XVI. Regaños

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No sé exactamente cuánto tiempo duro recostada en la tierra, cerrando los ojos y escuchando la respiración de Aron, que me hace saber que no estoy sola (en compañía)

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No sé exactamente cuánto tiempo duro recostada en la tierra, cerrando los ojos y escuchando la respiración de Aron, que me hace saber que no estoy sola (en compañía).

El tiempo deja de ser un problema desde el momento en el que Aron West dice que la clase de Evelyn y nuestros padres, pueden esperar.

Tomo grandes bocanadas de aire, ya que el aire que respiro es demasiado puro y me hace sentir como si en este instante desapareciera todo a mi alrededor; como si me encontrara completamente sola en un lugar lleno de pastizales donde la brisa golpea con ternura tu rostro.

Es una sensación que pocas veces he sentido en mi vida, por no decir que es la primera vez que me siento así.

Podría describir miles de sensaciones en este momento y, aun así, no sería justa con ninguna de ellas. Porque la verdad es que no hay palabras para describir lo que siento justo ahora, escuchando a las aves que pasan por las ramas de los árboles y pinos, imaginando que por arte de magia me salen alas y me convierto en una de ellas para así poder extenderlas y volar lejos de aquí, lejos de todos, ser libre y olvidarme de todo lo que me aqueja, no ser más Jane Hale, la chica que ha acudido al psicólogo prácticamente toda su vida, simplemente ser... Ser un pájaro libre y ya.

Mis brazos están sobre mi estómago, pero de un momento a otro tengo la gran necesidad de sentir la tierra entre mis manos, por lo que las aparto de mi estómago y aún con los ojos cerrados toco la tierra hasta que tomo un poco y la envuelvo en puño con mi mano derecha.

No sé qué sucede con exactitud, pero sin previo aviso dejo de sentir la tierra después de abrir mi mano y cuando busco seguir tocándola, el roce de otra mano hace contacto con la mía.

Instintivamente abro mis ojos, sin apartar mi mano de la otra, y giro mi cabeza hacia esa dirección.

Aron sigue recostado a mi lado, mantiene los ojos cerrados y...

Me detengo al ver sus largas pestañas negras y lisas, mis ojos no pueden evitar recorrer su rostro poco a poco descubriendo cada facción. Su nariz es larga y respingada, sus labios son carnosos, pero sin exagerar, tiene algunos lunares en el cuello y su piel es casi igual de blanca que la mía, sólo que él está más pálido.

De un momento a otro, Aron gira su cabeza hacia mí y aún con los ojos cerrados presiona mi mano contra la suya. Es entonces cuando recuerdo que nuestras manos se están tocando, y ahora, la mía se encuentra atrapada bajo la suya.

Mis ojos se pasan de su rostro a nuestras manos y me quedo así por un momento, hasta que sus ojos se abren y siento que me mira; levanto la vista y lo veo, sus ojos azules se fijan en los míos por una fracción de segundos, hasta que mi instinto me hace apartar mi mano de golpe.

Reacciono, como si hubiese estado paralizado por un momento y ahora despertara.

Antes de poder hacer cualquier otra cosa las ramas en el suelo se escuchan romperse con dureza y de un momento a otro se escuchan gritos de varias personas.

Fall In Love ✓TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora