XX. ¿Saltas?

106 7 15
                                    

Narrador omnisciente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narrador omnisciente.

El invierno casi se ha marchado por completo, los recuerdos siguen quietos, en las penumbras, pero vivos. El dolor aún permanece.

Los niños en el orfanato de Green House no hacen más que sentir pena por la pérdida de Christian. Esa noche, después de suplicarle a su hermanito que se fuera, que no recibiera la paliza que La Protectora le estaba propiciando, todo se convirtió en oscuridad.

Nadie se dio cuenta de la paliza que le siguió después, pero sí se lo podían imaginar puesto que los gritos de Christian se escuchaban fuertes y resonantes en cada rincón del frío edificio.

De alguna manera todos compadecían a su compañero, pero había uno que además de albergar ese sentimiento sentía rabia, coraje y dolor por su único hermano, su única familia.

Joshua sufrió más que nadie esa noche, porque una cosa era cierta, había algo que todos los niños del Green House sabían y que el pequeño Joshua se negaba a aceptar: ya no sería posible volver a ver a Christian al día siguiente.

Ahora, a casi una semana después, todos los residentes siguen sintiéndose mal por no haber podido hacer nada, por sólo cubrirse los oídos con la almohada y tratar de ignorarlo, por... Por haber visto el cuerpo envuelto de Christian a la mañana siguiente. Y es que ninguno de ellos pudo dormir en toda la noche, ni siquiera cuando los gritos se detuvieron. Así que se despertaron dos horas antes de las cinco de la mañana y vieron como La Protectora subía desde el sótano con un cuerpo envuelto entre una manta blanca.

—Ah, qué bueno que están aquí —les dijo. —Este que llevo aquí es Christian, y como no cumplió con la cuota... Estas son las consecuencias, así que ya saben a lo que se atienen, mis queridos niños. —El cinismo con el que se los dijo fue el colmo, Joshua estaba furioso por ello, el odio lo embargaba dejando de lado la enorme tristeza que en ese momento sentía al ver el cuerpo sin vida de su hermano. «¿Cómo habrá quedado?» Se preguntaba en su interior, pero no hacía falta indagar demasiado en el asunto, de seguro el pobre Christian estaba lleno de moratones a causa de la golpiza que había recibido.

«¿Habrá sufrido al morir?»

Era una pregunta tonta, ¿no? Pero Joshua era un niño que no entendía cómo es que un ser humano puede llegar a ser tan malo y cruel, cómo es que esa mujer fue capaz de hacerlo eso a su hermano de tan sólo diez años.

Esta mañana, La Protectora les ha exigido que deben de regresar antes de las ocho y con cincuenta dólares más de la cuota, o sufrirán lo mismo que Christian, por lo que todos los residentes tienen miedo de no completar la cuota y eso los ha salir más temprano de lo habitual por la cuota requerida.

Cada niño lleva medio día en las calles de Oregón, cada uno sin haber probado bocado desde la mañana, y es que no tienen otra cosa en la mente que completar su cuota.

Joshua se encuentra en una esquina, pidiendo donaciones como es habitual; lleva la mitad del bote, pero aún le faltan doscientos dólares para completar lo que le han exigido.

Fall In Love ✓TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora