14. Lo único constante es el cambio

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Berlín es una ciudad agradable, pero no me gusta. Mucho menos la hubiera elegido para vivir. Cada vez siento que nos estamos alejando más y más de mundo moderno, o acaso será el mundo moderno quien se aleja de nosotros. Nunca me había quejado de vivir de esta forma, ocultos por las sombras y la noche, viviendo solo como un invento de la psique humana. ¿De qué otra forma puedes vivir cuando eres un vampiro?

— Regresas temprano, Donovan.

— mande a otro hacer la ronda. No sabía que me esperaba o hubiera venido antes— vivimos en los túneles subterráneos que quedaron en Berlín después de la segunda gran guerra. Quedan cientos aun sin descubrir, y ahora solo es un nido más vampiros.

— Quería saber cómo va el asunto de los cadáveres que han aparecido últimamente— Gast es quien tiene el control del grupo actualmente... bah, actualmente quiere decir desde hace varios siglos ya. No sé mucho de él, sé que en algún momento fue miembro de la nobleza de algún lugar, su porte distinguido lo dice, siempre vestido con ropajes elegantes, se mueve con gracia aun para ser un vampiro. Alto, rubio y con ojos verdes no es difícil imaginarle siendo el líder de alguna aldea humana— ¿has descubierto algo?

— sí. Tomo más tiempo del que pensé. No ha sido ningún miembro del clan.

— ya veo ¿y entonces?

— pensé que quizá fuera otro vampiro, pero la forma descuidada en el que están las victimas me hace pensar que hay un converso.

— ¿un converso? No he dado autorización para que creen más vampiros— peligro, su tono es peligroso. Gast no es el líder solo por ser bien parecido. Es fuerte, realmente fuerte. Nadie sabe el motivo por el cual los vampiros más viejos son más fuertes. Y Gast es el vampiro más fuerte de aquí.

— no creo que fuera alguien de los nuestros.

— ¿seguro?

— sí, he estado vigilando a todos, por eso no había venido antes. Lamento mucho no haberle informado.

— no te preocupes. Donovan ¿Qué harás?— desde que me uní al grupo de Gast, he sido su mano derecha, siempre encargándome de las cosas más delicadas.

—lo estoy solucionando ya. Espero encontrar al nuevo de casualidad.

— ¿y si salió ya de Berlín?

— No creo, y si lo hizo entonces no hay más de que preocuparse— ¿acaso es otra prueba o algo así? Nunca se sabe cuándo se aburre.

— entonces ve, anda.

— Con su permiso— este lugar es tan lúgubre y tétrico como un cementerio. Oscuros y largos pasillos. Y si digo oscuros es solo para los humanos, los vampiros vemos perfectamente en la oscuridad.

Hace algunos días ha pasado algo curioso. En el mundo existen algunos grupos de vampiros, todos controlando el área cercana a su cede, y aunque también existen errantes, ellos suelen saber dónde están estas áreas y nunca se quedan más de unos días, sin hacer mucho altercado. Encontrar cadáveres en el área de Gast solo puede significar dos cosas: que alguien creó un vampiro o que alguien quiere desafiar a Gast. Ah, como odio vivir bajo la tierra.

¿Hace cuánto que no vivimos en la superficie? Ya hará el siglo, me gustaba más cuando la cede estaba en Praga. Pero claro, Praga se volvió uno de los lugares más peligrosos para ser un vampiro, el primero por supuesto es Rumania, vivir en lugares donde la gente solo se la pasa buscando vampiros, sea por diversión o idiotez, no podemos permitir tal cosa.

— ¿A dónde vas?

— hare recorrido. Buscare a un converso.

— ¿un converso, aquí?

BloodlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora