Sueña

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Recuerdo mis años de infancia,
cuando todo era un “pinta esto”, o “pinta aquello”.
Esos momentos que todos o casi todos recordamos con una sonrisa, como su hubiesen sido los más felices de nuestra vida.
Lo que no sabemos, lo que nunca nos han dicho, o lo que simplemente nunca recordamos, son los “deberías parecerte a tu compañero”, “si sigues por ese camino nunca llegarás a nada”.
Esas palabras que en su momento no tomamos en serio pero que acaban dejandonos marcas de las que nunca se van, de las que nos hacen retroceder cuando estamos a punto de conseguir lo que más deseamos.

Quiero decir, ¿acaso por sacar mejores notas tienes un futuro asegurado? Las personas son únicas, difícilmente comparables unas con otras, y no debes dejar que otra persona actúe como si fuera mejor que tú. Eres distinto, pero eso no te hace menos importante.

Lo que vengo a decir es, ¿por qué reparamos en esos momentos de nuestra vida, en los que simplemente nos acogemos en la zona más familiar que conocemos, en los que cerramos cualquier estímulo externo y nos negamos a salirnos del confort?
Tenemos miedo de soñar por si fracasamos, por si caemos, pero hay una cosa en la que no pensamos, y es que si no soñamos, ya hemos fracasado.

¿Qué tiene la gente contra quien solo persigue lo que quiere?, ¿acaso está mal ir a por todas, arriesgandolo todo? Es una jugada peligrosa pero, a fin de cuentas, más peligroso es no jugarla.

A lo que voy es, soñad, soñad sin miedo a caeros o a equivocaros, pues nunca caereis más abajo de lo que estáis si no lo intentais.

𝑑𝑎𝑖𝑠𝑖𝑒𝑠' 𝑡ℎ𝑒𝑜𝑟𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora