Capítulo 11.

592 82 16
                                    

Gracias a todos por seguir apoyando y seguir leyendo, siempre estaré eternamente agradecida de ustedes. Feliz lectura, disfruten.x

-Muchas gracias señor, será un honor trabajar para usted-. Mencionó Edward con una resplandeciente sonrisa.

-Sabes Edward, tengo muchas personas que se encargan de la distribución de la cocaína, así que prefiero que tú te encargues de los secuestros-.

-Así será señor, trabajaré muy bien-.

Y así fue, Edward lo había convencido muy rápido, pues su forma de secuestrar a la chica fue un tanto lenta pero eficaz.

Cuando llegaron a la casa se encontraron a Nick haciendo una llamada, misma que colgó cuando vio a su jefe entrar.

-Dess, tenemos un problemita que arreglar urge una junta rápido-. Nick habló sobresaltado.

-¿Qué pasó Nick? Está bien, entremos al despacho y ahí hablamos, Edward viene con nosotros, será el encargado de los secuestros-. Dess le dijo en tono orgulloso, pues sabía que Edward iba a ser de gran ayuda.

-Muchas felicidades Edward bienvenido a la mafia y a la destrucción-. Río y los demás en la sala hicieron lo mismo, los tres se dirigieron al despacho de Dess a aclarar el problema que mencionaba Nick.

-Bien, te escucho-. Mencionó Dess al sentarse en su silla que más bien parecía un trono, igual de frío que su mirada, los dos chicos delante de él lo imitaron.

-William habló, dijo que el policía sí está buscando a su hija, la mitad está con él ayudándolo-. Respiró hondo y siguió... -Y la otra mitad buscando culpables, Dess tenemos que hacer algo ya, hemos desaparecido nuestras evidencias a más del 50% pero el otro porcentaje ahí sigue y con ese es con el que están acechando, a nosotros y a otros carteles más-.

Dess no dijo nada, sólo respiraba tranquila y placenteramente. Pensó por unos momentos y con toda naturalidad habló.

-¿Dónde está la chica?-. Sus ojos mostraban penumbra, terror y crueldad.

-Abajo en la primer bodega, la tenemos atada a una silla, no busca muchos problemas, creo que incluso le gusta estar aquí-.

-Llévame con ella, ese policía necesita un buen susto...-. Habló con frialdad Dess, comúnmente él ya no se metía en ese tipo de situaciones pues por eso tenía a varias personas a su mando, pero cuando las cosas se salían de control intervenía.

-Edward, vienes con nosotros, esto también será parte de tu cargo en el área de secuestro-.

Ambos se bajaron a donde los llevó Nick. Edward nunca había visto esa parte de la casa, unas escaleras obscuras los llevaron a un gran salón que estaba cerrado con llave, cuando Nick lo abrió se dirigió a una puerta dentro del salón, Edward sintió asco ya que el olor que ese cuarto desprendía era putrefacto y asqueroso.

-Nick, manda a dos guardias a que traigan a la chica de la camioneta-. Demandó Dess mirando a la chica que estaba en la silla. -La chica necesita compañía-. Rió.

Nick subió y Edward se quedo con Dess, tenía mucho miedo por lo que venía.

-Edward, en estos casos se aplica el miedo inverso hacia tus enemigos, el temor de perder lo que quieren los hará volverse locos hasta desistir-. Habló con profesionalismo y despertó a la chica con cierta agresividad. Edward no pudo ver de quién se trataba, pero sabía que lo que haría Dess no era nada bueno. Y sobretodo que la chica no tenía la culpa de nada. Así que decidió intervenir en cuanto lo vio apuntarle a la chica con su arma.

-Dess espera-. Se acercó hasta su oído y susurró. -Se me ocurre algo mejor, no tenemos que armar tanto alboroto por una simple investigación, tenemos que actuar con inteligencia-. Edward se acercó a la chica y en el momento descubrió lo bonita y joven que era...

Una última vez. |L•S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora