Capítulo 16

270 29 4
                                    

"Una duda nunca puede ser algo bueno."

A mi lado estaba Alex, quien comenzaba a roncar más y más fuerte, sentía que dentro de poco podía golpearlo, sin embargo, cuando giraba a mirarlo, también podía ver a Samuel durmiendo tranquilamente y eso quitaba mi molestia. Adelante venía Frank conduciendo y Carolina como copiloto, ya que ella nunca conseguía dormir en viajes así. Lo mire un poco más antes de regresar mi atención a la ventana, al camino medio cubierto de nieve, el cual demostraba que nos faltaba poco para llegar. La noche anterior había conseguido dormir muy poco, todo gracias a que mi mente seguía molestándome con los recuerdos del beso en su habitación y en la cocina, mordí mi labio inferior, lo extrañaba.

El primer beso en el bar ya había cambiado algo en mí, ya sentía que lo quería de nuevo, que quería besarlo una vez más, había sido solo para averiguar algo sobre eso que yo mismo desconocía. El segundo beso aseguro eso que desconocía, pude saberlo gracias al control que perdí, dejé que mi corazón se hiciera cargo. El beso que provoque en la cocina, ese beso me lo dijo todo, confirme lo mal que estaba, y es que estaba enamorándome. De verdad, había caído una vez más en sus brazos, habíamos revivido tantas cosas, incluso los recuerdos se sentían una vez más, habíamos jugado mucho con fuego, y por primera vez, sentía que yo no era el único que se estaba quemando.

--¡Estamos aquí! -el grito de Frank me despertó de los escasos minutos que logre dormir, a mi lado los otros dos ya estaban despiertos, luego de todo el camino que durmieron como si nada pasara.

Caminamos hasta la casa, donde los demás ya estaban entrando, Frank y Alex corrieron como niños hasta las habitaciones de arriba, inevitablemente los seguimos, buscando molestar. La cuestión era, que tendríamos que compartir habitaciones, dos por cama individual, y con toda la intención, Frank y Alex ya habían planeado dejarnos solos.

--La de aquí junto está vacía, es la más escondida -bromeó Alex, nosotros solo caminamos hasta ella, Samuel abrió la puerta y recordé con claridad cuál era esa habitación.

--No, no... ¡Frank, Alex! ¡Tenemos que cambiar! -Sam me miraba con duda, estaba entendiendo mal todo -recuéstate allí -le indiqué, para que entendiera mi punto, salvo que el muy tonto cubrió su cuerpo con sus manos, como si fuese a hacerle algo -solo recuéstate -me reí y camino hasta ella. Apenas se sentó se dio cuenta del problema, y es que esa cama comía personas, no pude evitar reírme más fuerte cuando Sam perdió el control y todo su cuerpo termino en el centro de la cama, sin poder levantarse del todo.

--Guille, ayúdame -caminé hasta él y solo le sonreí.

--Si dormimos aquí los dos será desastroso, la cama es pequeña y terminaríamos fusionándonos de la cercanía.

--Yo puedo dormir aquí -señaló el piso -parece más cómodo -me senté a su lado con cuidado de no ser comido por el colchón -probemos -jaló mi mano y terminamos muy pegados en el centro de la cama, el centro se hundió y los lados nos empujaban, con la chamarra que tenía puesta, eso era todavía más apretado, no pudimos evitar reír. Deje mi cabeza en su pecho, sin darme cuenta de que la puerta seguía abierta

--La mejor postal -dijo Alex mientras tomaba una foto, el sonido de su teléfono lo delato, cerró la puerta y se fue.

--Al menos cerró.

--Debió ayudarnos, será difícil salir de aquí.

--Yo me encuentro muy cómodo -su brazo paso por mi espalda, ajustándose todavía más a mí.

--No es nada cómodo, bueno, estás tú...

--Allí tienes -su rostro comenzó a acercarse al mío, me acerque también, desde la noche anterior que no lo besaba, ya me sentía desesperado.

Tus Ojos Brillan DiferenteWhere stories live. Discover now