CAP. #24

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Omnisciente

–Chicos, ¿escucharon eso –preguntó Zoé a las personas junto a ella, ambos asintieron–? Cúbreme –pasó cuidadosa todo el camino hasta llegar al líder de Alexandria–. Rick, ella no quiere que esto suceda, quiere que procedemos.

–¿Están seguros? –preguntó fijo en su blanco, Negan

–Completamente. –él la miró

Y luego dijo hacia Negan–¿Van a obligarme a contar –sonrió recordando las palabras del hombre frente a él, al ordenarle cortar el brazo de su hijo–? Ok, lo haré. Voy a contar. Diez, nueve, ocho, siete- –disparó

Negan esquivó algunas balas, no sin antes lanzar dentro del lugar a Gabriela, todos entraron arrastrándola más al interior del edificio, su mercancía no podía salir herida era lo obvio, pero, ¿y su líder?

Había disparos hacia toda la fachada del edificio, un grito increíblemente fuerte por parte de Emma gritando el nombre de Gabriela cuando la vio desaparecer por la puerta. Todo era ruidoso, hasta que una explosión acaparó los oídos de todos.

Gabriela gritaba dentro del lugar para que la dejarán salir, pero nadie lo permitía la tenían aprisionada de manos y pies entre 4 personas. Ella sabía que quería devolverse a Alexandria con su gente, pero en el fondo sabía que quería salir a ayudar a él hombre que le recordaba a su madre, sólo por el hecho de ser como una de esas personas malas de las que ella le contaba.

Negan por su parte acorralado, primero el tiroteo, luego la explosión y después entre los disparos de Rick. Se escapó de los caminantes y logró llegar a uno de los camiones que estaban en el patio. Al que unos minutos después entró el padre Gabriel.

Gabriela

Después del suceso una reunión más se llevó a cabo, estábamos todos es una mesa "conversando", lo que en mi opinión era como poner a dos serpientes enojadas frente a frente, era una guerra de muerte fuera y una de poder dentro de los muros, Rick había hecho más que vencer, los había dividido. Yo estaba perdida, muy preocupada por todos los que habían luchado ese día, y por Negan lo estaba mucho más.

Entonces un estúpido comentario me saco de mis pensamientos –Debemos asumir que Negan está muerto.

Mi corazón se aceleró junto con mi respiración sentía una fea opresión en el pecho, sabía que era un hombre malo pero el aprecio hacia él no cambiaba sólo por eso.

Simon respondió seguro–Yo soy Negan, y por lo que tengo entendido todos aquí lo somos, incluso ella –me señaló–, y entiendo que haya mucha tensión en este momento. Pero sólo para aclarar... ¿Estás diciendo que eres alguien más, Regina?

Ella seguía nerviosa, pero se contuvo y respondió–No. –me miró molesta, ella definitivamente me odiaba

–¡Bien! –respondió Simon

Y de repente a Regina se le ocurrió la increíble idea de mandar gente afuera, ¿qué acaso no había visto la cantidad de muertos que hay? Por suerte Eugene la interrumpió, diciendo que sus cálculos no eran correctos y otras cosas. Y ella contra atacó agregando que debía sacrificar obreros para que soldados salieran del santuario. Suspiré en frustración. ¡Listo o es estúpida o es ciega!

Pelea, mucha pelea. Estaba cansada de escucharlo, Que sí, que no...

Me levanté y dirigiéndome a Regina ya que sus miradas me perturbaban la existencia durante toda la reunión–Yo no conociéndolo sé que está vivo y ustedes que son su gente van a matar a las personas que él salvó para nada. ¡Para un maldito plan suicida!

–Sabes que él también es una misión suicida. ¿Qué no lo entiendes mocosa estúpida? –dijo la mujer frente a mí

–Lo sé, pero prefiero intentar averiguar si cabe la maldita posibilidad de que esté vivo a esperar que aparezca convertido frente a la gente que una vez salvó. ¡Deben buscarlo! ¡ES SU MALDITO LÍDER!

Me fui, no pensaba estar un minuto más con esa mujer, tenía que esforzarme para encontrar una manera de salir se aquí. Bajé hasta la clase obrera hice varios amigos, unos niños muy amables y también sus madres.

Un rato después se incorporó Dwight, me seguía a todas partes, y entiendo que sean órdenes de Negan, pero ya me estaba molestando. Me habían presentado a la gente obrera antes, ahora sólo tenía que hablar con ellos para averiguar más y con Dwight sobre las posibles salidas o vías de escape.

–Negan es una gran persona, te lo digo en verdad linda. –una de las muchas personas a las que les preguntaba y me respondía lo mismo que las demás

–De acuerdo, gracias Amalia –era una hermosa mujer y en todos los aspectos, además de valiente, cuidaba de ella y todos los demás, me alejé de ella y los demás–. Dwight, ¿podemos ir a la habitación? –el asintió

Al llegar a la habitación me dijo–¿Qué quieres saber niña?

Comencé a preguntar caminando de un lado a otro exasperada–¿Hay alguna posibilidad de salir de aquí? ¿Podemos ayudarlo? ¿Cómo podemos acabar con esto? ¡Necesito volver con mi grupo! –di un mal paso y mi tobillo se dobló lastimando el roce de disparo en mi pierna–¡Ay!

–Deja de moverte tan frenéticamente, vas a lastimarte más –dijo acercándose, me aleje–. No voy a hacerte daño. Mira, sé que Daryl te pidió que no confiaras en mí, y no tuve que leer la carta para saberlo. –se acercó sigiloso y me ayudó a llegar a sentarme en la cama

–¡Tengo preguntas! –dije entre frustrada y molesta, y él asintió–¿Hay rutas seguras de escape? Y si las hay, ¿Dónde? ¿Cuáles son los turnos de guardia? ¿Se podría considerar un rescate para Negan? ¿Dónde están mis armas?

–De acuerdo, cállate ya –dijo riendo amablemente–. Primero, si las hay, en varios lugares pero en tu estado ninguna es segura.
Segundo, hay dos o tres cambios al día.
Tercero, en tu estado es imposible, y es muy poco probable que los demás lo intenten.
Cuarto, no lo sé Negan las guardó por su cuenta.
Sabes tengo una idea para que confíes en mí, sígueme. Y trae el botiquín contigo.

Lo miré desconfiada sin saber qué hacer, al final hice lo que me dijo y lo seguí, íbamos caminando por los pasillos y se me ocurrió preguntar, de nuevo, algo que me tenía muy inquieta desde lo qué pasó esta tarde. ¡Es que no podía dejarlo solo ahí afuera!

–¿Podríamos salir a buscarlo? Lo sé. Aunque nadie quiera hacerlo. –él no me miró y sólo negó, creo que le molestaba mi insistencia, guardé silencio hasta que llegamos, era una puerta de metal algo grande, ¡¿una celda!?

–Mantente lejos niña. –me alejé un poco de él, Dwight abrió la puerta y desde dentro sólo se escuchó un leve gruñido

Luego todo pasó muy rápido, desde dentro un "algo" salió envistiendo a Dwight y mientras intentaba matarlo le vi el rostro–Dom –me miró y soltó a D haciéndolo caer al piso tosiendo y tomando su cuello, se acercó rápido a mi como si quisiera matarme también–... Dominic –repetí, tenía tijeras y las saqué de mi pantalón dejando caer el botiquín–... ¡Detente soy yo, soy Gabriela! –mi espalda chocó contra la pared, me preparé a atacar, él alzó su brazo hacia mí y preparé las tijeras para acabarlo

–Gab... –pronunció desfalleciendo en el piso, la situación me paralizó, pero reaccioné luego de un par de segundos

Lo tomé en brazos y verifique que siguiera con vida, cuando lo confirme lo recargue en mi pierna sana, dejando la otra estirada hacia adelante para no lastimarla más. Alcancé el botiquín y lo comencé a curar, su rostro y todo él estaba muy lastimado. Cuánto sentía no haber podido ayudarlo o saber que estaba con vida aún.

Sin SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora