CAP. #1

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Carl

Ya eran aproximadamente como las cuatro y media de la tarde y mi padre estaba cuidando a Michonne, había quedado bastante golpeada gracias a la chica esa del basurero que en este momento está muerta.

Se lo tiene merecido

Y todavía no entiendo cómo es que tan sólo hace unas pocas horas estuvieron a punto de partir mi cráneo tal y como lo habían hecho con Glenn y Abraham, pero lo que sobrepasa los límites es el hecho de que un tigre me salvara la vida.

Después de haber acabado el primer encuentro con Negan, se realizó por parte de los líderes de nuestras tres comunidades un gran discurso, y con eso una gran conmemoración a los hombres y mujeres caídos en batalla, en el cual, también tuvimos que despedir a Sasha.

Ninguno esperaba eso, ni siquiera Negan

–Carl. –su voz me saca del trance en el que me había perdido

–¿Si papá? –digo algo cansado

–Ve a descansar –levanta su mirada–. Quizá debas hacer mis turnos de vigilancia.

Sé que lo tendré que hacer, de todas maneras, no contaba con que él la dejara sola. Además, eso no es un aviso o una petición, no; lo conozco, es una orden.

–Lo haré no te preocupes... –después de eso le dedico una media sonrisa, y él asiente

Obedezco a mi padre saliendo de la casa hacia la calle, para inspeccionarla, encuentro todo bajo control, dentro de lo que cabe. Al terminar el o mejor dicho los turnos de mi padre y estando a punto de bajar de la torre, noto algo correr ágil entre la oscuridad de los árboles y casas, que están situados fuera de los muros de la comunidad, ese algo parece darse cuenta de que lo miro atento a cualquier movimiento, por lo que lo pierdo de vista cuando la voz del siguiente vigía me distrae.

–¡Vamos baja muchacho! ¿No te quedarás ahí toda la noche, o si?

¡Mierda!

Cuando volví la vista al bosque no había ningún rastro de esa sombra escurridiza, no me doy cuenta de que el hombre ha subido la escalera, e incluso mira hacia el mismo lugar que yo. Para despistarlo un poco miro a varios lugares más antes de bajar.

–¡Con cuidado! –lo escucho hablarme desde la torre

Al llegar a casa me acuesto e intento dormir ya que no he podido hacerlo bien desde lo de Glenn, él era bueno, Abraham también, pero no era un tipo muy hablador, al menos no conmigo y lo conocí hace un tiempo, nada de comparación con el coreano al que conocí desde el inicio.

Sé que no pasaran más de veinte minutos para que este dormido sin embargo no durará mucho, al menos hasta que me despierte alguna pesadilla. Ahora con más razón por lo de Sasha, fue tan horrible ver como nuestra amiga devoraba a varios tipos.

(...)

Ya de mañana, me levanto y preparo mi desayuno, el de papá y algo para Michonne, cuando subo con el desayuno me encuentro con Enid quien al parecer por ahora será la niñera de mi hermana, pero la ignoro y camino hacia el cuarto de papá para disponerme a llevarle el desayuno.

Al entrar lo encuentro dormido en la cama al lado de la morena por lo que sólo les dejo los platos en la mesa de noche, para cuando despierten. Antes de salir me detengo a mirar el rostro de Michonne, que, aunque ha mejorado un poco, sigue con su ojo y labios inflamados, incluyendo varios cortes en sus cejas y labios.

Salgo de la habitación y me encuentro con Judith en el pasillo mirándome a lo que yo le sonrío y la cargo, sin percatarme de que Enid nos mira.

–¿Podemos hablar? –pregunté

–Vamos a fuera. –dice mirando a Judith

–Yo la llevo. –le informo a Enid

–Bien. –es todo lo que dice como respuesta

Al llegar nos sentamos en la banca que está en el pórtico de la casa dejando a la pequeña con uno que otro juguete en el suelo del lugar.

–Ayer –inicié–, había una sombra veloz y ágil. ¿Eras tú? –ella me mira confundida

–No, pero si te quedas más tranquilo puedo salir a averiguar algo. –la miré molesto

–No. No saldrás, al menos, no ahora, es peligroso. Los del basurero deben de andar en los alrededores.

–Pero y... ¿Y si no son ellos? –pregunta pensativa poniendo por completo su espalda en el respaldo de la banca

–Hay una entrada –digo mirando a la nada–. Se tendrán que presentar tal y como lo hemos hecho todos...

–No nos arriesgaremos –le digo

Después de un rato de hablar con Enid y cuidar a mi hermana, veo salir un grupo bien armado, sin embargo, eso no me hace sentir bien, ya que eran pocas personas, y para lo que parece ser una expedición se necesitan más. A lo lejos pude divisar varios rostros del Reino y de Hilltop y sólo uno de los nuestros, no pude evitar sentir un mal presentimiento dentro de mi estómago al verlo. Esta no era cualquier persona, era Daryl.

Sin SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora