Profunda

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Soy una persona con fecha de caducidad, casi como una bomba con su cronómetro. Se que hay gente que piensa como yo, pero soy ese tipo de chica obstinada que se estresa con cualquier cosa. Me ilusiono con palabras sin quererlo, y aunque intento contener esa faceta de mi, es algo que simplemente no tiene forma de ser, porque así es desde que tengo conocimiento. Me gusta hacerme la dura cuando algo me atrae, ya sea una persona o un libro, una canción, o cualquier cosa. Definitivamente, estoy hecha para sonreír cuando el dolor esta devorando mis pensamientos, no sé si es porque no me gusta que se preocupen por mí, o porque soy demasiado cabezota como para dejar que la gente se entrometa en mi vida. Soy de las que adoran las canciones más por su ritmo y melodía que por su letra, y nunca he conocido a alguien así, así que me siento orgullosa. Me despisto con cualquier cosa, y siempre las dejo para último momento, como los exámenes o hasta las cosas que me gustan. Sí, también soy de las que se les olvida hasta comer. Me considero una persona a ratos, cuando me da la vena de actuar como soy, cuando me da la vena de escribir o escuchar música, que es lo qué más me define a mí. Soy la chica que siempre tiene un comentario ingenioso a la vuelta de la esquina aunque se muera a punto de salir de mi boca, soy la que siente atracción por miles de chicos guapos pero que nunca ve nada más en ellos. Definitivamente, soy la que tiene miedo hasta a toser con gente cualquiera pero no le da miedo nada cuando está con esas personas especiales a las que llamamos amigos. Y no, no me considero una persona excéntrica, no destaco por ser la más guapa, ni la más alta, ni la más baja, ni la más lista, ni la más tonta, ni mucho menos la más graciosa. Tengo mis más y mis menos. Soy de las que no aguanta enfadada ni dos días, y si aguanta, menuda. Soy de las que les cuesta reconocer errores, lo admito, pero que cuando lo hacen, lo hacen de verdad. Soy de las que no tienen miedo a pedir perdón, sobretodo por reírme de asuntos delicados. Soy una visita frecuente del karma, porqué no decirlo. Meto mucho la pata, pero también soy la que siempre ayuda a los demás a sacarla. Sí, doy muy buenos consejos, a pesar de que yo misma no suelo seguirlos. Me siento bastante más madura de lo que debería a mi edad, y con eso me cualifica cualquiera que me conozca un poco. Soy bastante diferente a las personas copiosas de hoy en día, y no me da miedo decir que me gusta leer y escribir, me gusta la fantasía y la poesía, las películas de miedo a pesar de que después no pueda dormir, me gustan los gatos poco cariñosos, como yo, para qué mentir, y escribir a las 4 de la mañana (como estoy escribiendo esto, de hecho). No soporto que no me tomen enserio, no soporto cuando alguien se ría de mi cuando les estoy diciendo algo que me resulta molesto, ni tampoco cuando me ignoran a pesar de yo saber que me están escuchando, y mucho menos cuando me apodan con un mote estúpido. Voy a defender mis creencias y gustos con mano de hierro, soy de ese tipo de gente a la que no le importa si no piensas lo mismo o insultas su grupo favorito; no todos somos iguales ni tenemos los mismos gustos. Soy esa persona incapaz de parecer maleducada ante personas desconocidas, soy esa persona a la que le alagan más que las llames inteligentes a guapas. Sí, desde luego, desconfiada (¡y tanto!), y algo callada. Qué se le va a hacer, si no sabes como soy, me vas a encontrar como un libro aburrido, insípida. Tampoco me agradan los abrazos, soy de las que no los rechazan, pero simplemente mantienen los brazos bajos. No me da miedo decir«te quiero» a quien se lo merece, aunque solo sea a mi familia. Soy de las chicas que se despiertan de mal humor todo el día, y que de normal suele estar así las 24 horas, pero que cambia con las personas adecuadas. Soy de las de estar bien cuando estoy rodeada de un buen ambiente, y estar mal con personas que no me traen nada bueno. Soy joven, cometo fallos y algunas veces soy soy idiota. Por favor, si eres importante para mí y alguna vez te digo algo de lo que pueda arrepentirme, solo perdóname, porque probablemente sea un problema conmigo misma. Y si, aun con todo esto no te basta, me definiré en una palabra: profunda.

𝑑𝑎𝑖𝑠𝑖𝑒𝑠' 𝑡ℎ𝑒𝑜𝑟𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora