CAP. #31

46 2 0
                                    


Gabriela

–Me alegro mucho de que estés aquí... Creo que debo darte algún tipo de bienvenida. Aunque, Negan, no vengo a hablarte amistosamente, yo vengo a decirte, no, a informarte, en realidad he venido a confesarte algo. Y ponte comodo, además, espero que te gusten las historias, prepárate porque la que se viene es jodidamente asombrosa. –la alegría y burla en mi voz eran evidentes y su cara de confucion alimentó mi confianza

Comencemos...

Años atrás...
"La hermosa chica estaba preparada para esa reunión de estudiantes que sus amigos habían organizado, se puso su mejor vestido y su maquillaje estaba impecable..."

–Tuvo suerte de no tener que lidiar con los muertos que hay ahora... –la única imagen que el bate en sus manos causaba en mi mente era horrible, era muerte, nuestra muerte

–Nadie tiene derecho a arruinarle la vida a los demás. Ni yo, ni él. –la recordé mientras intentaba no llorar señalando a la nada

–Aguarda, necesito que detengas las bombas, solo hasta que terminemos aquí. Te lo pido por favor... –aún desconfiado y con media comunidad en ruinas tomó su radio.

–Escúchenme todos, quiero que se detengan, no más bombas hasta nueva orden, pero si ven a alguien extraño aparecer en algún lugar quiero que lo maten, no me importa quién sea.

Cuando dejó de hablar hubo una respuesta en el radio–Señor, ¿qué pasa si fuera la chica?

–Obedece y cállate –dejó el radio en la mesa y me miró de nuevo–. Continua, pero ten en cuenta todo lo que hago por mi chica favorita.

–Gracias, pero no te caeré tan bien, después de esto o cuando me mates... –él levantó una de sus cejas

–¿Quién dijo que te mataría?

–Puedo ver las ganas que tienes de estampar el bate en mi cabeza, y lo sé por como lo tomas.

–En mis planes no estaba el hecho de que escaparías.

–¿Puedo –dije acercando mi mano al bate, y él lo tomó con más fuerza–? Por favor, te prometo que solo voy a sostenerlo, no lo golpearé con nada. Hazlo por tu chica favorita –aún desconfiado me tendió el bate en su mano cuidadoso y de la misma forma lo tomé–. Gracias... –no respondió–"Ella siempre soñó con encontrar ese estúpido príncipe al que todas las chicas siempre han esperado. Pero era muy joven para eso, y no tenía ni la menor idea de cómo podría ser, pero ella simplemente lo esperaba..."

–Dime ¿Tú también quieres un príncipe Gabriela? –era la primera vez que recordaba oír mi nombre saliendo de su boca

Lo ignoré intentando concentrarme en mi objetivo principal, pero en mi interior una pizca de felicidad se había encendido al escucharlo hablarme de esa forma nuevamente–Negan –dije dejando a un lado la historia–. ¿Confías en mí? –él no respondió así que continué mi relato–"Ese día se suponía que la mujer fuera a una antigua escuela pero desconocía la ubicación de esta, ya que habían reconstruido todo el lugar, y le resultó difícil llegar.
La necesidad de encontrar el lugar, la hizo que ella pidiera ayuda a un joven que se encontraba en la entrada de un supermercado..."

–Vamos, esta historia es una mierda de cuento de hadas. A caso, ¿es una historia que tu madre te contaba antes?

–¿Lo es? ¿Cómo puedes saberlo? –él solo levanta sus hombros en señal de que desconocía la historia, yo sólo continué–"Al instante de tocar su hombro una extraña, pero reveladora conexión entre ellos se desató, ambos maestros y jóvenes- –me interrumpió de nuevo

–¿Se enamoraron, se casaron y vivieron felices por siempre?

–Sí, pero no; digamos que solo vivieron. –él llevó su mirada al bate–"Si se casaron, pero solamente un par de años después él la engañó, ella al enterarse estaba destrozada, si ese era su príncipe por qué la hacía sufrir de esa maldita manera."

–¿De qué sirve hacer esto?

–Quiero contarte una historia solamente...

–De acuerdo aún tengo armas, así que continua...

–"Justo ese día se dio la tarea de averiguar con quién la estaba engañando su esposo, lo que menos esperaba era que fuera con una de las excompañeras, una de las que estaban en la fiesta, en su escuela, un par de años atrás.
De la mejor manera que pudo tomarlo, lo enfrentó sola, decidió superar su dolor y entregarle a esa mujer el hombre del que ella estaba enamorada, al que no fue capaz de hacer feliz.
Una semana después, al salir del trabajo, se dirigió a la casa de la amante de su marido, decidida a entregar lo que no le pertenecía-"

–¡Que mierda! ¡Esa mujer tiene más pelotas que cualquiera que conozco! ¿Ella es tu madre? Es tan valiente como tú.

–"Al llegar a la casa y tocar la puerta, algo sucedió con ella y sin poder controlarlo se desmayó, al escuchar el timbre el padre de la amante abrió encontrándose con la mujer desvaneciéndose en el portal de la casa.
La acostó en el suelo cuidadosamente y corrió a la casa tomó el teléfono y llamó a su hija pidiéndole ayuda."

–Muy bien, según tú, el anciano abrió justo en el momento en que la mujer se estaba desmayando y la dejó fuera mientras llamaba a su hija, la amante, para pedir ayuda. ¿Qué haría la hija?

–Bueno, si pudieras esperar sabrías que la amante era enfermera, además –lo señalé con el bate–, si cerraras tu boca y te concentrarás terminaría más rápido, ¡solo cállate y no me interrumpas! –solo me dedicó una sonrisa y yo bajé el bate–"El señor llamó a su hija, LA ENFERMERA y pidió ayuda, esta le envió una ambulancia.
Al despertar, la mujer estaba junto a una enfermera que hablaba preocupada con un señor, ella saludó amable y preguntó lo que había pasado; para su mala suerte, la enfermera era la amante a lo que ella pidió hablar solo con la enfermera, después de agradecer al señor.
Le explicó todo, le dijo quién era y quién representaba ella en su vida, la "amante" quedó impresionada ante esto, ella no sabía que era la mala del cuento, pero estaba enamorada y cuando la esposa del hombre le dijo que se iba a divorciar para que la enfermera y el hombre fueran felices la enfermera se entristeció.
La mujer no sabía el motivo, pero el documento que tenía en sus manos le daba la noticia, estaba esperando un bebé. La enfermera no quería ser la otra, no destruiría esa familia. Ambas mujeres enamoradas y dolidas platicaron toda la noche.
A la mañana siguiente llegaron a un acuerdo, ellas seguirían con su vida normal pero al final el hombre elegiría con quién quedarse. Ambas acordaron decirle que la esposa estaba embarazada y que la amante no podía verlo por una "condición de salud"."

–¿Puedo hacer una pregunta –yo asentí–? ¿Ambas se volvieron amigas?

–Recuerda –dije caminado de un lado a otro moviendo el bate–, que ellas ya eran compañeras en la escuela, y ahora no eran amigas, pero llegaron a un acuerdo.

–¿No era más fácil dejarlo las dos?

–Si tu tuvieras la oportunidad de ver feliz a la persona que amas o dejarla, ¿de verdad la dejarías? Claro que no, aún existen personas que prefieren y buscan el bien de los demás antes que el propio, quizá tú no lo entiendas, pero yo lo hago. Sería capaz de dar mi vida por las personas que amo.

–¿Y funciona? –preguntó seriamente

–La vida me ha puesto trampas, y desafíos, pero mírate y mírame. ¿Quién crees que es más feliz ahora?

–¿Crees que vale la pena arriesgarse?

–Esa pregunta la responderás tú, cuando yo salga por la puerta o muera en esta habitación...

Sin SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora