𝑑𝑎𝑖𝑠𝑖𝑒𝑠' 𝑡ℎ𝑒𝑜𝑟𝑦

Vacío

15 de agosto.

Sientes como un vacío se abre camino, sientes como cada segundo que pasa es un desperdicio. Querrías cerrar los ojos y alejarte de todo, o al menos eso es lo que piensas cuando te dicen que pidas un deseo, pero eso sería desconsiderado, ¿verdad? Tú y tu falsa compasión, aquella que muestras cuando cualquiera a tu alrededor te presta un mínimo de atención, y es que estás tan necesitada de alguien, de cualquiera, que no te importa regalar eso que nunca recibes.

Todos, absolutamente todos los días te preguntas lo mismo, ¿por qué sigo aquí?, quisieras saber la razón que te hace levantarte cada mañana sin la intención de hacer nada para cambiarlo, quizá esperas a alguien, a algo, quizá te esperas a ti misma, rezas para no haber olvidado quien eras, volver hacia el pasado como si hubieses dejado migas de pan, así como Hansel y Gretel, aunque con un final mucho más siniestro.

Acéptalo, en el fondo sabes que nunca haces nada porque te da miedo, te horroriza solo pensar que todos tienen alguien en quien sujetarse por si se resbala, por eso no quieres alejarte. Un sujeto falso es casi como si de verdad estuviese ahí, ¿no? O al menos así lo piensas tú, y no te quito razón. Sirve para distraernos, para  convencernos, pero hay una diferencia, y es que esos lazos falsos no te sujetan cuando te caes, no cargan con tus lágrimas, es casi como intentar hablar con una piedra. Jamás vas a obtener respuesta.

Lo sabes, y aún así no quieres creerlo, por el miedo que te da el no saber en quien apoyarte. Y entonces te vacías, te vacías por completo, toda tú desaparece. Piensas, que quizá fuera lo mejor, que hubiese sido cargar por cargar, emociones de adorno, que era mejor rendirse, aguantar todo lo que viniese. 

Ni siquiera tienes fuerzas para buscar una salida. Te has rendido.

22 de diciembre.

A veces solo necesitamos tomarnos un tiempo de todo y pensar en lo que perdimos con nosotros mismos. Sonará estúpido, pero todos nos sentimos vacíos alguna vez en nuestra vida. Una se harta de responder a todo con las mismas palabras, casi como un títere al cual todos pueden controlar, se harta de las personas incorrectas, esas a las que se recurre en los momentos de desesperación, y, sobretodo, se harta de sentir miedo de su exterior. Abre los ojos y florece, casi como una flor.