18. Desconfianza

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Las noches han cambiado mucho desde que yo aún era humano. Desde hace varias décadas las noches en las ciudades se han vuelto muy luminosas, casi pareciera que es de día. Si algo me molesta de todo este cambio, es que ya no puedo ver las estrellas como antes. Ahora mismo, solo puedo ver unas cuantas estrellas en el cielo, aquellas que no quisieron morir con la luz de los humanos.

— ¿otra vez melancólico, Donovan?

— señor.

— ¿en qué pensabas?

— en las estrellas. No se pueden admirar igual que antes, los humanos de hoy no las aprecian del mismo modo.

— ah, claro ¿te diste cuenta en qué momento se volvieron tan superficiales? Yo no.

— no, señor.

— no me molesta, de no ser así aun estaríamos siendo cazados por todo el mundo. Ah, qué tiempos— Gast sonríe, también mirando al cielo. Si, ha pasado mucho desde entonces y he pensado mucho sobre ello, pero hoy no tanto. Gast no suele salir de sus aposentos ni hablar de salir a las calles como hoy.

— ¿pasa algo?

— ¿eh? ¿De qué me estás hablando?

— no es común que este aquí. ¿Algo le está inquietando?— mi forma de hablar es una costumbre que no puedo quitar, ni la muerte logro hacer que dejara de hablarle formalmente a las personas que son líderes. Gast me sonríe.

— Sí, hay algo de lo que quiero hablar— nunca he visto en Gast expresión alguna que no sean sonrisas. Desde que está aquí no hay luchas, todo está en orden si no contamos las veces que alguien le desafío para quedarse con el puesto de líder de este lugar. Tiene mucha ventaja con el hecho de que nadie sabe cuántos años tiene, yo solo especulo que son muchos más de lo que yo tengo viviendo. He conocido vampiros de todos años y él los ha vencido fácilmente a todos.

— ah, ¿Qué es?

— umm... ¿Qué será? ¿Por qué no vamos a dar un paseo?

— Adelante— dejo que sea él quien señale el camino. ¿Conoce la ciudad? No estoy muy seguro de que lo haga. Si algo me gustaba de conocer a todos los vampiros del clan, era el imaginar cómo habían sido como humanos. ¿Fue un buen soldado o era sobornado? ¿Qué tanto hizo en sus labores? ¿Tenía familia? Con el tiempo cada vez fue más aburrido, sin nuevos vampiros no tenía caso repetir lo mismo una y otra vez.

— Donovan...

— Le escucho— a Gast es muy fácil imaginarle en algún palacio rodeado de lujos. Quizá porque toda mi vida estuve al servicio de personas como él es que ahora puedo imaginarle así.

— ¿te has dado cuenta? hay algo que... algo...— murmura.

— no entiendo lo que quiere decir.

— Desde hace un tiempo creo que las cosas no van bien— ah, era eso. Tengo la misma sensación, algo imperceptible pero que si lo buscas ahí está. Claro, los humanos nunca entenderían esto— no es en el clan, es algo de fuera.

— ¿Cómo lo sabe?

— ¿crees que no se si algo anda mal con los míos? No, no es en la guarida.

— lo siento.

— Donovan ¿Qué hay de este vampiro, Drew?

— todavía esta desorientado. Aun no se desprende de su lado humano, no asimila que ya está muerto. Parece completamente inútil para cualquier cosa, pero si se le entrena eso cambiaria rápido.

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