso por alguien como ese imbécil. Idiota Drew, me las cobrare si tengo que escribir una sola palabra del supuesto trabajo.

— ¿vas hoy al hospital?

— sí.

— Voy también— anoche, el imbécil dijo que si queríamos que las cosas salieran bien ocupamos que Drew no esté hambriento. Y hace como dos noches se acabó la última bolsa de donación que traje. No lo hago por ese imbécil.

— Acaba de desayunar y nos vamos— Drew es muy idiota para que las cosas vayan mal sin ayuda, vamos, o sea ¿de entre todas las personas que estaban esa noche en el bar tenía que ser Drew al que mordieran? Si eso no es tener mala suerte entonces sí que es idiota por dejarse morder.

Bueno, eso ya no es mi asunto. Lo que quiera ese idiota no es interesante para mí, claro eso pensaba antes de que involucrara al tonto de Drew. Ojala no hundiera venido nunca, solo traerá problemas y el idiota de Drew es tan ingenuo... ah, la receta ¿Dónde dejaran esas cosas? Solo porque es divertido todo esto es que lo hago, Drew es mi amigo y aunque será un tarado y además gay, bueno me agrada lo suficiente para preocuparme un poco por él.

— ¿Tienes trabajo?— pregunto, cuando al fin llegamos al maldito hospital. Ni me interesa si va y abre el estómago de alguien o solo le da pastillas para la tos, solo quiero saber si mi viejo no me estará siguiendo todo el maldito rato.

— sí, tengo unas cirugías menores, pero puedo hablar antes con...

— ya te dije que no. no ocupo tanto, solo unas cosas— me quejo, saliendo del carro apenas se para— solo iré a dar una vuelta por ahí— ¿Por qué es tan fácil robar en un hospital? Si no tuviera que seguir llevándole estas cosas a Drew ya me habría burlado de todos ellos.

BloodlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora