Nueva vida

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Te conocí cuando eramos tan solo unas niñas alegres que nada sabían acerca de la vida y la sociedad,

y válgame Dios, que desearía que todo volviese a ser como antes;

que tú volvieses a ser la de antes.

A medida que crecimos tomamos caminos distintos, y la vida nos sacudió con respuestas distintas. 

Pensaba que tú habrías acabado casi igual que yo, una adolescente como otra cualquiera, teniendo uno o varios problemas con la vida y una enfermiza adicción por la música. 

Jamás esperé estar tan equivocada como en aquel entonces;

pues tú ni siquiera parecías ser la misma de antes.

Ni siquiera pude reconocerte bajo tanto rímel corrido y cortes en la muñeca.

Sentí inmensa preocupación en aquel entonces, yo realmente pensaba que lo que veía era el colmo de una acumulación catastrófica de sucesos, 

pero el tiempo me enseñó que más que una persona con problemas, eras tú tu propia dificultad.

Sucumbías al placer de la cuchilla con extrema facilidad, durante años fue el elemento principal de tu realidad.

Esperé cambiarte, pensaba que nuestra amistad haría que te recuperaras, que recordaras lo que era sonreír porque realmente quieres.

Aquella mañana de agosto me la pasé llorando; te juro que yo de verdad quería que las cosas saliesen de otra forma, 

mas tú escogiste tu propio camino en vida.

Espero que, ahora donde estés, hayas dejado de necesitar llorar cada día para desahogarte. 

Que hayas dejado de sufrir.



𝑑𝑎𝑖𝑠𝑖𝑒𝑠' 𝑡ℎ𝑒𝑜𝑟𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora