Una última vez. |L•S|

Capítulo 19.

Quería eliminar esta fic porque sentía que ya había perdido el sentido al escribirla y no quería defraudarlos. Pero ya no. Esto seguirá hasta el fin.

Para mis tres Alejandra's, Andrea y a Ana del grupo H+L, también a Nany y a Mary Coba, gracias por apoyarme en mis momentos de sentimentalismo y no permitirme eliminar esta fic, todo el amor para ustedes. Y a todos ustedes mis queridos lectores, mil gracias por permitir que está fic siga creciendo ¡son los mejores!.x

Edward había aprovechado el tiempo en lo que Louis se cambiaba y le mandó un mensaje a Gemma.

"Creo que llego mi razón de sentirme en casa, lamento informarte querida hermana que no iré a Medellín, quizá tenías razón. Espero puedas comprenderme y pronto venirme a visitar, no me odies tanto".

Aprovechó también para hablar con Josh y pedirle una disculpa sobre su repentina actitud que había tomado en el bar. Él por supuesto no lo tomó nada mal, y ofreció su ayuda para cualquier cosa que necesitaran.

-¿Esas listo guapo?- Habló cuando vio entrar a Louis a la estancia en medio de la casa.

-Aún no entiendo porqué no en vez de quedarnos a dormir tenemos que salir Edward, no lo entiendo en serio-. Decía con pucheros.

-Lo entenderás muy pronto-. Tomó su mano y juntos subieron a la camioneta.

En el transcurso del camino Louis le iba contando a Edward sobre sus prácticas en el área forense, lo decía con un entusiasmo grande mientras que el rizado sólo hacia muecas de asombro y miedo por lo que escuchaba. Después de algún tiempo la camioneta se estacionó afuera de un negocio que Louis conocía bastante bien... 17Black.

-Buenos días señorita, vengo a hacerme un tatuaje que representa al amor de mi vida-. Edward dijo a la recepcionista y Louis sentía las medias hervir.

-Por aquí por favor-. Los guió hasta el cuarto donde se hacían los tatuajes, el señor saludó muy cordialmente a Edward, y le ordeñó sentarse.

Edward le había pedido que hiciera un barco en su brazo, el barco representaba la libertad con la que ahora se iba a amar con Louis, sin ataduras, sin celos, sin nada malo, tan sólo el amor de ellos dos. El barco tenía una gran altura así como él y justo en la punta de el tatuaje se escribió una pequeña "L". El ojiazul lo miraba orgulloso y con los ojos rojos por las lágrimas que tenía acomuladas desde que llegaron al lugar. No podía creer lo que estaba pasando, no podía creer lo que Edward le estaba regalando.

-¿Te gusta guapo?-. Habló Edward al notar que el señor daba por finalizado su tatuaje.

-Es precioso Edward, es maravilloso y grande como tú-. Lo envolvió en un abrazo cuidando no lastimarlo.

-Es grande como yo porque seré lo suficientemente capaz de protegerte de todo y sobre todo, tú eres mi familia Louis, tú eres mi brújula, por ti daría todo-. Dio un beso y salieron de ahí tomados de la mano.

El día realmente había transcurrido muy bien Edward había llevado a comer a Louis, y este aprovecho para contarle acerca del problema con su papá, incluso que le había pegado. También el rizado aprovechó para contarle acerca de su anterior vida, y también la de ahora.

-No puedo creer lo que me estas diciendo Edward, ¿sabes que te están buscando por todos lados verdad?-. Louis decía preocupado sentado a lado de Edward en un gran campo lleno de lavandas.

-De seguro es para pedirme mi autógrafo, tú tranquilo guapo-. Gastó una broma Edward.

-No es chistoso, ¿qué voy a hacer sí algún día te llega a pasar algo?-.