Respiraba

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Era un huracán de emociones.
En cuestión de meses su vida se había tornado de un color oscuro, profundo, casi tétrico.

Los días pasaban y cada vez había menos luz en su túnel, que se estrechaba con cada paso que daba.

Respiraba.

Eso era lo único que hacía aparte de echarse a llorar cada vez que volvía de clases o simplemente iba a acostarse.

Respiraba,

cada vez que recibía un golpe y una marca morada aparecía en su piel.

Reapiraba,

cada vez que solo la miraban como si no valiera nada.

Reapiraba,

cada vez que alguien decidía hacerle un comentario grotesco.

Respiraba,

cuando la ira de su madre recaía sobre su cara.

Respiraba, respiraba, respiraba.

Y luego comenzaba a llorar, a lamentarse, a desear no haber nacido nunca. Porque cada día, cada hora, cada minuto que pasaba, se convertía en el peor infierno que pudiese imaginar.

Y es que ella solo respiraba,

y todo el mundo parecía culparla por ello.

𝑑𝑎𝑖𝑠𝑖𝑒𝑠' 𝑡ℎ𝑒𝑜𝑟𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora