36. Castigo

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Interrumpo los tarareos de alguna canción del siglo pasado cuando siento venir a un vampiro. No es Anya, porque ella debe estar con Niko, y Sanya está aquí, puedo ver como se pone tenso con la nueva presencia.

— Claro, adelante— murmuro cuando la puerta se abre. No conozco el nombre del vampiro, pero fue el primero que acepto unirse a mi venganza. Ni siquiera espero a que le dijera alguna razón— ¿hay alguna novedad?

— tienes un chico ¿no es así? El nuevo.

— Sí, ¿Qué hizo ahora?— pregunto aburrido. Esté no es un vampiro que destaque mucho, castaño, ojos oscuros, un vampiro común.

— llego anoche, fue encerrado.

— Ah— funciono. Wow, realmente no había esperado que funcionara tal cual lo pensé. Sonrió, ya solo...— que bien. ¿Dónde está?— señalo los dibujos que Drew hiciera hace un tiempo.

— Aquí— señala un punto en el dibujo— ¿quieres que le saque?

— No, no. Ahí es donde debe estar— Sanya se mueve, observando el plano, el punto que señalo el vampiro— todo es parte del plan, dime ¿le van a castigar?

— si, por decirle a un humano lo que es. Tiene suerte, pudieron haber pensado que es parte de las muertes de los vampiros.

— por eso le deje en casa de esa persona. Entonces ¿Cuándo será el juicio?— le miro directamente. Puedo ver el odio en sus ojos, tiene una fuerte motivación para acabar con todo, me gusta.

— mañana.

— Entonces, tenemos ya nuestra fecha para actuar— uno mis manos en un aplauso.

— ¿Vas a dejar que muera ese humano?— Sanya habla, apenas un susurro. Ah, pero que poco me conoce.

— no, hice una promesa, Niko va estar bien... unos días, claro. Bueno, no dejaremos que se lleve a cabo ese juicio ¿no?— pregunto al vampiro.

— No— sus manos se hacen puños, su mirada muestra odio. No es difícil adivinar que le paso.

— es una pena que todavía hagan esas cosas. Drew realmente está enamorado de ese chico— suspiro dramáticamente— ¿Cómo pueden intentar separarles? No solo ellos, si la muerte no los separo, entonces ¿Por qué alguien más si? ¿Qué derecho tenemos sobre la muerte? Me pregunto ¿Cuántos humanos seguirían vivos ahora? O mejor aún, que felices serian todos si pudieran vivir eternamente con la persona que aman— susurro, avivado ese odio con mis suaves palabras.

— los clanes ya no deben existir.

— no, no deberían. Así que dime, amigo ¿Cuántos más están de nuestro lado?

— doce.

— vaya, son más de lo que esperaba— debe haber mucho descontento en este clan. Entonces es verdad, los clanes están muriendo, muriendo envenenados desde adentro— supongo que muchos no van a actuar.

— no lo sé. He hablado solo con los que se ya no quieren a un líder como Gast.

— supongamos que algunos no tomaran partido, o que huirán al ver el caos. También con los que han tenido la tragedia de encontrarse conmigo... estamos bastante parejos— por fin tenemos posibilidades reales— solo hay que matar al líder.

— Soren...

— ¿tenemos la entrada segura?

— todos estarán en el juicio— umm... el juicio. Es un arma de doble filo, es el mejor lugar para llevar a cabo una revuelta, pero si lo que quiero es que ese humano salga lo más vivo posible de ahí, no tiene que llegar a ese lugar— puedes entrar en ese momento.

BloodlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora