Capítulo 9

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"Tormenta"

"Ese día lo sentí, sabía que estaba por meterme en problemas, quería evitarlo, pero recordar a Guillermo llorando me volvía loco. Ese grupo de bullys no lo dejaban en paz desde hace días, lo molestaban por el hecho de que era el más aplicado de su grupo, así de infantiles se comportaban. Guillermo y Frank estaban aún en la ESO, yo estaba ya en bachillerato, sin embargo, compartíamos institución. Espere afuera del gimnasio de su edificio, sabía que Frank y Guillermo estaban en otro lado, así que me arme de valor y enfrente a esos niños.

--¿Quién es el líder? –me acerque lleno de seguridad, ellos me miraron curiosos, y sin ese aire de superioridad, ya que, aunque fuesen dos años, yo lucía mayor

Todo el grupito me daba su atención --¿qué pasa? –se acercó el más alto, aunque no llegaba a mi estatura, todos me miraban con atención

--¿Eres tú quien está molestando a Guillermo? –trate de sonar intimidante, la mirada de este me hacía ganar más confianza

--¿Guillermo? –pensó por un momento, como descifrando quien era --¿por qué? –comenzó a sonar altanero

--Deja de hacerlo, es mi única advertencia –noté como los demás tenían la cabeza abajo, el líder no hizo más que mirarme –déjenlo en paz, todos –me di la vuelta en silencio, ninguno me dijo nada. Y como les pedí, unos compañeros me esperaron a una distancia, conseguí que Juan, uno de los más musculosos también fuera, de esa forma esos niños se alejarían de verdad."

...

En algún momento pude soltarme de la mano de Elliot, mi furia no soporto más y mi puño derecho golpeo con fuerza la mejilla de Santiago. Lo tumbé del golpe y de inmediato sentí a todos alejarme de él, este se levantó con dificultad y sus acompañantes se lo llevaron sin siquiera decir algo. El cobarde ni siquiera pudo darme la cara, mis amigos especulaban que había pasado, Elliot y Bruno armaban la historia mientras íbamos en un auto, cuando unieron las piezas lograron comprenderme. Mi mano derecha dolía demasiado, aquel puñetazo había sido muy fuerte, Bruno saco hielo de la nevera y lo puso en una toalla para relajar el dolor. Estábamos en mi departamento, habían conseguido que se me bajara la ebriedad, aunque con lo sucedido yo ya me sentía casi sobrio --¿vas a regresar? –le dijo Fer a Elliot, quien estaba poniéndose su chaqueta

--Tengo que entregar un par de portafolios mañana –yo estaba sintiéndome muy soñoliento

--Consigue un poco de descanso, tu condición no esta tan bien –añadió Bruno aun sosteniendo la toalla con hielo en mi mano

Sentí la mirada de Elliot sobre mí, parecía preocupado –estoy bien, encárguense de cuidarlo –musito, salió tomando su mochila y su casco. Lo mire con esas ojeras enormes, tampoco me había percatado de que lucía más delgado, me preocupe por ese momento, hablaría con él después. Luego de eso me fui a la cama, ellos durmieron en la sala, insistí en que estaba bien, pero no conseguí nada. Dormí principalmente gracias al alcohol en mi cuerpo y quizá a la medicina que me dio Fer, por solo esa noche pude dormir sin pensar en lo que paso.

...

Desperté con un ligero dolor de cabeza, el cuidado que me dieron la noche anterior había ayudado demasiado a que no me diera tan mala resaca. Me levante en boxers y camine hasta el salón, donde ellos no estaban, pero pude escuchar ruido en la cocina, parecía que cocinaban –buenos días –dijeron con una sonrisa, no pudimos evitar reírnos al ver como todos estábamos en camiseta y boxers –vaya pijamada –bromeo Fer, me senté a su lado y observamos a Bruno preparar el desayuno

--Perdón por anoche chicos –me disculpe, de verdad me sentía mal de haberlos hecho pasar por eso

--Pude soportar eso Samu, pero ver tu nevera vacía... --abrió la nevera y miro todo, bueno, lo poco que había –esto rompe mi corazón –había olvidado que Bruno era un chef frustrado, o al menos no siguió ese camino en su vida –tenemos que ir de compras, no puedes vivir así niño –asentí como siendo regañado

Tus Ojos Brillan DiferenteWhere stories live. Discover now