Muerte. Dolor. Soledad, y un enorme vacío en su interior. Eso es lo que ha tenido que soportar Jane Hale a lo largo de su vida.
La esperanza es lo último que muere, sin embargo, Jane la perdió hace ya muchos años, y no está dispuesta a creer en nada...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Graham e Ivan esperan en el umbral pacientemente a Jane como dos bestias a punto de lanzarse a su presa, y cuando me ven a mí a unos metros detrás de ella sus ojos se abren más.
Puedo sentir el placer que les proporcionamos a ambos puesto que hoy tendrán a dos personas que molestar al mismo tiempo.
No les daré el gusto— susurro para mí mismo. Me acerco a Jane y al llegar a ella pongo una mano en su hombro, lo cual provoca que se sobresalte y gire su cabeza hacia mí.
—No tengas miedo. Vamos a entrar los dos juntos y no dejaremos que nos molesten. Esta vez no.
—No tengo miedo, sólo quiero que dejen de molestarme.
—Entonces vamos—le digo ofreciéndole mi mano. Ella la mira por unos segundos, pero no la toma. No sé ni siquiera por qué se la ofrecí y siento un gran alivio al ver que no la toma.
Vuelve su mirada hacia el frente y entonces comenzamos a avanzar juntos con pasos a la par.
A medida que avanzamos, Graham se endereza tratando de ser más alto de lo que ya es y por ende ser más intimidante.
«No vas a intimidarme, no lo vas hacer» me repito mentalmente con Jane a mi lado.
Cuando llegamos hasta la entrada tratamos de entrar al Instituto caminando lo más rápido posible, pero ellos nos frenan tomándonos de los hombros.
—¿A dónde van ratas de biblioteca? — cuestiona Ivan jalándome hasta los casilleros. Mi mochila amortigua el dolor, pero aun así los libros golpean contra mi espalda.
—No me digan que trataban de huir—habla Graham haciendo un gesto de ternura—. Aww, los dos raros intentaban huir juntos, eso es tan... estúpido. ¿De verdad piensan que se van a librar de nosotros? Aron, cada vez me sorprende más tu idiotez, no sé cómo piensas eso si por tanto tiempo me he divertido contigo.
—Deberíamos llevarlos lejos para interrogarlos ¿no? — le sugiere Ivan a su compañero. Éste accede y juntos nos arrastran fuera del Instituto a pesar de que nos oponemos. Ambos son más fuertes que nosotros y no hay esperanza de que vengan a salvarnos. Eso sólo ocurre en las novelas, en las películas donde sabes lo que ocurrirá a continuación. Es un cliché que no ocurrirá aquí.
Llegamos hasta el campus, cerca del otro edificio donde se toman los talleres y nos detenemos en un lugar solitario y donde nadie puede vernos.
Hasta el momento no me había fijado en las expresiones de Jane, pero ahora que lo hago noto que le dirige una mirada de odio y frustración al mismo a tiempo a Graham. Es como si estuviese observando de cerca a un depredador a punto de lanzarse contra su presa, sólo que en este caso ella es la presa y Graham el depredador.
Además, las manos de Jane se han tensado hasta tornarse en un puño y sus nudillos comienzan a ponerse blancos.
Está enojada, de eso no me cabe la menor duda, pero también sé que está asustada por lo que nos puedan hacer. En el fondo sé que Jane tiene miedo, aunque trate de ocultarlo.