XXIV. ARON PARTE IV

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Siento Siento que la cabeza me va a estallar, es como si un enorme martillo estuviera azotando una y otra vez contra mi cráneo sin parar

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Siento Siento que la cabeza me va a estallar, es como si un enorme martillo estuviera azotando una y otra vez contra mi cráneo sin parar.

Me han echado del salón porque el profesor Jackson se ha dado cuenta de mi estado de insomnio y de las enormes ojeras que tengo en el rostro.

A decir verdad, no me ha importado que me ordenara venir a la enfermería puesto que me siento demasiado mal y ya no soportaba estar escuchando a casi todos esos idiotas.

—¿Quieres que llame a tus padres, o prefieres hacerlo tú mismo? —pregunta con amabilidad la enfermera Fiona.

No soy de esos adolescentes a los que les gustan las mujeres mayores, sin embargo, su cabello liso más negro que el carbón y sus ojos verdes, hacen muy buena combinación con su piel chocolate, y eso me hace apreciar la belleza de Fiona, además, me cae mejor que muchos de aquí. Evelyn y ella son las dos personas que no me han hecho sentir un bicho raro desde que llegué a este horrendo Instituto.

De vez en cuando me topo con Fiona en los pasillos y la saludo como si fuésemos amigos de hace años, de hecho fue su idea hablarnos de tú, claro que, siempre y cuando sea con respeto.

Es una buena mujer, y por lo que me ha relatado, su vida no ha sido sencilla, supongo que por eso nos llevamos tan bien, porque en cierta forma nos entendemos, a pesar de que no le he contado todo sobre mí; siendo honesto, prefiero no confiar demasiado en las personas, aunque mi madre insista que algún día llegará alguien en quien podré confiar plenamente sin saber el por qué.

—Si no es molestia, preferiría que los llamaras tú —hablo con cierto temblor al emitir cada palabra. — No quiero dar explicaciones antes de que lleguen.

—De acuerdo, Aron. Te traeré agua para tu pastilla y llamaré a tus padres; regreso en un momento, ¿bien? Y también iré a avisarle al profesor Jackson que te irás.

Asiento y a continuación ella se marcha de la enfermería.

A veces me gustaría encerrarme aquí, porque es tranquilo y porque las canciones instrumentales que se reproducen en el ordenador de Fiona siempre me han gustado. Es un ambiente diferente, tan lleno de... Paz.

En una sola ocasión he podido quedarme casi todo el día aquí dentro, con las melodías invadiendo mis oídos y relajándome, provocando que me olvidara por completo de todo mi alrededor. Ese momento fue como si algún cable me desconectara del mundo y por fin me sintiera en paz, libre.

Hoy no es así, en estos momentos siento que mi cabeza va a explotar como una caja de granadas y no puedo detener el dolor; mi cuerpo comienza a sentirse embargado de una especie de calor que quema como si estuviera dentro de un horno a punto de morir, sólo ruego con que esa pastilla que Fiona traerá me ayude a aliviar el dolor, aunque... Sólo al llegar mi madre podré aliviar lo que estoy sintiendo, porque ella sabe que no es un simple dolor de cabeza, ella sabe que esto es algo mucho más grave, y tal vez nunca se vaya.

Fall In Love ✓TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora