CAP. #20

82 7 5
                                    

Gabriela

–¿Y qué si esto no se soluciona? –preguntó Eric

–Ni siquiera lo pensaré dos segundos, no voy a arriesgarme a perder esta comunidad –sentencié–. ¿Me ayudarán a salir?

–Gabriela –Eric se acercó a mí y tomó mi rostro con sus delicadas manos–, sabemos que te irás de todas formas –yo sólo los miré a ambos y aparté con sutileza las manos de Eric y sonreí

–Oye, recuerda que Lía te espera y nosotros también, al ser ella tan terca como tú, debemos educarla juntos y protegerla de todo lo que pueda hacerle daño.

–Lo sé, y también sé que regresaré sana y salva. –mentí, si no lo hacía no me dejarían salir, eran dulces pero estos hombres eran muy tercos cuando querían

Tomé las cosas que me hacían falta las puse en mi bolso y lo coloqué en mi espalda. Me despedí de la pareja y salí de la habitación. Cuando estuve cerca de la camioneta que en habíamos llegado bajé la moto que aún estaba sobre esta y como pude me acerqué a los portones.

–¿Te cuidarás? –asentí–Eres muy importante para nosotros.

–Ya te dije que regresaré.

–Mentiste, lo vi en tu rostro. Sólo intenta no meterte en problemas. –me bajé de la moto y lo abracé, corrí hasta la torre y abracé a Eric que me abrazó muy fuerte

–Se los prometo... –le dije y me separé de él

Salí corriendo hasta la motocicleta y al llegar me senté, acomodé el bolso en mi espalda, les di una última mirada y hablé mirando hacia la calle–Cuiden a Lía, volveré pronto. Nadie se deshace de mi tan fácil.

Carl

Voy caminando por la comunidad hasta llegar a la casa que era casa de Enid, ahora de los chicos que se acaban de incorporar a la comunidad, ya que necesitaba hablar con Gabriela y disculparme por antes, además de que necesitaba explicaciones sobre lo del beso.

¿Cómo fue capaz de utilizarme así frente a todos? ¿Cómo pudo con un simple beso causar tantas cosas en mí? Y lo más importante, ¿por qué me importaba tanto un simple beso? ¿Qué me estás haciendo Gaby?

Un sonido conocido llegó a mis oídos, voltee y la mire estaba sobre la moto azul, la que encontramos en la casa de Dom. Mi cara de sorpresa se hizo presente de inmediato, no podía dejar que se fuera... Y lo peor de todo. ¿A dónde mierdas iba?

–¡Carajo! –dije mientras corría hacia el gran portón abierto, ella no me había visto

Cuando se separó de Eric, corrió a la moto, subió a ella, la encendió y se fue, corrí lo más rápido que pude cuando la vi salir, pero ya era tarde, se había ido, no logré que se detuviera.

–¡NO! –grité cuando llegué junto a la pareja

–Carl estará bien. –dijo Aaron, aunque no quería ser grosero la rabia se apoderó de mí

–¡Si está afuera, está en peligro constante, tiene una herida en la pierna! ¡Le cuesta caminar, se podría infectar o podría quedarse atrapada! Y si necesita correr, ¿cómo lo va a hacer?

–¿Está herida? –dijo Eric mirándome con terror

Me dirigí bajo la torre, tomé un arma grande y mucha munición, corrí a la camioneta, subí a ella y la iba a poner en marcha hasta que Dominic apareció en mi camino. Este no era un buen momento para sus estupideces.

–¡Ey! Estás loco tu padre te mataría si te fueras.

–Gabriela salió, sola y está herida. Tendrás que matarme si quieres que me quede. –sentencié

–Iré contigo. Y no es pregunta. –dijo subiendo a la camioneta, yo solo aceleré

Salimos a tanta velocidad que al ver la camioneta pasar a su lado solo pudieron gritar un–¡Alto! –que dejamos de escuchar luego de unos segundos

Después de unos minutos en silencio el habló–Oye si esto lo haces por lo del beso...

Yo sólo le di una mala mirada, no lo hacía por eso. Era ella, ella era la que preocupaba y me ponía a pensar en tantos de los peligros... En aquellos a los que hace mucho tiempo ni siquiera les prestaba atención, era ella, ella y su forma de ser tan complicada.

–No es por lo del beso, ni siquiera sé en qué momento pasó todo eso, yo-

Él me interrumpe–¿Es tú primer beso, Carl –yo lo miré, me sorprendió que me llamara por mi nombre, negué de manera nerviosa por su comportamiento tan maduro y respetuoso–? Pues, es el suyo, sólo no me obligues a matarte.

Mi ojo se abrió en sorpresa en cuanto vi que Dominic no hacía una broma o algo sobre esto, él no mentía, era su primer beso y me lo dio a mí, aun no entiendo por qué. ¿Por qué si lo guardó tanto tiempo me lo dio a mí?

–Ella ya había tenido a alguien, ya sabes, alguien especial, pero él murió por nuestra culpa hace un par de años en el maldito bosque. Ella nunca lo besó, ni siquiera cuando él se lo pidió unos minutos antes de morir. No quiero que le hagas daño Grimes, ella es muy importante para nosotros y a todos nos impactó lo del beso, me incluyo y no miento cuando digo que hubiera esperado que ese beso fuera para mí, pero- ¡DETENTE! Esa es su motocicleta, en esa casa entre los arbustos, tal vez está en peligro. –dejamos el carro entre unos árboles y nos acercamos a la casa donde vimos su motocicleta

–Vamos con cuidado, y Dominic esto es por ella, no por el beso. –agradecía que me lo hubiera dicho, pero no podía pensar en algo así de importante ahora

Dom y yo rodeamos el jardín y fuimos muy sigilosamente siguiendo huellas en el bosque detrás de las casas, la vimos, estaba escondida, y muy concentrada mirando algo, Dominic la vio e hizo un sonido de ardilla con su boca que ella escuchó.

Su mirada volvió a nosotros, miró al frente y luego nos hizo una señal para que avanzáramos y así lo hicimos, al llegar a su lado vimos de qué se escondía, había salvadores saqueando todas las casas en busca de armas además de cobijas, maderas, rejas, todo que los pudiera ayudar con su gente o en la guerra.

Una mujer salió de la nada corriendo y gritando por la calle, ellos la vieron y la tomaron de los brazos, y la tiraron al suelo, en su pierna tenía una gran mordida así que moriría de todas formas, pero le estaban haciendo daño. Sabía que Gabriela no resistiría ver esto, pero no esperaba que saliera corriendo con su arma y empezara a disparar a los hombres de Negan.

–No te muevas, y no salgas. Grita si estas en problemas. –bueno, tampoco esperaba que Dom saliera a ayudarla

Una horda gigante comenzó a sonar no muy lejos. Era una tensión horrible en el ambiente, en cuanto a Gabriela se le acabaron las balas, yo salí a ayudarla, no pensaba dejarla sola. Todos los salvadores detuvieron el fuego cuando me vieron, tal vez sabían que les serviría más vivo que muerto.

En cuanto los caminantes comenzaron a salir de un lado de la carretera, los salvadores los controlaron, por un muy corto tiempo. Capturados y rodeados, cómo podía estar pasando esto, los caminantes nos tenían rodeados a todos, salvadores, Dominic, Gabriela y yo, todos estábamos en peligro.

Sin SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora