34. Anti-Beat

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Niko no está, es lo primero que noto cuando despierto. Me siento un poco decepcionado. El lugar donde estaba esta frio y su olor ha comenzado a perderse. Quiero decirme que no esperaba que se quedara todo el día aquí, pero la verdad es que si lo había esperado. Me concentro en las voces, pero no le escucho a él. Intentando ser cuidadoso, me dirijo a su habitación. Ah, huele a shampoo. ¿Salió? Bueno, es obvio que salió porque no está aquí.

— Mishka— el perro esta acostado debajo de la cama. Mueve un poco la cola cuando le hablo me agacho para acariciarle pero se mueve, alejándose de mí. Suspiro, dejándolo. ¿Cómo estarán hoy las cosas con Niko? Miro la hora, es temprano todavía. Soren dijo que yo no saliera, pero no dijo nada sobre Niko. De ser así, tampoco le hubiera dejado salir. Enciendo la televisión, bajando mucho el volumen para no llamar la atención. Estoy comenzando a sentir un poco de sed. Espero que pronto pueda salir.

Mucho rato después, escucho la puerta cerrarse. Casi puedo jurar que conozco de memoria los pasos de Niko mientras viene hacia acá. Ni siquiera ha llegado y ya estoy sonriendo. La puerta se abre, cuando Niko me ve, se queda inmóvil en la puerta

— ¿Qué haces aquí?

— no hay mucho que hacer cuando no puedes salir. Y te estaba esperando— Niko cierra la puerta.

— se nota que no tienes nada que hacer. Podrías hacer mi tarea para variar— refunfuña. ¿Sigue yendo a la escuela? Pensé que ya no lo hacía.

— ¿En qué quieres que te ayude?— Niko sonríe.

— era una puta broma, Drew. No ocupo que hagas mi tarea. ¿En serio harás todo lo que te pida?— ah... eso es... un poco cierto. La verdad me es difícil no hacer lo que me dice. Me quedo mirando los patrones de la sabana— ¿Es en serio?

— no voy a responder eso.

— Idiota— algo cae a mis pies.

— ¿Qué es?

— cosas tuyas. Esa camisa que traes es una de mis favoritas— su tono es una queja. La volteo a ver.

— Toda tu ropa es muy parecida— le digo, porque es la verdad. Toda su ropa es color negro ¿Cómo voy a saber cuál es la que usa y la que no usa? Oh... volteo a la ventana en un intento de no sonreír bobamente— gracias por traerla.

— te lo cobrare. No es agradable andar rebuscando entre tus cosas.

— No pedí que lo hicieras— trato de sonar muy interesado.

— ya te dije, no quiero que uses mi ropa. Cuando yo la quiero usar esta en la lavandería. No te costaba ni una mierda preguntarme que podías ponerte— eso es verdad, solo iba y la tomaba. Mejor dejo esta discusión. Niko suspira, quizá pensando lo mismo. Le veo subir a la cama y sentarse, alcanzando un libro de la mesita.

— Deberías quitarte los zapatos— Niko niega, reclinándose en la pared.

— Eres muy educado— no suena como algo bueno cuando lo dice él. Pronto está totalmente centrado en el libro, y yo, bueno... yo estoy viéndolo leer. Paso un buen rato sin moverme, y el solo sigue leyendo. No me canso, pero sería mejor si estuviera más cerca. Me muevo despacio, para no asustar a Niko, aunque no sé si eso es posible, hasta estar sentado a su lado, fingiendo ver la televisión. Niko solo se mueve para dejar espacio. Me quedo quieto unos momentos y luego solo me reclino contra Niko. Él solo mueve un poco el brazo. Estar tan cerca de él me distrae, puedo oír muy bien su respiración, su corazón. Sin quererlo me comienza a arder la garganta. Cierro los ojos, inhalando, pero no ayuda mucho porque estoy junto a él. Me resbalo un poco, apoyando mi cabeza en su brazo. Me siento demasiado feliz cuando Niko no dice nada, sus ojos siguen fijos en el libro. Yo sigo fingiendo ver la televisión por un rato, no soy consciente cuando comienzo a respirar más cerca de la piel de Niko, ni cuando pasó un brazo encima de él.

BloodlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora